Coleti, Juan Domingo (Giandomenico). Venecia (Italia), 5.X.1727 – 5.I.1798. Jesuita (SI) expulso, misionero y geógrafo.
Nació en una familia de grandes eruditos: su padre, Sebastiano, fue un acreditado impresor; su tío, Nicola, editor en 1720 de la Italia sacra de Ferdinando Ughelli, y en 1728 de la Collectio Conciliorum del jesuita francés Philippe Labbé (Bourges 1607-París 1667); su hermano menor, Giacomo (1734-1827), también jesuita, colaborador del Illyricum sacrum (historia de los obispos de la región de Dalmacia), de Daniele Farlati (Udine, 1690-Padua, 1773) y coeditor de las Opera omnia de Lucífero de Cagliari.
Su madre fue Marina Corradini Dall’Aglio. Cursó las Humanidades con los jesuitas del Colegio de Nobles de Ravena, donde tuvo como maestro al docto latinista Camillo Berardi. Retornado a los dieciocho años a Venecia, estudió Literatura y Filosofía y se doctoró en ambos Derechos. Ya sacerdote, fue admitido en la Compañía de Jesús el 26 de agosto de 1753 en el noviciado de Bolonia, y partió para Quito en 1755 con los procuradores de la provincia, Carlo Brentano y Nicolás della Torre.
Completado su noviciado en Latacunga y sus estudios en Quito, se dedicó a la investigación histórica, geográfica, arqueológica y estadística de tal manera que sus superiores, en vez de enviarlo a las misiones del río Marañón, como era el deseo de Coleti, lo destinaron a enseñar la Teología moral en la Universidad de San Gregorio de Quito, donde organizó la Biblioteca Ignaciana, con más de trece mil volúmenes y cuatrocientos manuscritos, una de las mejores bibliotecas de América. Al mismo tiempo, y mediante un largo y paciente trabajo archivístico y bibliográfico, recogía materiales con los que se proponía escribir la historia “pienissima” de la América hispana: tablas de objetos de la naturaleza, armas, mapas, vistas panorámicas, cuadros, dibujos... El 16 de junio de 1757 firma el manuscrito de su Relación de la ciudad de Quito, que apareció en italiano en 1849, donde informa a un colega europeo de su vida cotidiana y suministra curiosas noticias de dicha ciudad y de la clase dirigente local. Hizo los últimos votos el 15 de agosto de 1766 en Latacunga (Cotopaxi, Ecuador).
Cuando estaba proyectando una serie de viajes a otras regiones de América, fue devuelto a su patria por la expulsión (1767), decretada por Carlos III. Enseñó Teología moral en Tívoli y Bagnacavallo in Romagna (Ravena), de cuya iglesia arciprestal redactó una historia en 1772 (Notizie storiche della chiesa arcipretale di San Pietro in Sylvis di Bagnacavallo). En 1772 era profesor de Teología moral en Bagnacavallo y donde parece que continuaba con influencias en 1783, cuando Juan Francisco Masdeu lo incluye entre los amigos que podían ayudarle a Bodoni en esa ciudad, en la difusión de su proyectada Storia critica.
Suprimida la Compañía de Jesús en agosto de 1773 por el papa Clemente XIV, Coleti pronto gozó de la protección papal: “El papa Pío VI, felizmente reinante, le ha condecorado con el título de prelado eclesiástico. Reside en Venecia” (Hervás, Biblioteca, 1793). En efecto, el papa lo nombró protonotario apostólico. Desde 1777 fue secretario del obispo de Foligno y arcipreste de Spercenigo (Treviso).
Retornado a Venecia, aceptó de su amigo el conde Vinciguerra di Collalto, abate de San Eustachio di Neryessa, la parroquia de Spercenigo di Treviso, donde pasó los últimos años de su vida, y obtuvo del obispo Paolo Francesco Giustiniani el empleo de vicario foráneo. Sus contactos epistolares con numerosos eruditos (Affò, Algarotti, Mengotti, Zanon, Tiraboschi, Morelli, Muratori) y sus viajes por la Italia septentrional y central le proporcionaron la ocasión de recoger noticias de epigrafía e historia eclesiástica.
La Biblioteca Marciana de Venecia posee numerosos volúmenes manuscritos suyos con las correcciones a Ughelli, inscripciones antiguas, una Geografia universale divisa in Stati e Provincie, disertaciones, poesía latina e italiana, etcétera.
Sommervogel enumera veintidós publicaciones, casi todas ejecutadas en la imprenta familiar de Venecia, y dieciocho manuscritos de Coleti. Hervás parece referirse sólo a las aparecidas en Italia. Pero antes se había publicado en Lima una Vida de San Juan Apóstol y Evangelista (1761), donde Coleti acredita un notable dominio de la lengua española. El abate de Horcajo destaca la colaboración de Juan Domingo en la continuación de la vieja Collectio Conciliorum, fundada por los jesuitas Philippe Labbé y Gabriel Cossaritius en 1728, e impresa por su tío Nicola desde 1759: “El señor Coleti se ocupa presentemente en la nueva edición y aumento de la Colección de concilios de Labbé, de la que ya se han publicado 12 volúmenes en folio [en 1793]”. Giandomenico Coleti, quien dedicó los últimos años de su vida a la epigrafía, estudiando y recogiendo inscripciones y monedas de la zona de Venecia y Padua, sólo pudo participar a partir de 1770, cuando la Colección agilizó el ritmo. Los estudiosos coinciden en que desde el tomo XIX de la Colección (Venecia, 1774) se ven claras las señales de una nueva mano, la de Giandomenico, más diligente, firme y delicada. En 1792, la Sacrorum Conciliorum llega al tomo XXX, en el que todavía aparece como editor Nicolaus Coleti. En las bibliotecas españolas, los volúmenes primeros son más abundantes que los últimos, de manera que es muy raro encontrar la Sacrorum Conciliorum completa.
Sin duda, su obra más personal e importante fue el Diccionario histórico-geográfico de la América meridional (aprobación y licencias de 14 y 20 de agosto de 1770, con un gran mapa de la América Meridional), primera descripción detallada del continente, anterior en quince años a la de Antonio Alcedo y Herrera (Diccionario geográfico-histórico de las Indias Occidentales, Madrid, 1786-1789). En dos volúmenes, dispuestos en orden alfabético, da informaciones precisas y de primera mano sobre ríos, lagos, regiones y pueblos de América. Su mérito estriba en el conocimiento personal y directo de las tierras americanas, con mapas dibujados por él, datos etnográficos y estadísticos sobre el sistema impositivo, los monopolios y cargas fiscales, los procesos de despoblación y decadencia, que ilustran la situación americana en vísperas del proceso independentista. Evita los juicios históricos y polémicos sobre la colonización española y no menciona la obra del abate Guillaume Raynal. Sus conocimientos históricos le valieron la entrada en varias Academias.
Por todo ello debe considerarse a Coleti como uno de los precursores de la ciencia geográfica americana.
Como resumen sobre la personalidad de Coleti, valgan los juicios de Felipe Scifoni, quien, en su Diccionario Biográfico (Florencia, 1842), afirma que “todos los más ilustres italianos de su tiempo lo estimaron y admiraron. Era elocuente en el discurso, elegante en la poesía latina e italiana, puritísimo en la lengua española en la que dejó varios escritos y dibujaba a pluma con mucha gracia”. El geógrafo francés Alexandre Dezos de la Roquete (1784-1868) subraya su genio vasto, fértil y lleno de vivacidad y que cultivó con éxito la arqueología y las bellas letras y fue al mismo tiempo buen poeta latino y toscano. Se consagró también al estudio de las inscripciones y de las piedras antiguas en lo que hizo grandes progresos y se hizo estimar de los literatos no solo por sus investigaciones, sino también por sus escritos.
Obras de ~: Vida de San Juan Apóstol y Evangelista, escrita en lengua latina por un sacerdote devoto del Santo y ahora traducida a nuestro idioma. Sácala a la luz el Dr. D. Agustín Zambrano, canónigo tesorero, dignidad de la Santa Iglesia de Quito, Lima, Oficina de los Niños Expósitos, 1761; Dizionario storicogeografico dell’America meridionale, Venecia, 1771, 2 vols. (ed. facs. en Bogotá, Publicaciones del Banco de la República, 1974-1975, 2 vols.); Notizie storiche della chiesa arcipretale di San Pietro in Sylvis di Bagnacavallo, tratte dalle Memorie mss. d’Ignazio Guglielmo Graziani, Canonico dell’ insigne Collegiata di S. Michele, ordinate, accresciute ed illustrate da Itelco Medonico, Venezia, Stamperia Coleti, 1772; Ritratti e Vite di Donne illustri del secolo XV fino al XVIII, Venecia, 1775; Memorie istoriche intorno al Cardinale Cesare Ercolani, Venezia, 1776; Luciferi episcopi Calaritani Opera omnia, Venecia, 1778; Hispellates inscriptiones emendatae, Venezia, 1785; Notae et siglae quae in nummis et lapidibus apud Romanos obtinebant explicatae, Venezia, 1785; Relazione della città di Quito nel Perù, Bassano, 1849 (Quito, 1934); Vite degl’Incas Imperatori del Perù colle loro immagini (ms.) (desapar.); Italia Sacra Ferdinandi Ughelli correcta et aucta (ms.).
Bibl.: J. B. Tomitanus, Jo. Domenico Coletio Seb. F. Nic. Julius Bernardinus Tomitanus non sine lacrymis, elogio fúnebre, Venezia, Coletii fratres, 1799; C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, vols. II, IX y XII, Bruxelles-Paris, Oscar Schepens, 1890, cols. 1285-1288, col. 73 y cols. 399- 400, 1012, respect.; J. E. Uriarte y L. M. Lecina, Biblioteca de Escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España, vol. II, Madrid, López del Berno, 1925, págs. 262-264; A. A. Michieli, “Di G. D. Coleti e alcuni suoi studi geografici”, en Annuario dell’ Istituto Tecnico di Treviso (1930), págs. 52-60; G. Giraldo Jaramillo, “El P. Juan Domingo Coleti y su Diccionario histórico-geográfico de la América Meridional”, en Estudios históricos (Bogotá) (1954), págs. 113- 146; VV. AA., Dizzionario Biografico degli italiani, vol. XXVI, Roma, Istituto della Enciclopedia Italiana fondata da Giovanni Treccani, 1960, págs. 725-726; L. A. León, “El P. Juan Domingo Coleti y el autor de ‘Il Gazzettiere Americano’”, en Museo histórico, 52 (1971), págs. 36 y ss.; L. Polgár, Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jésus 1901-1980, Roma, Institutum Historicum SI Roma, 1983, vol. 3/1, pág. 512; J. Escalera, “Coleti, Giandomenico”, en Ch. E. O’Neill y J. M. Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, Madrid, Universidad Pontificia de Comillas, 2001, págs. 824-825; A. Astorgano Abajo, “La Biblioteca jesuíticoespañola de Hervás y Panduro y su liderazgo sobre el resto de los ex jesuitas”, en Hispania Sacra, 112 (2004), págs. 171-268; L. Hervás y Panduro, Biblioteca jesuítico-española, ed. de A. Astorgano, Madrid, Libris Asociación de Libreros de Viejo, 2007, págs. 746-748.
Antonio Astorgano Abajo