Chantre y Herrera, José. Villabrágima (Valladolid), 14.III.1738 – Piacenza (Italia), 20.VIII.1801. Jesuita (SI) expulso, historiador, teólogo y escritor.
Ingresó en la Compañía de Jesús en el noviciado de Villagarcía de Campos (Valladolid), el 9 de mayo de 1755. Enseñó gramática y estudió física y metafísica (1758-1759) en el colegio de Santiago de Compostela.
Después de cursar la teología (1760-1763) en el Colegio Real de Salamanca, recibió el orden sacerdotal el 25 de septiembre de 1763 en dicha ciudad, por el obispo de Zela, auxiliar de Salamanca, el fraile jerónimo fray Francisco de San Andrés (Toledo, 1711 – Alba de Tormes, 1766), en la iglesia del colegio de Nuestra Señora de Guadalupe, del orden de San Jerónimo, extramuros de la citada ciudad. Fue profesor de lógica y repetidor de teología (1764-1766), y según Hervás, “habiendo concluido el estudio teológico, enseñó la latinidad en Santiago”. El decreto de expulsión lo sorprendió en el colegio de Salamanca, según las distintas Matrículas. Desterrada la Compañía de España por Decreto de Carlos III (1767), partió para Italia con los demás jesuitas, estableciéndose en Bolonia, donde emitió los últimos votos el 15 de agosto de 1771, y en cuya universidad dio clases de teología (de filosofía, según Hervás). Chantre fue maestro de los trece alumnos que en su primer año recibían clases de Lógica en la casa Bianchini de Bolonia, nada más llegar los desterrados. En compañía de su amigo Manuel Luengo (Nava del Rey, Valladolid, 1735 – Barcelona, 1816) viajó al santuario de Loreto en 1771.
Suprimida la Compañía de Jesús en agosto de 1773, transcurren casi veinte años (1773-1792) bastante oscuros de residencia en Bolonia. En 1792, Chantre pasó a Piacenza como profesor de moral en el Real Colegio de San Pedro (antiguo colegio jesuita), confiado a ex jesuitas españoles e italianos por Fernando de Borbón, duque de Parma e infante de España. En este mismo año publicó un tratado sobre la caridad (Tractatus theologicus de Charitate), en que refutaba las teorías del ex jesuita italiano Giovanni Vincenzo Bolgeni (Bergamo, 1733-Roma, 1811). Hervás y Luengo conocían muy bien este libro de Chantre, fruto de la polémica sobre la “carità ossia dell’amor di Dio” en la que participaron, a principios de la década de 1790-1800, varios jesuitas, como Vicente Requeno (Calatorao, Zaragoza, 1743-Tívoli, 1811), Joaquín Cortes (Valladolid, 1735-Tívoli, 1812), Diego León Villafañe (San Miguel de Tucumán, 1741-1830), Bolgeni, Chantre y el mismo Hervás con su Analisi filosofico teologica della natura della carità ossia dell’amor di Dio (Fuligno, 1792).
Por su parte, a finales de 1792 el padre Luengo reseña amplia y elogiosamente esta obra de Chantre: “El autor de esta obra, como se dice en el título, es español, y de lo más interior de España, pues es natural de la Villagragina, en la provincia de Campos, y del obispado de la ciudad de Palencia, y es de la provincia de Castilla la Vieja, en la que hemos vivido juntos casi siempre en España y en este país, y ahora vivimos también y viviremos verosímilmente hasta que salgamos de Italia o de este mundo. Esta mi amistad con el autor es motivo suficiente para que no se estime mi juicio, suponiendo que siempre será apasionado y parcial, y por tanto no diré sobre su bondad y méritos, sino alguna otra cosa de las muchas que he oído a otros, y aún a italianos, en estos tres meses en que ha andado el libro en las manos de todos”.
Después de reseñar detenidamente las partes del libro, Luengo no juzga a Bolgeni ni a Hervás capaces de rebatir a Chantre: “El jesuita italiano Juan Vicente Bolgeni es, sin duda, reprensible, aunque su intención haya sido buena, por haber publicado impertinentísimamente su nuevo y absurdo sistema sobre la caridad, oponiéndose a todos los teólogos y al modo de sentir común entre todos los católicos, y en haberle probado y defendido mal cuanto a la sustancia y cuanto al modo. Por el contrario, son dignos de loa los tres jesuitas españoles: Joaquín Cortes, Diego León Villafañe y José Chantre, y los dos italianos, Alfonso Muzzarelli [Ferrara, 1749 – París, 1813] y Regonó, por haberle impugnado con celo y con vigor, y haber impedido, en cuanto de ellos depende, que tenga malos efectos este proyecto inconsiderado de su hermano Bolgeni” (Luengo, Diario, t. XXVI. Año 1792, págs. 541-560).
Aunque Chantre le había regalado un ejemplar a Godoy, el cual le contesta atentamente con una carta, Luengo, meses después, reconoce el fracaso de público del Tractatus: “En este país, como se debe suponer, siendo obra de un español, de algún honor para España, y más estando escrita en idioma latino, cada día está más despreciada y han sido muy pocos los ejemplares que ha despachado de ella” (Luengo, Diario, t. XXVII-2, año 1793, págs. 49-50). El 29 de agosto de 1792, Diego León de Villafañe, de la provincia del Paraguay, escribe desde Roma al padre Joseph Chantre, residente en Bolonia, y le describe la polémica común con Bolgeni, aunque sin nombrarle sino con el nombre de autor de la disertación.
Cuando Hervás redacta su Biblioteca jesuítico-española (1793) dice de su contrincante Herrera: “Enseña actualmente la teología en el colegio de Piacenza, en el que el serenísimo Real Duque de Parma, con magnificencia y piedad suma, ha restablecido las antiguas escuelas de los jesuitas, encargándolas al magisterio y cuidado total de los exjesuitas”.
Al año siguiente (1794) publica en Parma una disertación sobre la infalibilidad del papa (Dissertatio Theologico-dogmatica de infallibilitate Summi Pontificis), libro definido por Luengo como “una observación en defensa de la infabilidad de los Romanos Pontífices en las decisiones dogmáticas, en la que se rebaten las famosas proposiciones del clero galicano” (Diario, XXVIII-2. Año 1794, págs. 410-417). En 1796 informó a su íntimo amigo, el padre Manuel Luengo, sobre el proyecto del jesuita polemista Carlo Borgo (Vicenza, 1731-Parma, 1794) de incorporar en la Compañía de Jesús de Rusia, per viam facti, a los antiguos jesuitas residentes en los estados del duque de Parma. A esto Chantre se oponía resueltamente, pues opinaba que debía contarse antes con la aprobación del papa, directamente o por medio del mismo duque; ni estaba de acuerdo con la actuación de Borgo, que había convencido al duque para tratar con la zarina Catalina y el vicario general, Gabriel Lenkiewicz (Polotsk, Bielorrusia, 1722 – Polotsk, 1798), sobre la llegada a Parma de jesuitas de Rusia para establecer la Compañía de Jesús.
Desde 1794 fue profesor en el Colegio Real de San Pedro de Piacenza (Plasencia), donde murió y convivió con el célebre ex jesuita portugués Manuel de Azevedo (Coimbra, 1713 – Piacenza, 1796), y a la muerte de Azevedo recogió sus papeles sobre la Asistencia de Portugal y se los envió a Luengo para que los conservara. Por esta razón se custodian y pueden consultarse en su Colección de Papeles Varios del Archivo Histórico de Loyola. En Piacenza, en cuyo colegio era maestro de Teología, continuaba Chantre cuando lo visitó su amigo el padre Luengo el 23 de mayo de 1798, de regreso a España (“Nuestra principal ocupación fue visitar en el convictorio a los de nuestra provincia, que son todavía cuatro, a saber, José Chantre...”).
Chantre se sentía viejo (falleció tres años más tarde), por lo que no retornó a España. Sin embargo, su prestigio iba en aumento, como lo demuestra el hecho de mantener correspondencia con el cardenal Lorenzana, arzobispo de Toledo, quien lo invitó a comer cuando pasó por Bolonia, acompañando a Pío VI a Parma en 1799. Quizá el mejor retrato de Chantre continúe siendo el que dejó su amigo Manuel Luengo, cuando resume (Diario, tomo XXXV. Año 1801, págs. 184- 189): “Muere en Plasencia del Parmesado el P. Joseph Chantre. Algo de su mucha piedad, talentos, magisterio en Plasencia, escritos y particular estimación del Serenísimo Duque D. Fernando”.
Por consejo de Manuel Luengo y otros jesuitas, escribió su obra capital, la Historia de las Misiones de la Compañía en el Marañón Español (1637-1767), que habían pertenecido a la provincia de Quito. Sin haber estado en América, compuso esta obra basándose en El Marañón y Amazonas (Madrid, 1684) del historiador y jesuita Manuel Rodríguez Villaseñor (Cali, Colombia, 1628 – Cádiz, España, 1684), en los Varones Ilustres del jesuita y miembro fundador de la Real Academia Española, José Cassani (Madrid, 1673 – Alcalá de Henares, 1750), y en las cartas y diarios proporcionados por los jesuitas de la provincia de Quito, que vivían en Bolonia y Faenza. Contó sobre todo con el asesoramiento de los hermanos Manuel Joaquín Uriarte (Zurbano, Álava, 1720 – Vitoria, Álava, 1802) y Martín Uriarte, misioneros que habían trabajado en el Marañón. El libro de Chantre se publicó en Madrid (1901) con la inclusión del mapa del Marañón hecho por Francisco Javier Veigel (Graz, Austria, 1723 – Klagenfurt, Austria, 1798) durante su prisión en Lisboa.
La Historia Missionum Jesuiticarum apud Maynas in Provincia Quintensi, en folio, permaneció olvidada hasta que fue descubierta y publicada por un jesuita quiteño, Elías Mera, cuando estudiaba en Madrid en 1901. Obra muy rara y fundamental para conocer las misiones de Maynas fue publicada en Madrid con el título de Historia de la Compañía de Jesús en el Marañón español. Curiosamente, Chantre, que, como se ha subrayado, nunca estuvo en América, dejó la más extensa y minuciosa historia de las misiones de Maynas y los historiadores actuales acuden a ella en busca de datos. Así, Chantre manifiesta su preocupación por la pérdida de obras misioneras por el descuido de los curas seculares que sustituyeron a los jesuitas en las misiones. En otro pasaje, Chantre describe a los indios xeberos como ciudadanos ejemplares: “Su rendimiento y subordinación a los que manden es ejemplar, y en los mayores riesgos y peligros de la vida no saben jamás dejar su puesto, y en él se mantienen firmes hasta morir o sujetar al enemigo”.
Hervás concluye el artículo de Herrera aludiendo a los manuscritos de “Algunos tratados teológicos”. Al estilo del padre Chantre se le ha achacado su farragosidad, pero es precisamente la abundancia de detalles lo que nos permite conocer las características de la cultura indígena, del medio ambiente de la región y de la época, inspirado fundamentalmente en el padre Manuel Joaquín Uriarte.
Obras de ~: Tractatus theologicus de charitate, eiuque discrimine ab spe theologica et religione, caeterisque virtutibus infusis, in quo expenditur ad loca theologica systema Cl. D. Joannis Vincentii Bolgeni de Amore Dei. Accedit Appendix super novissima eiusdem Apologia. Auctore Josepho Chantre Herrera, presbytero hispano, Bolonia, 1792; Dissertatio Theologico-dogmatica de infallibilitate Summi Pontificis in rebus Fidei definiendis. Auctore Josepho Chantre Herrera, hispano in regio S. Petri Placentino convictu Theologiae dogmaticae professore. Accedunt Theses de Fide, Spe et Charitate quas in hoc primo erecti convictus anno dictavit ipse et explanavit pomeridiano tempore, Parma, 1794; Historia de las Misiones de la Compañía de Jesús en el Marañón Español (1637-1767), Madrid, Imprenta de A. Avrial, 1901.
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Antonio Astorgano Abajo