Calleja e Isasi, Emilio. Burgos, 29.V.1829 – Guernizo (Astillero, Cantabria), 9.IX.1906. Militar y político.
Ingresó en el Colegio Militar de Madrid, en calidad de cadete, el 21 de septiembre de 1845, obteniendo sucesivamente los empleos de subrigadier y subteniente.
En 1849 ocupó vacante de oficial de Infantería en el Batallón Toledo 45. Hasta su ascenso a teniente, en abril de 1854, prestó servicios en unidades de Valladolid, La Coruña, Lugo y Orense. Su primer destino como teniente fue el Regimiento de Infantería Castilla n.º 16, destacado en Tortosa. El 19 de julio partió hacia Reus, a las órdenes del brigadier Ignacio Plana, para sofocar la rebelión que se había producido en aquella plaza. Formando parte de la Compañía de Granaderos del primer batallón intervino en la toma del convento de San Francisco, soportando durante cinco horas el intenso fuego de los sublevados hasta lograr su rendición. Por esta acción fue ascendido a capitán.
Durante dos años desempeñó en el regimiento el cargo de maestro de cadetes, instruyendo a los jóvenes aspirantes a oficial que eran acogidos en la unidad.
En esta misión permaneció hasta el 6 de abril de 1859 que pasó voluntariamente al Cuerpo de Infantería de Marina. En el nuevo destino mandó una compañía en la localidad gaditana de San Fernando.
A los pocos meses se hizo cargo de la dirección de las escuelas existentes en la brigada de El Ferrol, y continuó ejerciendo la función docente con los cadetes del Cuerpo.
Ascendido a comandante en febrero de 1861, Calleja mandó uno de los batallones de su brigada hasta septiembre de 1863, cuando embarcó rumbo a Puerto Rico. A su llegada a la isla, pasó destacado a los campamentos de Ponce y Mayague. Pero en diciembre se le destinó a Santo Domingo al mando de dos compañías de infantes de Marina. En una brillante operación militar logró apoderarse de la bahía de Samaná y fortaleza de Cacaos, de la que fue nombrado gobernador.
En Puntabalandra se hizo cargo de las tropas mandadas por el general dominicano Pascual Ferrer, herido en combate. En marzo de 1864 se puso a las órdenes del mariscal de campo Antonio Abad Alfau y entró en acción, sucesivamente, en el río Saína y la localidad de Manoguaya donde sus tropas infligieron dura derrota al enemigo cogiéndole varios prisioneros y dos cañones.
Por estas acciones fue ascendido a teniente coronel.
Regresó a la Península en marzo de 1865, donde le fue asignado el mando del 2.º Batallón de Infantería de Marina, de guarnición en San Fernando.
En agosto de 1867 embarcó nuevamente rumbo a Puerto Rico, donde se hizo cargo de la comandancia militar del cantón de Juana Díaz. En este destino permaneció hasta su relevo en marzo del año siguiente, en que regresó a la Península al mando de su batallón en la plaza de El Ferrol.
El ascenso a coronel, alcanzado el 5 de febrero de 1869, le supuso el mando del 2.º Regimiento de Infantería de Marina en El Ferrol, hasta el 4 de octubre, fecha en que pasó con su unidad a Cuba, departamento Oriental, con campamentos en Manzanillo y Santiago.
Durante 1870, el regimiento del coronel Calleja realizó operaciones en la zona de Bayamino y Canto del Embarcadero, donde actuaban las partidas de Benigno Pérez y Luis Martínez, capturando a este último con parte de sus hombres. Tras estas y otras operaciones recibió el mando de todas las columnas que operaban en la jurisdicción del Cobre, destacando en los combates librados en la Loma del Gato, Margarita, Sempuy, Gota y Yagüecito. A las órdenes del brigadier Martínez Campos, tomó en los primeros días de 1871 el cafetal de Eliseo, donde Máximo Gómez acampaba con un millar de insurrectos. Al trasladarse el enemigo a Baracoa pasó con su unidad a Guantánamo donde prosiguieron los encuentros, como el librado contra las tropas de Calixto García en los montes de Altagracia en el verano de 1872. Por su actuación en la campaña el 9 de septiembre de 1873 fue ascendido a brigadier del Ejército, causando baja en Infantería de Marina De regreso a la Península, en noviembre se hizo cargo de una de las brigadas que sitiaban Cartagena, permaneciendo a las órdenes del general López Domínguez hasta la rendición de la plaza, el 13 de enero de 1874. Concluida su misión en la provincia de Murcia, prosiguió la lucha contra las tropas carlistas, destacando las acciones frente a los cabecillas Cucala y Palacios en Minglanilla, y Valiente en Cañamares.
A finales de mayo operó en la región de Valencia, a las órdenes del mariscal Montenegro.
Una grave disentería le obligó a regresar a Madrid, pero en agosto fue nombrado gobernador militar de Guipúzcoa. Puso sitio a Irún y obligó a levantar el que sostenían los carlistas en Pamplona. Continuó de operaciones por tierras de Teruel, donde destacó en las de Mirambel, Tronchón y Cantavieja. Por su actuación durante la campaña fue ascendido a mariscal de campo con fecha 14 de noviembre de 1875.
El mariscal Calleja pasó destinado a Cuba en enero de 1876 como 2.º cabo de la Capitanía General de la isla dirigiendo, además, las subinspecciones de Infantería, Caballería y Artillería. Durante meses recorrió los diferentes destacamentos instalados en el territorio de las Villas, librando frecuentes combates contra los principales cabecillas de la insurrección. En julio de 1877 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Santa Clara, cargo que desempeñó durante dos años. El 20 de junio de 1880 ascendió a teniente general y en marzo de 1881 regresó a la Península, donde fijó su residencia en la localidad santanderina de Guarnizo.
El 25 de julio recibió el nombramiento de capitán general de Andalucía y, en octubre del año siguiente, el mismo en Castilla la Vieja. Desempeñó el alto mando regional hasta marzo de 1886, cuando el ministro de la Guerra, Joaquín Jovellar, lo designó para ocupar la capitanía y gobierno político de Cuba, donde permaneció hasta julio de 1887.
A partir de su regreso a la Península y durante seis años ocupó sucesivamente los cometidos de director general de Artillería, de Ingenieros, inspector general de las Defensas del Reino, miembro del Consejo Supremo de Guerra y Marina, y en noviembre de 1893, nuevamente capitán general de Cuba.
Durante su mandato en la isla, Emilio Isasi introdujo numerosas reformas marcadas por una política liberal que no bastó para impedir el levantamiento independentista de febrero de 1895. Descontento con su gestión y decepcionado por el resultado final de sus inquietudes reformistas, el 24 de marzo solicitó su relevo al ministro de la Guerra, general Correa, y regresó a la Península el 3 de mayo. Pasó a la reserva por edad en 1901. Falleció en Garnizo el 9 de septiembre de 1906.
La actividad política de Emilio Isasi se inició el 8 de mayo de 1884 al ser elegido senador por la provincia de Santa Clara (Cuba) para la legislatura 1884-1888, posteriormente senador por la provincia de Valladolid el 26 de abril de 1896 para la legislatura 1896-1898, nuevamente senador electo por Puerto Príncipe (Cuba), y nombrado vitalicio el 19 de abril de 1898 en la vacante dejada por el conde de Montarco. Estaba casado con María Dolores Martín Adrián desde 1863.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), sec. 1.ª, leg. C-530; Archivo del Senado, Expediente personal del Senador D. Emilio Calleja e Isasi, por las provincias de Santa Clara, Valladolid, Puerto Príncipe (Cuba) (optó por vitalicio) y vitalicio, sign. HIS-0082-08.
Miguel Parrilla Nieto