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Carlos Andrés García

Biografía

Andrés García, Carlos. Pablo Fidel de Burgos. Burgos, 1708 – Toro (Zamora), 20.VII.1758. Capuchino (OFMCap.), teólogo, místico, poeta y predicador real.

Aunque no hay datos de sus progenitores ni de su infancia, hay que suponer que pertenecía a una familia acomodada, pues antes de ingresar en la Orden completó los estudios eclesiásticos consiguiendo el doctorado en Teología, lo que le permitió hacer oposiciones a varias prebendas y beneficios eclesiásticos de algunas catedrales castellanas. A la edad de veintitrés años pidió entrar en la Orden capuchina, tomando el hábito el 17 de noviembre de 1731 en el noviciado que los capuchinos de Castilla tenían en Salamanca. Transcurrido un año exacto de tiempo hizo sus votos solemnes, y después de unos años, en el mes de febrero de 1736, recibió la ordenación sacerdotal.

Cuando frisaba los treinta años, en 1738, se le concedió la patente de predicador, título muy apreciado entre los religiosos. Sus dotes naturales para la oratoria sagrada debían ser ya manifiestas y muy notables porque sólo un año después fue propuesto por el patriarca de las Indias para predicador del Rey, petición que apoyó el confesor de Felipe V, padre Guillermo Clarke, pues lo consideraba “muy proporcionado para que V. M. le haga esta gracia”, fundando esta opinión en que antes de entrar en la Orden era ya doctor en Teología y había opositado a varias prebendas, así como en los informes favorables que había emitido el definitorio de su provincia. En 1739 se le concedía el título, y en 1741 se le nombraba también predicador numerario del Rey, lo que suponía un mayor compromiso y también un mayor honor. Desde agosto de 1739 era también consultor de cámara del Cardenal Infante y teólogo y examinador apostólico del tribunal de la Nunciatura. En 1744 fue elegido académico de la Real Academia de la Historia, creada hacía poco, en 1735. A pesar de los títulos con los que fue adornado no desempeñó ningún cargo en su provincia capuchina, ni siquiera el de vicario conventual.

El padre Pablo Fidel de Burgos vivió consagrado completamente a la predicación, llegando a predicar alrededor de cuatro mil sermones en veinte años, según las noticias que se han transmitido, que parecen un tanto exageradas. Fue probablemente uno de los predicadores capuchinos más afamados en esos años, pero también uno de los más conceptistas, metafóricos y gerundianos, como se puede apreciar en los títulos de sus sermones que se han conservado. Su oratoria resulta extremadamente prolija y enrevesada, entretejida de textos bíblicos y de escritores eclesiásticos y profanos, muy difícil de entender para el pueblo.

Por eso se cree que su fama se difundió entre las clases altas y cultas. En realidad no fue un predicador de misiones populares, sino de sermones. Las piezas de oratoria de que se dispone demuestran que predicó en púlpitos difíciles, ante auditorios selectos y en ocasiones muy comprometidas, como funerales de nobles, cabildos, órdenes religiosas, aniversarios.

Así, por ejemplo, comenzaba el exordio de un sermón, pronunciado el 6 de diciembre de 1744 en las exequias del duque de Atrisco, Melchor de Solís y Gante, muerto en las campañas de Italia, en Velletri: “O Melancolica funesta elevada Cumbre! adonde me precipitan tus sombras? Si en fatal obscura noche solo es objeto triste à los ojos la pavorosa cima de essa Urna? O alvergue de aquel eclipsado peregrino Astro, que arrojaba luces à la Hisperia, à donde con tal violencia me arrastras, si solo en suspiros atropellados de el pecho registra la copiosa lluvia de la pena áridas cenizas, leves pavesas, que respiras? Escandalo de la Naturaleza, monstruoso parto de la culpa, fabrica horrorosa de Esqueletos, dexame libres los ojos, para atormentarlos solo con tristezas. No pesares inhumanos aumenteis con nuevo dolor à mi aliento, pues yà ausente el corazon del pecho, solo con desmayadas alas pulsa la medrosa Tumba; desmayada la voz, anudada la garganta, siendo el precepto mas árbitro que el labio, solo por fruto desprende una congoja [...] Que salgan del calabozo del pecho los suspiros, inquiriendo la poderosa causa, que con tanta violencia los arranca ¡ [...] Que maligna constelación embidiosa envenenasse sus fogosas saetas, por derribar en triste Pyra al Marte Español que espira! Ha cruel terrible tyrana Parca, aùn contra el mas bélico azero osada, contra el Marcial estruendo arrogante, y contra el elevado Cedro tan opuesta!”.

Residiendo en el convento del Cristo de la Paciencia de Madrid, ocupado en la predicación y en responder a las numerosas consultas que le hacían todo tipo de personas, sobre todo nobles y eclesiásticos, tuvo que defenderse de las difamaciones que contra él propalaban incluso hermanos de otros conventos, como lo demuestra una carta dirigida por el padre Pablo Fidel al duque de Santisteban, fechada el 26 de mayo de 1743, que se conserva en la Biblioteca Nacional, en la que comunicaba al duque que un religioso capuchino del convento de Esquivias le calumniaba diciendo que había dado un informe, al duque, sobre el caso de un matrimonio, lo que no era cierto, porque éste nunca le había pedido consultas de ningún tipo. Pero eso se debía al cargo que ocupaba, por lo que tenía que defenderse. El duque le respondía al día siguiente manifestándole que no sabía nada del caso, y que, por tanto, podía estar tranquilo.

De la vida del padre Pablo Fidel nada más se sabe, excepto que, encontrándose en el convento de Toro, le sorprendió la muerte el 20 de julio de 1758, a la edad de cincuenta años.

 

Obras de ~: Rasgo corto, dibujo breve de la sacra festiva pompa, que en obsequiosas devotas demostraciones erigió con celebrado aplauso la augusta penitente Religión Capuchina en el seráfico templo de San Antonio, vulgo del Prado [...] al ver elevado en el glorioso trono del imperio por su beatificación declarada al B. Padre José de Leonisa [...] en este presente año de 1738, los días 2, 3 y 4 de febrero, Madrid, 1738; Triste epicedio, parentación dolorosa, oración fúnebre en las honras que celebró la insigne Archicofradía del Ssmo. Sacramento de la parroquial de S. Sebastián de esta corte, a la memoria de su ínclito protector el Excelentísimo Señor Don Nicolás de Córdova, la Cerda y Aragón, Marqués de Priego, Duque de Medina-Coeli, de Feria, Segorve, Cardona, y Alcalá, &. Proclamóla con sentidos ayes el día veinte y tres de Abril de este año de 1739 [...], Madrid, en la oficina de Antonio Sanz, 1739; Panegyrica oración elocuente a los desagravios del Ssmo. Sacramento, celebrados en la insigne plausible fiesta llamada Catorcena, por la ilustre parroquia de San Millán de los Cavalleros, sita en la magnífica ciudad de Segovia. Proclamóla con el merecido aplauso el día 17 de Agosto de este año de 1739 [...], Madrid, en la oficina de Antonio Sanz, 1739; Oración fúnebre en las exequias de la Excma. Sra. Sor María de San José Abadesa del Monasterio de las Descalzas de Madrid [Madrid, 1742]; Sacro elocuente panegiris, que en la dedicación y colocación del augustísimo Sacramento del altar en su nueva iglesia de Bernardas Recoletas del Santísimo Sacramento de la Imperial villa de Madrid dijo el día 18 de septiembre de este año de 1744 [...], Madrid, en las oficinas de Antonio Sanz, 1744; Oración fúnebre, parentación dolorosa en las honras que celebró la Real Congregación de la Portería en el convento de RR. PP. Mínimos de esta corte, el día 6 de diciembre de 1744, a la memoria de su ínclyto Mayor Hermano el Excmo. Señor Don Melchor de Solís y Gante, Duque, y Señor de Atrisco, Marqués de Valladares, Vizconde de Meira, &.[...] Dixola en presencia de toda la Grandeza de España, Ministros Estrangeros, è innumerable concurso distinguido [...], Madrid, Por Antonio Sanz, 1744; La profecía en el templo y la dicha en el teatro, ópera evangélica y panegiris elocuente, que a la solemne dedicación de la nueva iglesia anejo de la parroquial de S. Ginés de esta corte fabricada en el teatro coliseo de su casa por el Excmo. Sr. D. Bernardino Fernández de Velasco [...] duque de Frías [...] Díjola el día 19 de diciembre de 1745 [...], Madrid, 1746; Sacro histórico epinicio a las elevadas glorias de la amena Samaria, esclarecida Betulia y hermosa Susana, a la muy noble, leal y antiquísima Toro, ciudad coronada de palmas y olivas, triunfante y defendida por las banderas verde y dorada, que con las insignias de María Santísima del Socorro, Cruz, Sacramento y Sepulcro, tremola su ilustre Congregación del Confalón, en la iglesia de la Religión augusta de San Juan [...], Salamanca, 1751; Parentación dolorosa, oración fúnebre, epicedio triste en las exequias que en el insigne Hospital de Mater Dei, de la villa de Tordesillas [...] celebró el Excmo. Sr. Conde Mora [...] a la ínclita memoria de su esclarecida hermana la M. I. Sra. Marquesa de Fuente el Sol [...], Salamanca, 1752; Sacra laureada corona, forjada en el elevado mantuano carpetano monte [...] colgada por trofeo del cautivo Redentor Jesús Nazareno en los dinteles de su nueva Real Capilla, sita en el magnífico matritense templo de los RR. PP. Trinitarios Descalzos [...], Madrid, 1763.

 

Bibl.: B. de Carrocera, Necrologio de los frailes menores capuchinos de la provincia del Sagrado Corazón de Castilla (1609- 1943), Madrid, Imprenta de Editorial Magisterio Español, 1943, págs. 182-183; M. de Pobladura, Los frailes menores capuchinos en Castilla. Bosquejo histórico 1606-1945, Madrid, Administración de El Mensajero Seráfico, 1946; B. de Carrocera, “Burgos, Pablo Fidel de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 295; B. de Carrocera, La provincia de frailes menores capuchinos de Castilla. II. 1701-1836, Madrid, Centro de Propaganda, 1973, págs. 575-580.

 

José Ángel Echeverría, OFMCap.