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Francisco Javier Vázquez Romero

Biografía

Vázquez Romero, Francisco Javier. Cajamarca (Perú), 3.XII.1703 – Roma (Italia), 2.II.1785. Prior general de la Orden de San Agustín (OSA).

Sus padres fueron Mateo Vázquez de Sandoval y Juana Romero, de procedencia española. A los diecinueve años ingresó en el Convento San Agustín de Lima con la intención de profesar en la Orden Agustiniana.

El 24 de diciembre de 1722 comenzó el año de noviciado en la provincia de Nuestra Señora de Gracia del Perú, y emitió la profesión religiosa el día 25 de diciembre de 1723 en el convento limense, delante del vicario Bartolomé Sánchez. Diez años más tarde, en 1733, obtuvo el grado de lector en el Colegio Universitario de San Ildefonso, en donde ejerció de profesor de Teología hasta 1736.

El provincial Felipe Machón le eligió para el cargo de secretario de la provincia de Nuestra Señora de Gracia, del Perú. En 1736 tuvo que desplazarse hasta Europa para defender la causa del provincial destituido ante la Corte en Madrid, de aquí pasó a Roma para defender la causa del provincial de Chile, que había sido depuesto por los definidores. El motivo no era otro que el haber admitido como miembro de la provincia de Chile a un religioso expulsado de otra orden religiosa.

Con esta forma de proceder se incumplía lo decretado por el prior general Adeodato Nuzzi, e incurría automáticamente en dicha pena. Vázquez consiguió con éxito ante el tribunal la invalidez de la destitución de su provincial. Durante este tiempo mostró su constancia y tesón, cualidades que sobresalieron en este hombre de carácter enérgico. El mismo provincial del Perú restituyó a su secretario en el cargo. En 1738 obtuvo el grado de maestro de Teología, y ese mismo año editó la segunda edición de la obra Gobierno eclesiástico, del agustino Gaspar de Villarroel (Madrid, Imp. Antonio Marín, 1738). Además de cuidar la edición, Vázquez puso en esta obra una dedicatoria de diez páginas en folio, dirigida al cardenal Molina y Oviedo.

Por su provincia agustiniana de Chile fue nombrado procurador general ante la Curia romana y Aula real de Madrid, y, a su vez, definidor general para el capítulo general de 1739, que la Orden de San Agustín celebró en Rímini. En este capítulo salió nombrado secretario del prior general para el gobierno de las provincias de España y visitador de México.

Por entonces España vivía la polémica desatada contra el cardenal Enrique Noris, cuando varios de sus escritos estaban prohibidos por la Inquisición española.

Vázquez participó en la polémica jansenista y antijesuítica con una famosa apología a favor de Noris (1748), apoyándose para su razonamiento en la doctrina de San Agustín, la escuela agustiniana y las obras del mismo Noris. En este opúsculo se encuentran las veintitres tesis que resumen la doctrina agustiniana sobre diversos temás teológicos, incluido el más polémico, el de la gracia. A raíz de esta sólida intervención dialéctica de Vázquez y del decisivo escrito de Benedicto XIV, las obras del agustino Noris son retiradas del Índice de Libros Prohibidos.

A instancias del general de la Orden fue nombrado el 3 de abril de 1751 asistente general de las provincias de España, y el mismo Benedicto XIV, el 31 de octubre de 1751, le nombró procurador general, y al día siguiente vicario general de la Orden Agustiniana, fecha del fallecimiento de Agustín Gioia, primer general vitalicio. El 9 de junio de 1753 Francisco Javier Vázquez fue elegido prior general de la Orden y también de por vida, en el capítulo general celebrado en Bolonia (Italia). Con esta elección Francisco Javier Vázquez se convertía en el segundo general de procedencia no italiana que dirigía los destinos de la Orden de San Agustín, después de Tomás de Estraburgo o Argentina, y el primero de origen español.

Gobernó con mano firme y serena este hombre de carácter y talento. Promovió las ciencias y las buenas letras, revitalizó los Centros de Estudios de la Orden, en los que estableció tres años de estudios de Filosofía, cuatro de Teología y uno de Instituciones canónicas.

Creó museos, renovó la pedagogía de la enseñanza eclesiástica al retomar la tradición de la Iglesia —Sagrada Escritura, Santos Padres, San Agustín y doctrina de los concilios— e insistió en el estudio de las ciencias auxiliares como la historia, la arqueología, la numismática, la epigrafía, las ciencias naturales y físicas.

El impulso de reforma de los estudios eclesiásticos lo realizó, sobre todo, mediante circulares y decretos, puesto que las Constituciones por él promovidas no llegaron a publicarse porque Pío VII guardó silencio a la hora de su aprobación, dada la polémica interna que ocasionaban las novedades vazqueanas.

No obstante, el nuevo plan de estudios reemplazó el escolasticismo, que sólo planteaba “cuestiones inútiles y cavilosas”, por las enseñanzas de San Agustín y la tradición agustiniana, en diálogo y discusión científica con el pensamiento moderno, que posibilitó al hombre la búsqueda de la verdad y la explicación de la realidad. Los textos a seguir en la enseñanza de la filosofía y teología fueron en adelante los de Juan Lorenzo Berti (1711-1788), Disciplinas Teológicas, publicado en Roma de 1739 a 1745, en ocho volúmenes, y Ecclesiasticae historiae breviarium (Pisa, 1760), en dos volúmenes. Estos manuales los impuso el general Vázquez para los estudiantes de toda la Orden.

También sirvieron de libros de texto a varios seminarios de Italia, España, Francia y Alemania.

Vázquez apoyó la extinción de la Compañía de Jesús, para quien los jesuitas eran un “enjambre de abejas infernales, cuyas colmenas es preciso exterminar” (J. Sarrailh, 1970: 703). Lo cual no fue impedimento para que el hábil y diplomático agustino afirmarse que la supresión de los jesuitas (marzo de 1767) fue un “acto despótico y vandálico” (J. Sarrailh, 1970: 704). Por indicación de Vázquez, al año siguiente de la supresión de los jesuitas, el historiador agustino Enrique Flórez tradujo al castellano el escrito Relación de la doctrina de los intitulados Jesuitas, sobre el dogma y moral, hecha a los Illmos. Srs. Arzobispos y Obispos de la Francia (Madrid, Imp. Antonio Marín, 1768). También mantuvo hábiles polémicas con los dominicos, a quienes acusa de haber introducido falsas ideas en la Teología y querer defenderlas por todos los medios, desacreditando la doctrina agustiniana. Por ello, ordenó a los miembros de la Orden de San Agustín que no citasen en público la autoridad de Santo Tomás de Aquino, con el fin de demostrar que para ser teólogo no era necesario acudir ni a la doctrina de Santo Tomás ni a los tomistas, según comunicó con fecha 25 de abril de 1775. A su vez, los dominicos trataron de prohibir la publicación del decreto de Vázquez, y extendieron por Italia, Alemania, América y España que las doctrinas defendidas por los agustinos eran nuevas, peligrosas y que inducían a la ruina de los Estados, al estar infectadas por la herejía jansenista. Vázquez desaprueba en estos años el comportamiento de los dominicos, acusándoles de calumniantes cuando tratan de doctrinas y escuelas. La polémica entre órdenes religiosas no parecía tener límite. En la Universidad de Salamanca, un jesuita atacó al cardenal Noris, a quien acusó de hablar con desprecio de San Juan Crisóstomo, y que no era cierto. Los jesuitas de Tolosa (Francia) afirmaron que la doctrina agustiniana de la gracia era la fuente de donde brotaba la herejía jansenista. En Córdoba sostenían también los jesuitas que la doctrina de la gracia propuesta por los agustinos no se ajustaba al dogma católico; y en varias ciudades universitarias de Alemania y Francia llegaron a sostener los seguidores de San Ignacio que los agustinos Belleli y Berti eran jansenistas e incluso herejes. Contra todos ellos alzó la voz el general Vázquez.

En el campo espiritual promovió con ahínco las causas de beatificación y canonización. Con este fin mandó editar en Roma, en 1757, la obra de Liborio Marra, Instructio pro construendis Processibus ordinariis in causis Beatificationis Servorum Dei, y nombró una decena de postuladores para que trabajasen en las causas de beatificación y canonización de los miembros de la Orden. Así, bajo el pontificado de Clemente XIII, a petición del general Vázquez, este Papa concedió culto a los beatos: Clemente de Ósimo, Agustín de Tarano o Novello, Antonio d’Amandola, Andrés de Montereale, y Gregorio Celli, de Verucchio.

En todo momento se mostró partidario de intensificar la espiritualidad agustiniana en las comunidades religiosas, para lo cual ofreció instrucciones precisas a los provinciales.

Su interés por la promoción de los estudios en la Orden fue constante. Estableció las cátedras de Oratoria sagrada, Derecho canónico, Historia eclesiástica y también de Matemáticas. Como mecenas de la cultura y del saber, en agradecimiento a su apoyo, varios agustinos le dedicaron sus obras. El 8 de diciembre de 1762 el Convento San Agustín de Roma, por sugerencia del general Vázquez, adquirió por treinta mil escudos romanos la biblioteca del cardenal Domingo Passionei, que incorporó a la Biblioteca Angélica de Roma. Durante su mandato de general esta Biblioteca fue reorganizada, embellecida y de nuevo abierta al público. En las provincias y conventos agustinos nombró bibliotecarios, prohibió, salvo contadas excepciones, el préstamo de libros, al tiempo que facultaba la venta de libros inútiles y duplicados para proceder a nuevas adquisiciones.

Francisco Javier Vázquez ha sido hasta la fecha el general de la Orden agustiniana que más ha legislado para las provincias religiosas, en especial para la del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas. Sus decisiones no siempre fueron bien recibidas en la Orden, y, aunque no llegaron a ser desobedecidas abiertamente, crearon cierto malestar entre los religiosos. En el mismo sentido, cabe señalar que no fue bien visto el que se plegase a las exigencias del Rey de España, con el consiguiente sometimiento de los regulares a las leyes del Real Patronato y a la visita diocesana.

Esta y otras decisiones tuvieron repercusiones en el desarrollo de las misiones agustinianas en China y Filipinas, y en el progreso de los pueblos encomendados a los agustinos.

 

Obras de ~: G. de Villarroel, Gobierno [sic] Eclesiástico Pacífico, y unión de los dos Cuchillos Pontificio y Regio, ed. de ~, primera parte, Madrid, Imp. Antonio Marín, 21738; Emin. Card. Norisius vindex sui ipsius a calumniis Henrici theologi duacensis, Mantuae, Typ. Adeodati Aurelii, 1748; Epistola R. P. Prioris Generalis totius Ordinis Eremitarum S. Patris Augustini, ad Patres Priores Provinciales ejusdem Ordinis, super indultis a SS. Papa Benedicto XIV, concesis pro moderatione, ac reductione Missarum, Romae, 8, decembris anni 1758, s. l., s. f.; Memorial del Rmo. P. General del Orden de S. Agustín al Ssmo. Padre Benedicto XIV sobre algunas conclusiones de los Jesuitas, Roma, 1765, (es copia del ejemplar impreso en Portugal); A los VV. y en Christo amados PP. Provinciales de las Provincias de España, e Indias de nuestra misma Orden, sempiterna salud en el Señor. Dado en Roma en el convento de Nuestro Padre San Agustín en el día 30 de diciembre de 1766, s. l., s. f.; J. N. Chiesa, El religioso en soledad, ó exercicios espirituales, t. I, [trad. del italiano al idioma español por F. J. Vázquez], Madrid, Imp. y Lib. Manuel Fernández, 1742 (Valladolid, Imp. Juan de Cuesta, 21866); Reflexiones religiosas, y christianas para todos los días del año, t. III, [trad. del italiano al idioma español por F. J. Vázquez], Madrid, Imp. y Lib. Manuel Fernández, 1742 (Valladolid, Imp. Juan de Cuesta, 21866); Constituciones Universi Ordinis Fratrum Eremitarum S. P. Augustini, Romae, Typ. Marci Pallearini, 1773, (el texto no llegó a publicarse y la copia conservada en el Archivo General de la Orden Agustiniana, en Roma fue editada por E. Esteban); “De Constitutionibus ineditis Rmi. Vázquez (ed. Eustasio Esteban”, en Analecta Augustiniana (AA), 2 (19071908), págs. 133140; “Lista de patentes, cartas y circulares”, en G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca IberoAmericana de la Orden de San Agustín, VIII, El Escorial, Imprenta del Monasterio, 1931, págs. 110-123; “Registra Priorum Generalium”, en I. Rodríguez, Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas, VIII, Valladolid, Estudio Agustiniano, 1973, págs. 151324.

 

Bibl.: V. Busa, In funere R.P. M. Frac. Xav. Vasquez, Firmi, 1786; F. Castán, Elogio fúnebre del Rvmo. P. M. Fr. Francisco Xavier Vázquez de Sandoval y Romero, Dignísimo primer Prior General español, y segundo vitalicio del Orden de Hermitaños de N. P. San Agustín, pronunciado en las exequias que le hizo su Provincia de Lima en I de Junio de MDCCLXXXVI, Lima, Imp. Real de los Huérfanos, 1786; J. Lanteri, Postrema Saecula sex religionis augustinianae in quibus breviter recensentur illustriores viri augustinenses qui sanctitate et doctrina floruerunt post magnam Ordinis unionem peractam anno MCCLVI ab Alexandro IV usque ad haec tempora, Romae, Typ. Bernardi Morini, 1860, págs. 252-255; Eremi Sacrae Augustinianae. Pars prima in qua agitur de omnibus augustinianis episcopis italis deque exteris qui intra Italiam episcopatum gesserunt post magnam Ordinis unionem peractam ab Alexandro IV anno MCCLVI. Accedit appendix de Cardinalibus augustinianis italis, deque generalibus non episcopis, Romae, Typ. Bernardi Morini, 1874, págs. 328- 330; M. Miguélez, Jansenismo y regalismo en España. (Datos para la historia). Cartas al Sr. Menéndez Pelayo, Valladolid, Imp. Luis N. Gaviria, 1895; V. Maturana, Historia de los Agustinos en Chile, vol. II, Santiago de Chile, Imp. Valparaiso de Federico T. Lathrop, 1904, págs. 337-341, 368-369, 382- 384, 388-390, 398-401, 411-418, 425-426, 439-441, 467; E. Esteban, “De Constitutionibus Ordinis prelo paratis a Rmo. P. Francisco Xaverio Vázquez”, en AA, 2 (1907-1908), págs. 102-108, 121-124, 150-154; “De Constitutionibus ineditis Rmi. Vázquez”, en AA, 2 (1907-1908), págs. 125-133, 145-154, 155-158; “Litterae Revmi. Vázquez editae occasione suae electionis in Priorem Generalem Ordinis”, en AA, 13 (1929-1930), págs. 95-99; “Electiones officialium generalium Ordinis durante generalatu Revmi. Vázquez”, en AA, 13 (1929-1930), págs. 103-106; “De infirmitate Revmi. Vázquez deque officialibus generalibus Ordinis constitutis illius perdurante infirmitate et post eiusdem obitum”, en AA, 13 (1929-1930), págs. 116-119; G. de Santiago Vela, Ensayo de una Biblioteca IberoAmericana de la Orden de San Agustín, VIII, El Escorial, 1931, págs. 108-123; E. Esteban, “De festis et ritibus sacris Ordinis Eremitarum S. P. Augustini”, en AA, 16 (1937-1938), págs. 396-402; H. Damming, Il movimento giansenista a Roma nella seconda metà del secolo XVIII, Città del Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana, 1945, págs. 149-155 y 345-346; M. F. Ezcaray, El padre Francisco Javier Vázquez de Sandoval y Romero, primer general español y segundo vitalicio de la Orden de San Agustín, Lima, 1948; “El M.R.P. Francisco Javier Vásquez [sic], General de la Orden de San Agustín”, en Cuadernos de Estudio. 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Rafael Lazcano González

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