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Juan (II) Núñez de Lara

Biografía

Núñez de Lara, Juan (II)El Mozo. ?, c. 1270 – Burgos, 1315. Noble y ricohombre castellano.

Hijo de Juan Núñez de Lara y Teresa Álvarez de Azagra. Pese a su primera obediencia a Sancho IV, en ocasiones se sintió amenazado por el Monarca, como cuando se refugió en el Monasterio de San Andrés de Arroyo. En 1290 prestó fidelidad a Alfonso III de Aragón, en lo que parece un intento de los Lara por recuperar Albarracín. De regreso en Castilla, se acordó su matrimonio con Isabel, sobrina de la Reina y señora de Molina, pero la muerte de su esposa, la consiguiente pérdida de Molina y la prisión de su padre, movieron a Juan Núñez II a aliarse con el infante Don Juan en contra del Rey. En 1293 acabaron acatando la autoridad regia, lo que les permitió obtener importantes oficios y rentas.

Sancho IV le encomendó que velara por los intereses del futuro Fernando IV y obedeciera en todo momento a la reina María de Molina (1295), aunque posteriores tensiones le llevaron a reconocer por rey a Alfonso Fernández de la Cerda, participando junto a éste, el infante Pedro de Portugal y Jaime II de Aragón en una incursión contra el joven Fernando IV. En esta actitud debió de influir su interés por recuperar el señorío de Albarracín, que le correspondía por herencia materna, iniciando las negociaciones tendentes al reconocimiento de sus derechos.

En 1297 se alió con el infante Don Juan, acuerdo refrendado por el matrimonio entre el de Lara y una de las hijas de aquél. No olvidó su interés por Albarracín, logrando de Jaime II, a cambio de su fidelidad, la cesión de ese señorío y de otras plazas cercanas. En 1299 atacó La Rioja con tropas francesas, navarras y aragonesas, siendo capturado en Alfaro por Juan Alfonso de Haro, señor de los Cameros. El infante Don Enrique logró su liberación, a cambio de su matrimonio con Juana, hermana del de Lara, mientras el otrora rebelde, viudo y sin sucesión, casó en terceras nupcias con María Díaz de Haro III —sobrina de la esposa del infante Don Juan—. Este acercamiento a los castellanos sancionaba su ruptura con Jaime II, quien ocupó definitivamente Albarracín.

Si bien Juan Núñez regresó a la fidelidad de Fernando IV —procurando su alejamiento de María de Molina— y se hizo cargo de su mayordomía mayor, en 1302 surgieron nuevas desavenencias entre los nobles. Pese a los intentos regios, Juan Núñez reafirmó sus pactos con el infante Don Juan, casando a su hermana Teresa con Don Alfonso, hijo de aquél. Vuelto momentáneamente a la obediencia y beneficiado con el adelantamiento de Andalucía, participó en 1303 en ciertas conversaciones con Jaime II, aunque no tardó en incitar la rebelión a Diego López de Haro, enfrentado al infante Don Juan por el señorío de Vizcaya. El entendimiento logrado en 1307 no satisfizo a Juan Núñez, interesado en controlar varias plazas castellanas y en reclamar Albarracín, y nuevas desavenencias le llevaron a rebelarse desde su castillo de Torrelobatón. Aliado de nuevo con el infante Don Juan, retomaron el entendimiento con Fernando IV al año siguiente, época en la que el de Lara logró amplia influencia sobre la corte.

Participó en las campañas de Gibraltar y Algeciras, fue embajador ante la corte papal e intervino en los conflictos surgidos entre el Rey y el infante Don Juan, negándose a colaborar con el Rey en este asunto. Las fricciones entre los distintos bandos se vieron agravadas por el fallecimiento del Soberano en 1312, pues unos y otros deseaban controlar al joven Alfonso XI. Juan Núñez aunó posturas en contra del infante Don Pedro y se hizo vasallo del rey portugués, logrando la temporal custodia de Alfonso XI. Por entonces el magnate ostentaba el indiscutible liderazgo de un importante sector de la nobleza castellana. Sin embargo, fue a su aliado, el infante Don Juan, a quien se nombró regente en 1313, aunque con la oposición de gran parte del reino. Finalmente se alcanzó el acuerdo en 1314, un año antes de fallecer el de Lara, cuando María de Molina se hizo cargo de su nieto. Juan Núñez II falleció durante las Cortes de Burgos de 1315, legando su poder e influencia a su sobrino Juan Núñez III, pues su descendencia no le sobrevivió.

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateo de Llanos y Guzmán, 1696; C. Rosell (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla, Madrid, Atlas, 1875 (col. Biblioteca de Autores Españoles, vol. 68); M. Gaibrois de Ballesteros, Historia del reinado de Sancho IV de Castilla, Madrid, Editorial Voluntad, 1922; J. Zurita, Anales de la Corona de Aragón, ed. de A. Ubieto Arteta y M. D. Pérez Soler, Valencia, 1967 (ed. de A. Canellas López, Zaragoza, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Institución Fernando el Católico, 1967-1986, 9 vols.); S. de Moxó“La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia, 6 (1975), págs. 187-326; C. González Mínguez, Fernando IV de Castilla (1295-1312). La guerra civil y el predominio de la nobleza, Valladolid, Universidad, 1976; L. F. Lindley Cintra (ed.), Crónica General de 1344, Lisboa, Academia Portuguesa da Historia, 1950-1990; S. R. Doubleday, The Lara Family: Crown and nobility in medieval Spain, Cambridge-London, Harvard University Press, 2001; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.

 

Antonio Sánchez de Mora