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Margarita de Pedroso y Sturdza

Biografía

Pedroso y Sturdza, Margarita de. Condesa de San Esteban de Cañongo (VII), condesa de Madan (II). Bruselas (Bélgica), 1.III.1911 – Madrid, 17.I.1989. Poetisa, narradora, articulista y mecenas.

Margarita de Pedroso fue la segunda de las tres hijas de los condes de San Esteban de Cañongo, Luis de Pedroso y Madan y la princesa de origen moldavo Marie Sturdza. Nació en Bruselas a causa de la labor que como secretario de embajada que desarrollaba en la capital belga su progenitor, miembro del Cuerpo Diplomático español. La pequeña Margarita pasó su niñez viajando por el mundo junto a sus padres y sus hermanas Dolores y Mercedes: los destinos del conde los llevaron a vivir a Washington y Estocolmo, pero además la familia pasaba largas temporadas con sus parientes en París, Biarritz y Rumanía. Los condes de San Esteban de Cañongo y sus hijas se asentaron definitivamente en Madrid en 1926.

Margarita de Pedroso, niña políglota, excelente jinete y con una firme vocación por la pintura, la cual desarrolló con gran dedicación desde los once hasta los dieciocho años –fue alumna del pintor pacense Timoteo Pérez Rubio y de uno de los grandes retratistas españoles, el onubense Daniel Vázquez Díaz–, decidió, más tarde, volcar sus inquietudes artísticas en la escritura, en particular en la poesía, gracias a la positiva influencia que tuvo sobre ella la poeta Rosa Chacel, casada con Pérez Rubio. El primer texto publicado por Pedroso fue el ensayo “Hacia Galilea”, que apareció en las páginas de Revista de Occidente, dirigida por José Ortega y Gasset, en la primavera de 1932, cuando su autora tenía veintiún años. Tras esta publicación, Pedroso se convirtió en un miembro activo de la asociación literaria conservadora “Los Jóvenes y el Arte”, se codeó con el círculo de jóvenes falangistas más cultivados –entre los que destacaban Agustín de Foxá, José Antonio Primo de Rivera, Dionisio Ridruejo o Luis Escobar, quien fue uno de sus grandes amigos–, y publicó poemas en algunas de las revistas más selectas de la España de preguerra, como La Gaceta Literaria, Héroe, Noreste y Floresta de Prosa y Verso.

Una vez fallecida su madre, en 1931, Margarita de Pedroso se hizo muy amiga de Juan Ramón Jiménez, el cual la recibía en su casa madrileña en calidad de mentor, como hacía con otros poetas debutantes. Pero con Margarita la amistad derivó en un amor platónico que acabó con la intervención del padre de la joven, molesto por el cariz que estaba tomando la relación. Tras el fin de su amistad con Jiménez, Pedroso abandonó Madrid –había comenzado a estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Central, lugar en el que también siguió un curso de griego para oyentes– para matricularse en un curso de lengua inglesa en la Universidad de Oxford. Después, fue alumna de los cursos de periodismo que organizaba en Madrid la escuela del diario católico El Debate.

El amor juvenil, intenso e idealizado que sintió por Juan Ramón Jiménez, maduró en la mente de la escritora hasta impulsar la redacción de un poemario, Rosas (Historia de infancia y amor), publicado en diciembre de 1939. Los versos de Rosas fueron redactados entre los años 1935 y 1936, y su autora tenía prevista su publicación una vez pasado el verano del 36 –llegó a sacar un adelanto en la revista Mundial en el mes de junio de ese año–. Obviamente, el estallido de la Guerra Civil impidió el lanzamiento del libro, que vería la luz tres años después en la imprenta madrileña de Silverio Aguirre.

Margarita de Pedroso pasó la Guerra Civil entre París –adonde pudo huir gracias a la nacionalidad rumana que tenía por el origen de su madre–, la España de Franco –en Burgos, donde ejerció como enfermera de guerra en el hospital local y donde trabajó en la Editorial Nacional por mediación de Dionisio Ridruejo– y Polonia, país al que acompañó a su padre cuando este reingresó en el Cuerpo Diplomático –Luis de Pedroso, monárquico declarado, había solicitado la baja del mismo tras la proclamación de la Segunda República– reorganizado por el Gobierno de Franco. Sin embargo, la invasión nazi de la ciudad de Danzig, el 1 de septiembre de 1939, provocó la huida de Luis de Pedroso y su hija desde Varsovia hacia Rumanía para finalmente volver a España.

Una vez acabada la Guerra Civil, Margarita de Pedroso retomaba su vida en el Madrid de posguerra. Asistía a veladas culturales, publicaba artículos en la prensa y viajaba mucho, en parte gracias a sus relaciones de amistad con la aristocracia europea y con las familias reales de Rumanía y Serbia. Fue por entonces cuando Pedroso se inició en la literatura infantil con un libro de cuentos, Cabeza a Pájaros y la Infanta y otros cuentos (1945). José María Pemán escribió en La Vanguardia una reseña en la que comentaba que en los textos de Pedroso se aprecian rasgos del cuento infantil más clásico y puro, animados por un claro optimismo y un toque de ironía; no obstante, advierte tanto melancolía como ingenuidad en sus páginas. Uno de los cuentos, el que da título al libro, se publicó traducido en Francia en la revista L’Arche.

A continuación, entre 1948 y 1949, la escritora viajó por Argentina y Chile. En Buenos Aires se reencontró con Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, su esposa. El periplo por Sudamérica le inspiró un segundo libro, El volcán y el potro de Coipúe. Cuentos americanos (1951). Destacó de esta obra Melchor Fernández Almagro en ABC lo novedoso del asunto y los ambientes tratados.

Como articulista, destacan las colaboraciones de Margarita de Pedroso con los diarios de la prensa madrileña Ya y ABC, a los que hay que añadir sus textos para los chilenos El Imparcial y Diario Ilustrado, además del bonaerense La Prensa.

En la década de 1950 Margarita de Pedroso se instaló casi permanentemente en Italia, al comenzar allí una relación sentimental. Aprovechó su estancia para enviar a ABC una serie de crónicas relacionadas con la celebración de los Juegos Olímpicos de Roma en 1960. Asimismo, comenzó a tomar notas para una biografía sobre el emperador romano Marco Ulpio Trajano, proyecto ideado por su madre, Marie Sturdza, y que su hija retomó, aunque no llegó a finalizarlo.

Fallecida su pareja sentimental, Margarita de Pedroso se instaló de nuevo en Madrid en 1971. Gracias a una amiga conoció la villa alcarreña de Brihuega, de la que se enamoró, y comenzó una lucha para promover la restauración y conservación de un patrimonio histórico-artístico que consideraba en peligro de desaparición. Para ello, creó la Asociación de Amigos de Brihuega en 1978, se dirigió a ministerios, diputaciones y ayuntamientos para pedir ayudas, e incluso adquirió una vieja casona que reformó adecuadamente y que se convirtió en su vivienda preferida. Tras la muerte de su hermana Dolores en 1986, Margarita ostentaba los títulos nobiliarios de condesa de San Esteban de Cañongo y de Madan.

En 1988 le fue detectado un grave tumor cerebral que la llevó a estar ingresada una larga temporada en una clínica. La escritora falleció el 17 de enero de 1989 en Madrid, a los 77 años. Los restos mortales de Margarita de Pedroso fueron sepultados en la cripta de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid, en el sepulcro de los condes de San Esteban de Cañongo, junto a sus padres y su hermana mayor.

 

Obra de ~: “Hacia Galilea”, en Revista de Occidente (RdO), año X, 108 (mayo-junio de 1932), págs. 281-300; “Tres poemas”, en La Gaceta Literaria, época 6, 123 (mayo de 1932); “Inicia tu vida”, en Héroe, época 1, 5 (1933); “Al niño que corona el Primer Centenario del Romanticismo Español”, en Noreste, época 1, 10 (primavera de 1935); “Boadilla del Monte” y “Las rosas de Ispahán”, en [M. Rodríguez de Rivas (ed.)], Los crepúsculos, Madrid, Concha Méndez y Manuel Altolaguirre, [1936]; “Me enseñarás a hablar más alto”, en Floresta de Prosa y Verso, 3 (1 de junio de 1936); “Viejas estampas”, en Mundial, 3 (junio de 1936), pág. 10; Rosas (Historia de infancia y amor), Madrid, Silverio Aguirre, 1939; “Crepúsculo en Viena”, en Y, 1 de junio de 1938, pág. 3; Cabeza a Pájaros y la Infanta y otros cuentos, [s.l.], [s.n.], 1945; “Tête d’oiseau et l’Infante”, en L’Arche, 7 (diciembre 1944-enero 1945); “Influencia de Rubén Darío en la poesía española”, en Atenea, 300 (junio de 1950); El volcán y el potro de Coipúe. Cuentos americanos, [s.l.], [Instituto de Cultura Hispánica], 1951; “Los Juegos Olímpicos. Sus orígenes legendarios”, en ABC, 24 de mayo de 1960, págs. 5 y 7; “Los Juegos Olímpicos. Olimpia”, en ABC, 26 de mayo de 1960, págs. 17 y 19; “Los Juegos Olímpicos. Los tiempos modernos. La Bella Durmiente se despierta”, en ABC, 28 de mayo de 1960, págs. 17, 19 y 21; “Tres torres gemelas. La Kutubia, la Giralda y Torre Hassan”, en ABC de Sevilla, 11 de junio de 1960, págs. 11 y 13; “Llamamiento edilicio”, en ABC, 23 de junio de 1964, págs. 49 y 52; “Los amigos de Brihuega”, en ABC, 6 de enero de 1979, pág. 75; “Hacia Galilea”, en RdO, 40 (septiembre de 1984), págs. 93-107; “Encuentro con Juan Ramón en Buenos Aires”, en Cuadernos de Zenobia y Juan Ramón (CZJR), 2 (verano de 1988), págs. 66-68; “Cinco poemas de Rosas”, en CZJR, 3 (primavera de 1989), págs. 31-35; El gitanillo, las rebecas y la xana (inéd.); Todo o nada (inéd.).

 

Bibl.: M. Fernández Almagro, “Críticas y noticias de libros. Tres libros de mujer”, en ABC, 8 de febrero de 1940, pág. 6; J. M.ª Pemán, “Un libro en estado de sitio”, en La Vanguardia, 10 de enero de 1946, pág. 5; J. R. Jiménez, “Margarita de Pedroso”, en R. Gullón (ed.), Españoles de tres mundos, Aguilar, 1969, págs. 302-303; J. Sáez Angulo, “El amor platónico de Juan Ramón”, en Los Domingos de ABC, 5 de junio de 1981, págs. 120-121; A. del Villar, “Margarita de Pedroso y Sturdza”, en CZJR, 3 (primavera de 1989), págs. 31-32; J. M. de Prada, “Rosas para Juan Ramón”, en ABC, 30 de marzo de 1999, pág. 3; J. M. de Prada, “Las rosas de Margarita de Pedroso”, en Desagarrados y excéntricos, Seix Barral, 2001, págs. 397-441; J. M. de Prada, “Muchas rosas y una Margarita”, en ABC, 26 de julio de 2016, pág. 16; J. Martín, “Capul de bour en la Catedral de la Almudena de Madrid: el panteón de los Pedroso-Sturdza”, en Periódico El Rumano en España, 18 de junio de 2018, [en línea], disponible en http://www.periodicoelrumano.es/capul-de-bour-en-la-catedral-de-la-almudena-de-madrid-el-panteón-de-los-pedroso-turdza/; J. Sáez-Angulo, “Mi amiga Margarita de Pedroso y Sturdza, escritora y mecenas”, en La Mirada Actual, 7 de junio de 2020, [en línea], disponible en http://lamiradaactual.blogspot.com/2020/06/mi-amiga-margarita-de-pedroso-y-sturdza.html; J. S. Ciechanowski, “Luis de Pedroso y Madan”, en Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico electrónico, [en línea], disponible en http://dbe.rah.es/biografias/64467/luis-de-pedroso-y-madan.

 

Juana Coronada Gómez González