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Gómez Suárez de Figueroa y de Córdoba

Biografía

Suárez de Figueroa y de Córdoba, Gómez. Conde de Feria (V), duque de Feria (I). Zafra (Badajoz), p. s. XVI – San Lorenzo de El Escorial (Madrid), 7.IX.1571. Diplomático, consejero de Estado, gobernador del Milanesado.

Fue hijo segundogénito de Lorenzo de Figueroa, conde de Feria, y de Catalina Fernández de Córdoba, marquesa de Priego. Su carrera comenzó a despuntar al amparo del príncipe heredero en 1548, cuando fue nombrado gentilhombre de la boca de la Casa de Borgoña del príncipe Felipe, desde su implantación en 1548, hasta 1556, y capitán de la guardia española durante el mismo período. Estaba muy unido al favorito portugués Ruy Gómez de Silva, lo que le granjeó sin duda muchos beneficios. También tenía buena relación con Francisco de Borja.

Tuvo tres hermanos sacerdotes. Antonio (1527-1569), que ingresó en la Compañía de Jesús en 1552, había sido rector de la Universidad de Salamanca y se esperaba que fuese creado cardenal; Juan, deán de la catedral de Córdoba, y Lorenzo, que ingresó en los dominicos y fue obispo de Sigüenza.

Al ser nombrado capitán de la guardia española de la casa del príncipe, Feria hubo de acompañarle en su jornada a Flandes y al Imperio, y después a Inglaterra, donde contrajo matrimonio con lady Jane Dormer, hija de William Dormer y Mary Sydney. Fue nombrado caballero de Santiago, con la encomienda de Beas.

A su advenimiento al trono, Felipe II lo designó uno de sus consejeros, entró a formar parte del consejo de Estado, y le confirmó en el puesto de capitán de la guardia española. En 1557 el Rey le mejoró su encomienda, cambiándola por la más productiva de Segura de la Sierra. Por esos años, España estaba siendo presionada por Francia. El objetivo inmediato de los franceses era Gravelinas. Felipe se encontraba sin ejército y sin dinero, y con un posible levantamiento popular contra su esposa María Tudor, ya que era símbolo de la alianza con España. El Rey decidió entonces enviar al conde de Feria para tratar de romper la tregua inglesa y que se implicaran en la guerra contra los franceses. Feria fue quien más esfuerzos hizo por asegurar las fronteras de Irlanda frente a los franceses. Bien pronto supo que era una de las claves para proteger a Inglaterra. Al ceñir Isabel su cabeza con la corona inglesa en 1558, surgieron las disputas.

La reina nombró lord deputy —después lord liutenant—, virrey, al conde de Sussex, Thomas Radcliffe (1558-1565). Feria se había quedado en la isla para tratar de reforzar las fronteras contra los franceses, y advertía a Felipe II que no se fiaba de Sussex, pues se había mostrado remiso a la fortificación de Irlanda La misión de la embajada del conde de Feria transcurrió desde el 26 de enero de 1558, fecha en que llegó a la Corte de María Tudor, hasta mediados de mayo de 1559, en que abandonó a Isabel. La rivalidad entre Isabel I y Felipe II no brotó de modo espontáneo.

En vida de María Tudor, cuando Isabel andaba perseguida y encarcelada por ella, don Felipe interpuso su influjo benévolo y conciliador. La reina, por su parte, no despreció su ayuda. En 1558 optaban a su mano el hijo del Rey de Suecia, el archiduque Carlos, y el duque Adolfo, hermano del Rey de Dinamarca.

El duque de Feria abrió formales negociaciones para pedir la mano de la reina, que fueron frustradas por el enlace con Isabel de Valois.

Fue entonces cuando pidió al padre Pedro de Ribadeneira que la Compañía de Jesús enviara alguno de sus miembros a Inglaterra con el fin de obrar la restauración católica. En esta etapa se fragua en él un odio fuerte contra Isabel I, y la responsabiliza de todos los males en la Cristiandad y en particular en España.

Feria era completamente contrario a la política del Rey. En noviembre, un mes antes de que Felipe II ordenara que se suspendiera toda negociación con los irlandeses, Feria advertía al embajador Álvaro de la Quadra, uno de sus más apasionados amigos entre los personajes de la época, que debía comunicar al Rey que Irlanda era muy importante para España.

Para mantener el espíritu de resistencia dentro de la isla, durante la segunda mitad del Quinientos, Irlanda contó con observadores militares españoles que adiestraron en el combate a los inexpertos irlandeses.

Además, España mantendrá a partir de 1570 en sus unidades militares numerosos irlandeses, que con el paso del tiempo llegarán a formar un regimiento, el cual fue un verdadero terror para los ingleses y flamencos.

De hecho, un personaje importante como el capitán Juan Martínez de Recalde se encargó por orden directa de Felipe II —inspirado por el duque de Feria— a finales de enero de 1570 de facilitar el acceso a Irlanda de dos espías militares.

En 1567 recibió el título de I duque de Feria. En enero de 1568 se encargó de encarcelar al príncipe Carlos, muestra de la gran confianza que el Rey había depositado en él. Su madre, que era discípula del maestro san Juan de Ávila, falleció en 1569. Pío V envió un encendido pésame a la viuda.

En ese año fue embajador extraordinario en Portugal para poner fin a las tensiones familiares entre don Sebastián y su abuela Catalina de Austria, aunque no logró ningún éxito. En 1570 entró en pleitos con su hermano el marqués de Priego, Alfonso Fernández de Córdoba.

Dada su preocupación por los asuntos ingleses, organizó la liberación de María Estuardo junto con Ridolfi y el duque de Norfolk. El plan de invasión de Inglaterra fue aprobado por el Consejo de Estado el 7 de julio de 1571, exactamente tres meses antes de la victoria de Lepanto. Entre los consejeros estaban Feria, Ruy Gómez y el cardenal Espinosa.

Lady Anne Hungerford, hermana de la duquesa de Feria, era una de las personas que más favorecían a los ingleses exiliados en Lovaina, donde vivió gracias a una pensión de Felipe II. La táctica de Isabel I era enfrentar a sus enemigos entre sí, como hizo con el duque de Alba y el duque de Feria en 1571. Por esta razón Alba no ayudó a la rebelión de los condes de Nortumberland y Westmoreland cuando entraron en guerra contra Isabel I. Además, por estas tensiones, Alba después fue siempre contrario a todo intento de invadir Inglaterra, oponiéndose así a Feria.

Que el 7 de septiembre Isabel I arrestara a Norfolk y el inesperado éxito en el Mediterráneo, y sobre todo la oposición del duque de Alba frustraron definitivamente las esperanzas españolas de invasión, y después de dos años de inactividad se buscó una alianza comercial con Inglaterra, a pesar de la excomunión de Isabel I. Feria murió inesperadamente en El Escorial el 7 de diciembre de 1571.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, Testamento, Fondo Osuna.

H. Clifford, Life of Jane Dormer, duchess of Feria, vol. 62, London, Quarterly Ser, 1887; M. Fernández Álvarez, Tres embajadores de Felipe II, Madrid, Instituto Jerónimo Zurita, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1951; F. Mazo Romero, “Los Suárez de Figueroa y el Señorío de Feria”, en Historia. Instituciones. Documentos, 1 (1974), págs. 111-164; A. de Figueroa y Melgar, conde de Tovar, “Los Suárez de Figueroa, de Feria y Zafra”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 172 (1975), págs. 139-168; F. Barrios, El Consejo de Estado de la Monarquía española (1521-1812), Madrid, Consejo de Estado, 1984; M. Sánchez Gómez-Coronado, El ducado de Feria al final del Antiguo Régimen, Mérida, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Centro Regional de Extremadura, 1993; J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II (1521-1598). La configuración de la Monarquía Hispánica, Salamanca, Junta de Castilla y León- Consejería de Educación y Cultura, 1998; J. M. Valencia Rodríguez, Señores de la tierra. Patrimonio y rentas de la Casa de Feria (siglos XVI y XVII), Mérida, Ed. Regional Extremadura, 2000; E. García Hernán, La acción diplomática de Francisco de Borja al servicio del Pontificado 1571-1572, Valencia, Generalitat Valenciana, 2000.

 

Enrique García Hernán

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