Martínez Cabezón y Almarza, Francisco. San Román de Cameros (La Rioja), 9.VIII.1722 – Ciudad de México (México), 1799. Comerciante mayorista, empresario de la minería y alcalde de México.
Procedente de una amplia familia de pelaires (el padre era batanero), llegó muy joven a Nueva España.
Pionero en la emigración, dedicó su talento “a proyectar negocios de utilidad para su casa y de fomento para sus parientes”. Por su matrimonio con la rica criolla Guadalupe Sau se integró en la elite colonial y a mediados del siglo se contaba entre los más opulentos mayoristas del comercio internacional. Importador de cacao, que transportaba en naves propias desde Guayaquil, Tabasco y Maracaibo y exportaba a Europa a través de Cádiz. Beneficiario principal del lucrativo comercio con China a través del llamado Galeón de Manila, que anualmente arribaba a Acapulco con canela de Ceilán, sedas finas, marfil y otros ricos cargamentos. En la capital filipina tuvo como agente a Diego García Herreros, uno de los varios sobrinos, a quienes patrocinó en el comercio o pagó estudios eclesiásticos y universitarios.
Asociado a un grupo selecto de almaceneros que buscaba nuevas inversiones, se involucró en la extracción de la plata mexicana y, a partir de 1788, figuraba como accionista, gerente y administrador general de las grandes compañías mineras en Veta Grande (Zacatecas) y Bolaños (Jalisco), donde ya poseía las haciendas de Fresnillo y Matehuala; aquí colocó a numerosos jóvenes llegados de los Cameros riojanos. Ejerció suma influencia en el Consulado comercial; su prestigio le permitió figurar entre sus miembros integrado indistintamente en uno de los dos partidos peninsulares que se disputaban el poder: el vasco y el montañés.
En 1782 era alcalde de Ciudad de México. A su iniciativa se debió la fundación en 1787 de una escuela gratuita de primeras letras con casas para maestros en su pueblo natal, en la que participaron los miembros más destacados del grupo familiar. Careció de descendencia masculina, y a su única hija, María Ignacia, la casó con su sobrino Diego de Agreda; éste, con sus primos Manuel García Herreros y Blas Martínez Cabezón dieron continuidad a la dinastía comercial fundada por su tío.
Bibl.: D. A. Brading, “La minería de la plata en el siglo xviii: caso Bolaños”, en Historia Mexicana, 3 (1969), págs. 317-334; Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810), México, Fondo de Cultura Económica, 1975, pág. 263; J. E. Kicza, Empresarios coloniales. Familias y negocios en la ciudad de México durante los Borbones, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, págs. 83-87 y 103-107; E. Reinares Martínez, La Escuela de San Román y sus fundadores. Comerciantes riojanos en el Méjico colonial, Logroño, Diputación de La Rioja, 1987, págs. 9-51; García Herreros, “El Numantino”. Emigrantes, judíos, clérigos y otras vidas riojanas insólitas en la revolución liberal, Logroño, Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de La Rioja, 2006, págs. 28-30.
Ernesto Reinares Martínez