Sanz Posse, José Laureano. Marqués de San Juan de Puerto Rico (I). Alcalá de Henares (Madrid), 4.II.1819 – Madrid, 22.XII.1898. Militar y político.
Era hijo del teniente general Laureano Sanz y Soto de Alfeirán, caballero Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Fernando, y de Leona Posse Aguiar.
Ingresó en julio de 1833 en clase de cadete en el Regimiento de Infantería de Cazadores del Rey, siguiendo en él sus estudios al tiempo que participaba en operaciones de campaña contra los carlistas en el distrito de Cataluña, siendo promovido a subteniente en el mes de marzo de 1834.
En el mes de diciembre de 1835 intervino en la provincia de Lérida en la acción de San Lorenzo de Piteus (o de Morunys) contra Tristany, al que se obligó a abandonar la población. Al mando de Miralles doscientos carlistas se refugiaron en el Santuario de Nuestra Señora del Hort (o de Lord), al que se puso sitio, lo que obligó a sus defensores a abandonarlo al mes siguiente. En mayo se halló en la acción de Granadella (Lérida), continuando el resto del año en operaciones por varios pueblos de la alta montaña. Antes de terminar el año fue trasladado al Regimiento de Borbón.
En enero de 1837 fue puesto a las inmediatas órdenes de su padre, entonces brigadier, que había sido nombrado comandante militar de la provincia de Burgos. Con él se dirigió al año siguiente a Andalucía en persecución de la expedición del general Basilio García, al que se enfrentó en el mes de febrero en la acción de Úbeda y Baeza (Jaén), en la que fue derrotado este jefe carlista y obligado a retirarse, y en la que el teniente Sanz por su bravo comportamiento mereció el grado de capitán. Seguidamente contribuyó a la derrota en Castril (Granada) de la División mandada por el coronel Tallada, por lo que fue recompensado con la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase. En mayo pasó a pertenecer al Ejército del Norte, en cuyas filas intervino al mes siguiente en el sitio y toma del fuerte de Peñacerrada (Álava).
Habiendo sido nombrado su padre capitán general de Galicia en el mes de marzo de 1839, le acompañó a su nuevo destino, saliendo muy pronto a operaciones contra los carlistas, a los que se enfrentó en las acciones de Sarria y Monforte (Lugo). En el mes de noviembre ganó el empleo de capitán por méritos de guerra.
Al término de la guerra abandonó Galicia y se incorporó a su regimiento en Bilbao. Durante los años siguientes prestó servicio en esta plaza y en las de Vitoria, Valladolid y Barcelona.
En el mes de julio de 1843 se adhirió al alzamiento nacional, formando parte del cuerpo expedicionario que desde Barcelona se trasladó a Madrid, desde donde partió hacia Zaragoza para intervenir en el bloqueo puesto a esta ciudad, tras cuya capitulación marchó a tomar parte en el sitio de Barcelona. Por su comportamiento fue agraciado con el empleo de segundo comandante.
Desde octubre de 1843 a junio de 1845, desempeñó el cargo de ayudante de campo de su padre, sucesivamente en los distritos de Cataluña, Granada y Galicia. Aunque fue hecho prisionero durante la sublevación que tuvo lugar en Lugo en el mes de abril de 1846, consiguió fugarse y participar seguidamente en la toma de dicha plaza, por lo que se le concedió el empleo de primer comandante. Posteriormente siguió a Madrid a su padre, que había sido nombrado ministro de la Guerra. En marzo de 1847 pasó a formar parte del Ejército Expedicionario a Portugal, se halló en todas las operaciones realizadas por estas tropas hasta la toma de Oporto, y pasó a continuación destinado al Batallón de Cazadores de Barbastro, al que se incorporó en Cataluña, interviniendo enseguida en operaciones contra las fuerzas carlistas, a las que se enfrentó en enero de 1849 en la acción de San Quirce de Besora (Barcelona). Su valor le valió la concesión de otra Cruz de San Fernando de 1.ª Clase.
En febrero combatió en las alturas de Requeséns (Gerona) a las facciones republicanas de Ametller y Molins, en marzo dispersó al enemigo entre Olot y San Bartolomé del Grau (Gerona) y en abril se enfrentó a Tristany en Matamargó (Barcelona), siguiendo en operaciones hasta la finalización de la guerra.
Entre 1850 y 1853 prestó servicios de guarnición en Tortosa, Valencia y Málaga, formando parte del Batallón de Cazadores de Barbastro. Se le concedió por gracia el empleo de coronel en enero de 1852, y pasó a continuación a mandar, sucesivamente, los regimientos de Guadalajara y del Infante; en 1854 se adhirió al alzamiento nacional.
Los años siguientes residió con su unidad en Málaga y Granada, y fue promovido a brigadier por gracia especial en el mes de agosto de 1856, confirmándosele en el mando del Infante.
En diciembre de 1860 fue nombrado segundo cabo de la Capitanía General de Aragón y gobernador militar de la plaza de Zaragoza, cargo que desempeñaría hasta su ascenso a mariscal de campo en febrero de 1866. Tres meses después se le destinó a las Islas Filipinas como segundo cabo, donde se hizo cargo interinamente en el mes de julio de la Capitanía General, para dos meses después ser relevado por el general Narváez, presidente del Consejo de Ministros y ministro de la Guerra, y obligado a regresar a España. Al haber remitido desde Manila en el mes de septiembre una carta de queja al ministro por su destitución, fue arrestado a su llegada a España y seguidamente procesado por insubordinación y desacato, resultando condenado a un año de prisión en el castillo de Santa Bárbara de Alicante y a ser privado de la Gran Cruz de San Hermenegildo, que ostentaba. En mayo de 1867 fue indultado y pasó a la situación de cuartel en Madrid, donde permaneció hasta que al producirse el levantamiento nacional de septiembre de 1868 fue ascendido a teniente general y nombrado ministro del Tribunal Supremo de Guerra y Marina, para hacerse cargo a continuación de la Capitanía General de la Isla de Puerto Rico.
En abril de 1870 fue relevado del anterior cargo, regresando a la Península y quedando de cuartel en Madrid.
En 1874 volvió a ser nombrado capitán general de Puerto Rico, resultando apercibido en el mes de octubre de 1875 al haber ejecutado una sentencia en desacuerdo con el auditor, siendo relevado del cargo al mes siguiente.
Durante su permanencia al frente de dicha capitanía introdujo en la isla el Cuerpo de la Guardia Civil y reorganizó el de Voluntarios, apoyándose durante su gobierno en los conservadores en su lucha contra el separatismo. Desarrolló las comunicaciones, estableciendo en 1869 el telégrafo entre San Juan y Arecibo, y en los años siguientes el cable submarino con las islas de Saint Thomas y Jamaica. También mejoró el trato que se le daba a los esclavos. Durante su segundo mandato luchó contra las ideas revolucionarias, reprimiendo la libertad de prensa y disolviendo las diputaciones y ayuntamientos.
A su llegada a la Península permaneció de cuartel en Madrid hasta que en 1881 fue nombrado inspector general de Carabineros. En 1885 pasó a desempeñar el mismo cargo en el Cuerpo de Ingenieros y retornando al anterior en 1886, para mantenerse en él durante los siguientes siete años. Ese mismo año de 1886 instaló el Colegio de Educandos del Cuerpo de Carabineros en el castillo de Villaviciosa de Odón (Madrid).
En 1893 se hizo cargo de la presidencia de la Junta Consultiva de Guerra, en la que cesó al año siguiente por pase a la situación de reserva, y continuó su residencia en Madrid hasta su fallecimiento cinco años más tarde.
A lo largo de su vida militar se le concedieron las Grandes Cruces de San Hermenegildo (1866) y al Mérito Militar con distintivo blanco (1886). Fue diputado a Cortes por Puerto Rico (1871 a 1873), senador por la provincia de Puerto Rico (1879) y vitalicio (1881), concediéndosele en 1883 la merced de un título nobiliario con la denominación de marqués de San Juan de Puerto Rico.
Estuvo casado con María Josefa Peray.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. S-1924; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 65 n.º 4, 69 n.º 5 y 72 n.º 16; Archivo del Senado, HIS-0433-03.
José Luis Isabel Sánchez