Dávila, Juan. Señor de Navamorcuende y Villatoro. Ávila, ú. t. s. xiv – 1441. Noble, señor, maestresala de Juan II.
Fernán Gómez Dávila, V señor de Navamorcuende y Villatoro y también maestresala de Juan II como su hijo, casó dos veces: de su primer matrimonio, contraído en 1413 con María Blázquez, tuvo a Gonzalo Dávila y Juana Dávila; de su segundo matrimonio con Isabel González tuvo a Juan Dávila. Al morir sin sucesión el primogénito Gonzalo, le sucedió Juan, del que dice Garibay: “fue señor de Navamorcuende y Villatoro en sucesión paterna del recto vínculo de esta casa por fin sin hijos de su hermano mayor. Floreció en los tiempos del Rey don Juan sirviéndole en su casa Real de maestresala por sus méritos y los de sus pasados y en la guerra que hubo en ellos...”.
Pero su hermanastra Juana, casada en 1428 con Pedro González Valderrábano, oidor, referendario y del Consejo de Juan II, no le reconoció como heredero por ser fruto de matrimonio que consideraba ilegal, al no contar su padre con la dispensa eclesiástica necesaria (Fernán Gómez Dávila y su esposa Isabel González eran primos hermanos); por ello reclama para sí los lugares del señorío, de los que fue VII señora tras la muerte de su hermano Juan, pese a que el mayorazgo de Navamorcuende, de 1294, era de agnación artificiosa o fingida, por cuanto suponía siempre el llamamiento en primer lugar de varones hijos de varón y sólo en su defecto hijos varones de hembras y el llamamiento de éstas o de varón que no fuera agnado en cabeza de línea en último lugar, y el de Villatoro, de 1328, excluía a las hembras perpetuamente al ser de agnación rigurosa. Se inició, por tanto, una serie de pleitos e incluso Juana Dávila y su marido fundaron un nuevo mayorazgo, en 1449, a favor de sus hijos, con facultad real, en el que modificaban, en parte, el sistema de sustitución sucesoria, pues introducían el llamamiento de las hembras de la línea de primogenitura, aunque en último lugar.
Esta traslineación a favor de hembra —Juana— en perjuicio del pariente varón más próximo —Juan— dio lugar a que Gómez Dávila, VI señor de San Román y Villanueva de Gómez, y su hermano Gonzalo Dávila, maestresala del Rey Católico, pretendieran heredar tales señoríos por considerarse los varones con mayor derecho descendientes directos por línea masculina de los fundadores de los respectivos mayorazgos.
Pero no prosperaron sus pretensiones, porque el Consejo Real y la Cancillería de Valladolid, en sentencias de 3 y 4 de noviembre de 1461, fallaron a favor de Juana Dávila.
En 1592 volvió a plantearse el mismo problema al pretender los citados señoríos Gómez Dávila y Toledo, II marqués de Velada, y Diego Dávila, regidor de Ávila, parientes ambos de Enrique Dávila, XI señor de Navamorcuende, Cardiel y Villatoro, descendiente directo de Juana Dávila y preso en el castillo de Turégano por conspirar contra Felipe II. Tras un largo pleito, en 1607 el Consejo Real adjudicó al II marqués de Velada el señorío de Villatoro y a Diego Dávila, sobrino de Enrique Dávila, los señoríos de Navamorcuende y Cardiel.
Fuentes y bibl.: Instituto de Valencia de Don Juan, 46/5, Memorial del pleito de Villatoro.
J. I. Moreno Núñez, “Los Dávila, linaje de caballeros abulenses. Contribución al estudio de la nobleza castellana en la Baja Edad Media”, en En la España Medieval. Estudios en memoria del Profesor D. Salvador de Moxó, II (1982), págs. 157-172; “Mayorazgos arcaicos en Castilla”, en En la España Medieval, IV. Estudios dedicados al Profesor D. Ángel Ferrari Núñez, II (1984), págs. 695-708; J. de Salazar y Acha, La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2002; J. Sánchez Gil, El señorío de Navamorcuende hasta finales del siglo xvi, Toledo, Diputación Provincial, Ayuntamiento de Navamorcuende, 2003.
José Ignacio Moreno Núñez