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Ambrosio Alonso

Biografía

Alonso, Ambrosio. Beade (Orense), 1706 – Carracedo (León), 5.IV.1775. Monje cisterciense (OCist.), abad, general reformador, teólogo, historiador y cronista general de la orden.

Se cree que la circunstancia de haber nacido en las proximidades del monasterio cisterciense de San Clodio del Ribeiro del Avia pudo despertar en él inclinación a la vida cisterciense, ya que ingresó en Carracedo a los catorce años. Dotado de un talento privilegiado, sobresalió en la piedad y en las letras de tal manera que fue seleccionado para completar estudios en los distintos colegios de la orden, que funcionaban a la sombra de las universidades de Alcalá y Salamanca.

Resultó un maestro consumado en diversos ramos del saber, pero antes de cobrar celebridad como científico, prestó señalados servicios a la orden en los puestos de mayor relieve. Su primer destino fue regentar la abadía del colegio de Alcalá, cargo que entrañaba notable responsabilidad por depender de él todos los estudiantes teólogos de la congregación de Castilla en plan de formación. Más tarde ejercería el mismo cargo por espacio de dos trienios en el de Santa María de Meira (Lugo), donde se hallaba instalada la facultad de filosofía; pasó luego a ser dos veces secretario general de la congregación, y por fin lo ascendieron a general reformador (1781-1785). También obtuvo el cargo de cronista general de la misma.

Fray Roberto Muñiz, contemporáneo suyo, le tributa este elogio: “Fue un sugeto que por su literatura, aplicación y talentos se mereció la mayor estimación y aprecio de muchos de los Sabios de dentro y fuera del Reyno, como lo acreditan las varias y multiplicadas correspondencias que se hallaron entre sus papeles al fin de su vida, de que somos testigos oculares, concernientes todas a la discusión de varios puntos de Historia, en que estaba muy versado. Esta repetida ocupación, el empeño de haber de satisfacer a muchas y delicadas consultas, y los referidos empleos, le robaron el tiempo que podía haber empleado en perfeccionar las muchas y delicadas Obras que había emprehendido y que casi todas quedaron imperfectas, con mucho sentimiento de los apreciadores del buen gusto y en especial de los que no ignoraban el delicado de su Rima”.

Escribió muchas obras de carácter filosófico, pero quizá destacara más en el campo histórico. La huella que dejó como historiador es profunda. Hoy se puede ver su caligrafía en muchos manuscritos y documentos corregidos por el padre Alonso, de manera especial el tumbo del monasterio de Meira que existe hoy en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, completamente saturado de notas marginales y correcciones que delatan que el autor de los mismos había leído mal los documentos de los primeros siglos, o bien había incurrido en errores manifiestos. Lo mismo sucede, aunque en mucha menor escala, en el tumbo del monasterio de Ovila, custodiado hoy en el archivo de Oseira, corregido por él en varios lugares.

Incluso llegó a corregir a Enrique Flórez, quien habla de él con notable encomio. Dio a luz, además, una traducción bajo el nombre de Juan Gregorio Araújo, presbítero, El Biage del mundo de Descartes, dice Puga, censor de dicha obra, se ha conciliado la más singular estimación de los peripatéticos españoles que desean con ansia tener en el idioma latino la más exacta relación y la impugnación más eficaz que hasta ahora salió a luz contra el cartesianismo.

Pero lo más importante es saber que dejó fama de virtuoso y que mereció un epitafio honorífico, como aún se conserva sobre su sepultura en el presbiterio de la iglesia de Palazuelos, próxima a Cabezón (Valladolid).

He aquí la transcripción del mismo: “Qui lampas fuit ordinis sub lampade jacet / sapientissimus ac R.P.D.D.FR. Ambrosius / Alonso: Carracetensis monachus / Hispaniae Congregationis Cisterceinsis / magister, chronographus / abbas et reformator generelis / moribus scientiaque ubique clarus / obiit 5 idus aprilis aae vulgaris 1775 / aetatis suae 69 / monachatus vero 55 / requiscat in pace”.

 

Obras de ~: Viaje al mundo de descartes, que escribió y publicó en francés el P. Gabriel Daniel de la Compañía de Jesús, Salamanca, Nicolás Villargordo, 1742; Cuenta y razón de las constituciones de los Jesuitas dada por Mr. Pedro Julio Ducton Abogado general del Rey al Parlamento de Burdeos en los días 13 y 14 de Mayo de 1762 con el Decreto que en su consideración dio el mismo Parlamento juntas todas sus cámaras día 26 del mismo mes, traducido a nuestro idioma, ms., s. f.; Apuntes sobre todos los Monasterios de Monges y de Monjas de la Orden, Catedrales, etc. (inéd.); Doctrina de Caramuel, s. f. (Biblioteca del Monasterio de Carracedo, ms.); Doctrina de Caramuel inextinguible, Biblioteca del Monasterio de Carracedo, ms., s. f.; Catálogo de los abades de Carracedo desde su primer Abad Zacarías, s. f. (inéd.); Vida de la santa Reyna, llamada Doña Teresa Gil, ms., s. f.

 

Fuentes y bibl.: Biblioteca del Monasterio de San Isidro de Dueñas, Synopsis monasteriorum Congregationais Castellaee de Bernardo Mendoza, ms., s. f., págs. 81-82.

R. Muñiz, Biblioteca cisterciense española, Burgos, José de Navas, 1793, págs. 13-15; E. Martín, Los Bernardos españoles: Historia de la Congregación de Castilla de la Orden, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 86; D. Yáñez Neira, “La cultura en los monasterios leoneses”, en Archivos leoneses, 25 (1971), págs. 119-120; E. Brouette, A. Dimier y E. Manning (dirs.), Dictionnaire des Auteurs Cisterciens, vol. I, Rochefort, Abbaye Notre-Dame de St-Rémy, 1975, pág. 33; A. Linage Conde, El monacato en España e Hispanoamérica, Salamanca, Instituto de Historia de la Teología Española, 1977, pág. 285; “El Milenario de Carracedo”, en Cistercium (1991), págs. 70-73; F. González González, Fundación y dotación del Monasterio de Carracedo, Ponferrada, Institución “Virgen de la Encina”, Fundación Ana y familiar Torres Vilariño, 1993; P. Alonso Álvarez, Los abades del monasterio de Carracedo, 990-1835, Ponferrada, Ayuntamiento, 2003, págs. 160-170; E. Flórez, España Sagrada, XVI. La Iglesia de Astorga, ed. de R. Lazcano, Madrid, Revista Agustiniana, 2005.

 

Damián Yáñez Neira, OCSO