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José Domingo Alonso Ortiz y Rojo

Biografía

Alonso Ortiz y Rojo, José Domingo. Granada, 12.V.1755 – Londres (Reino Unido), 24.VIII.1815. Abogado, diplomático y consejero real de Castilla.

Estudió Filosofía y Teología en el Colegio del Sacro Monte de su ciudad natal. Obtuvo en 1774 el grado de bachiller en Sagrada Teología y en 1778 el mismo grado en Derecho Civil por la Universidad de Granada.

Durante unos años fue profesor de Derecho Civil en la citada universidad. Ejerció como pasante en Granada y Valladolid hasta que, en 1782, se le concedió la licencia para ejercer como abogado. Fue asesor interino del Corregimiento e Intendencia de Valladolid y en 1784 se incorporó al Supremo Consejo de Castilla.

No obstante, su actividad profesional se desarrolla en el campo de las letras. Quizá aprendiera inglés en el Colegio de Ingleses de Valladolid o quizá de labios de Vicente Santibáñez. En todo caso, sus conocimientos de lengua inglesa le permitieron traducir los poemas que Macpherson había publicado bajo el nombre de Ossian para hacer pensar que eran medievales.

Obtuvo en 1788 la licencia para imprimir la versión de parte de ellos. Posteriormente, el propio Alonso Ortiz habría de poner dicha traducción en verso endecasílabo, acompañada de notas propias y de una disertación crítica que sobre los mismos había realizado Hugo Blair en Inglaterra.

Antes de que esta obra viera la luz, Alonso Ortiz había solicitado, en 1786, del Consejo de Castilla licencia para imprimir la traducción que había hecho del francés de la obra del padre Pedro José Orleans, Historia de las Revoluciones de Inglaterra desde el principio de la Monarquía.

Sometido a censura el primer tomo en la Real Academia de la Historia, se le concedió licencia para su impresión, con algunas prevenciones de estilo que trataban de limpiarla de ciertas voces. Hechas las correcciones por el traductor, éste vuelve a presentarla ante el Consejo que estima que como quiera que la traducción no se ajusta a sus mandatos de corrección se le deniegue la licencia solicitada. Tres años después, abandona la intención de publicarla, no sin antes mantener una nueva disputa con el Consejo de Castilla.

A partir de entonces, Alonso pretende imprimir la obra del reverendo Albano Butler, Vida de los Padres, Martyres y otros principales Santos, ya que se encontraba persuadido por el influjo que podía tener en nuestra sociedad. Se imprimió en los años 1789, 1790 y 1791. En ese último año también aparece publicada por Alonso Ortiz en Valladolid la traducción de la obra póstuma de Albano Butler, Fiestas Movibles, ayunos y otras observancias y ritos anuales de la Iglesia Católica.

En 1794 publicó la traducción de la obra Investigación de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones, para cuyo autor, Adam Smith, guarda múltiples elogios. Consiguió la licencia correspondiente para publicar la obra no sin aplicar ciertos retoques.

Por último, dedicó dicha publicación a Godoy, de manera que sirviese para aliviar la presión de la censura.

Sin embargo, Alonso es uno de los smithianos que no acepta el librecambismo del maestro para países atrasados, e incluso presenta de forma rudimentaria el argumento de “industrias nacientes”.

Dos años después de publicar la traducción sobre La Riqueza de las Naciones escribió el Ensayo Económico sobre la Moneda-Papel, que no sólo mereció la aprobación de su majestad, sino que incluso fue impreso por Real Cuenta sin que para ello mediara solicitud alguna por parte del interesado. Resultó una obra muy notable en materia monetaria, aunque confusa e incluso equivocada en materia de teoría del valor.

Un año antes, por Real Orden de 14 de noviembre de 1795, había sido comisionado por la Secretaría del Despacho Universal de Hacienda, cuyo titular era Gardoqui, para la realización de un extracto de las Leyes Comerciales de Europa, sobre la base del trabajo que, tocante al mismo tema, había hecho el inglés Windam Weaves. Este trabajo quedó sepultado en la Secretaría de Hacienda debido a las intrigas en las que participaron Vicente Alcalá Galiano, Mariano Luis Urquijo y Canga Argüelles.

En 1797, con la caída de Gardoqui del Ministerio de Hacienda, Ortiz, al acompañar a aquél a la embajada en Turín, inicia una vida entregada a la carrera diplomática, de manera que parece olvidarse por completo de los trabajos realizados en su etapa de publicista. Tan sólo alude a ellos cuando pretende exponer una hoja de servicios brillante que le permita elevar su categoría dentro de la diplomacia.

En la embajada de Turín sirvió durante casi dos años, de mayo de 1797 a febrero de 1799. Eran momentos difíciles. A poco de llegar a Italia fallece Gardoqui, quien ya se encontraba enfermo en sus tiempos de ministro. La Corona, en esos instantes, da muestras de confianza en Ortiz, nombrándole encargado de negocios.

Continuó en este puesto todo el tiempo que duró la Revolución de Piamonte. Las tropas francesas, que se consideraba estaban de paso en este reino para el apoyo a su ejército en Italia, se apoderaron el 9 de diciembre de 1798 de todas las plazas y guarniciones del Piamonte.

Ante esta situación, desde Madrid se le ordenó que pasase a París a incorporar a la Secretaría de aquella embajada de España los papeles, alhajas y otros muchos artículos que convenía no cayesen en poder de los franceses revolucionarios.

Realizada la entrega de los archivos en la embajada de España en París, recibió órdenes de Madrid para que se incorporase a esta ciudad, en espera de ser empleado nuevamente en otro puesto de la carrera diplomática.

Es éste un momento difícil en la vida de Ortiz, pues durante tres años permanece abandonado en Madrid.

De nada sirven los favorables informes que acerca de su persona emiten destacados miembros del Ministerio de Estado. En 1799, José Endériz es encargado de hacer saber la situación del personal dependiente del ministerio adscrito a la carrera diplomática, redactando el historial de Ortiz, al igual que en 1800 lo hiciese Juan Montegón.

Durante los años en que permanece sin destino, Ortiz se dirige en repetidas ocasiones a los secretarios de Estado para que le nombren secretario en las representaciones diplomáticas de Parma o la República Cisalpina.

Tras la caída de Urquijo, es nombrado para la Secretaría de Estado Pedro Ceballos y Guerra, quien le nombra, en 1802, cónsul general y encargado de negocios del Rey en África, con cartas credenciales de su majestad en Argel.

Su incorporación a la representación diplomática en Argel se realiza en los primeros días del mes de febrero de 1803. En esas tierras habría de permanecer hasta 1809. Durante este tiempo, aunque el país africano vive un momento de elevada inestabilidad política, Ortiz consigue granjearse la amistad de las autoridades locales, en especial la del rey Hamed Ben-Alí, con quien suscribe un tratado comercial. En premio por esta eficaz labor, le fue concedida en 1805 la Cruz pensionada de Carlos III.

Otro éxito importante conseguido por Ortiz fue hacer reconocer como Rey de las Españas, en 1808, a Fernando VII a pesar de las intrigas realizadas por el cónsul francés.

Un aspecto importante de la vida de Alonso Ortiz es aquel que nos muestra su comportamiento ante la invasión que sufre el suelo patrio y la sustitución que se produce en la máxima magistratura de la Nación de miembros de la dinastía borbónica por un individuo de la familia Bonaparte.

En octubre de 1808, la Suprema Junta Central Gubernativa le releva de su destino en el Consulado General de Argel para nombrarle en el mismo cargo en Londres. A su nuevo destino no pudo incorporarse inmediatamente, debido a la guerra, llegando a esta ciudad en julio de 1809.

Londres habría de ser el último y definitivo destino de Alonso Ortiz, permaneciendo en él hasta el final de sus días. En mayo de ese año se le concede el título de intendente honorario de ejército.

 

Obras de ~: Ensayo económico sobre el sistema de la moneda papel y sobre el crédito público, Madrid, Imprenta Real, 1796 (ed. de P. Schwartz y F. Fernández Marugán, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1999).

 

Bibl.: J. Lasarte, Economía y Hacienda al final del Antiguo Régimen, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales-Ministerio de Hacienda, 1976; F. Fernández Marugán y P. Schwartz, “El Ensayo de José Alonso Ortiz. Monetarismo smithiano en la España de los Vales Reales”, en A. Otazu (ed.), Dinero y Crédito (Siglos xvi al xix), Madrid, Editorial Moneda y Crédito, 1977; P. Schwartz y F. Fernández Marugán (eds.), Ensayo económico sobre el sistema [...], op. cit.; L. Perdices y J. Reeder, Diccionario de pensamiento económico en España (1500-1812), Madrid, Editorial Síntesis-Fundación ICO, 2000.

 

Pedro Schwartz

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