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José de la Borda

Biografía

Borda, José de la. Jaca (Huesca), 1699 – Cuernavaca (México), 30.V.1778. Minero y benefactor.

Célebre minero que llegó a Nueva España en 1716. Trabajó junto a su hermano Francisco en la mina de La Lajuela, propiedad de este último.

Algunos suponen a José de la Borda oriundo de Olorón (Francia), pero otras fuentes arguyen que el francés era su padre, el cual contrajo matrimonio con Magdalena Sánchez, española, por lo que sus dos hijos habrían nacido en Jaca.

A la muerte de Francisco en Taxco (Guerrero), uno de los reales de minas más importantes de la Nueva España, José heredó La Lajuela y dio con la veta de San Ignacio gracias a la cual inició en 1748 una gran bonanza que duraría nueve años.

Es entonces cuando Borda empezó a construir uno de los prodigios arquitectónicos de la época con la ayuda de los mejores canteros y artistas, la iglesia parroquial de Santa Prisca de Taxco (febrero de 1751-diciembre de 1758), corriendo con todos los gastos, incluidos los de ornamentación.

A sus expensas de ejecutaron varias obras públicas en la misma ciudad y auxilió generosamente a su población, así como a la de Cuernavaca en tiempos de escasez.

Trabajó asimismo en la explotación de las minas de Tlalpujahua obteniendo grandes beneficios que luego invertiría en obras de caridad en beneficio del país.

Pasada la época de bonanza económica, buscó suerte en Real del Monte (1760) y al año siguiente en Chontalpa. De regreso a Taxco en 1762, se encontraba en una mala situación pecuniaria y solicitó a la parroquia de la ciudad pequeños préstamos a interés que le fuera negados. Pero previendo más reveses de la fortuna, se reservó la propiedad de las joyas de la parroquia, entre las cuales figuraba una custodia que, devuelta y con permiso del entonces arzobispo de México, Núñez de Haro y Peralta, vendió a la catedral metropolitana.

Con ese dinero José de la Borda se dirigió a Zacatecas, donde comenzó a trabajar en la mina La Quebradilla, en donde perdió casi todo por lo que decidió abrir la Veta Grande en La Esperanza, gracias a la cual recuperó su antiguo esplendor.

Una salud precaria obligó a José de la Borda a residir en Cuernavaca, donde falleció el 30 de mayo de 1778.

 

Bibl.: VV. AA., Diccionario Universal de Historia y Geografía, México, Tipografía de Rafael, Imprenta de M. Andrade y Escalante, 1853; A. García Cubas, Diccionario geográfico, histórico y biográfico de los EE.UU. Mexicanos, México, Antigua Imprenta de Munguía, 1888; VV. AA., Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, México, Porrúa, 1965-1966.

 

Patricia Areal Torres-Murciano