Barraquer y Rovira, Carlos. Gerona, 3.I.1833 – Madrid, 1906. General de Brigada de Ingenieros.
Ingresó en el servicio en 1846 como cadete del Colegio General Militar de Segovia. Salió del citado centro en diciembre de 1848 como alférez de Caballería, siendo destinado al regimiento de tal arma denominado “de la Constitución”, de donde pasaba al “Farnesio”. En agosto de 1849 aprobaba el ingreso en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, de donde salía como teniente del Cuerpo, una vez completados los estudios reglamentarios, en 1853. Su primer destino fue el Regimiento de Zapadores Minadores (entonces, único regimiento de Ingenieros). Se halló en los sucesos revolucionarios ocurridos en Madrid en agosto de 1854 otorgándosele, con tal motivo, el grado de capitán de Infantería. Asimismo, tomó parte en los hechos que tuvieron lugar en la corte los días 14, 15 y 16 de julio de 1856, siendo recompensado, por su distinguido comportamiento en ellos, con la Cruz de San Fernando de primera clase, concedida por Real Orden de 4 de agosto de ese mismo año.
Fue promovido a capitán del Cuerpo en 1860, y en 1861 era destinado a la Dirección Subinspección de Ingenieros de Galicia, donde se le encargaba el levantamiento del plano de la Península de Ares, y al terminarlo, la dirección de los trabajos de ensanche del cuartel de San Fernando en Lugo.
En diciembre de 1861, se le confirió el empleo de comandante con destino al cuerpo de ejército mandado organizar en la isla de Santo Domingo, embarcando en febrero de 1862. En la isla se le designaba como jefe de la Comandancia de Ingenieros de la misma, ejerciendo además como Director de Obras Públicas. Desde su llegada se ocupó en los trabajos peculiares de su Cuerpo, dirigiendo la fortificación de varios puntos y estableciendo algunos puentes necesarios para las operaciones de aquella campaña, dada la situación de insurrección general. En 1863, construía cuatro fuertes exteriores a la capital para aumentar sus defensas y, posteriormente, en 1864, fortificaba la iglesia del pueblo de San Lorenzo de Minas, siendo promovido al grado de teniente coronel de Infantería, por sus servicios en Santo Domingo. En abril del citado año (1864) estaba destinado a Santiago de Cuba con objeto de incorporarse a la división allí organizada, para desembarcar en Monte Cristi (Santo Domingo). Asistió al desembarco el 16 de mayo y a la acción librada el día siguiente para tomar el pueblo y las posiciones artilladas del enemigo. Concurrió también a la acción frente al campamento atrincherado de Punto Plata, en agosto, siempre de 1864. En mayo de 1865 regresaba a la península en uso de licencia y en junio siguiente se le concedió que continuase en la misma definitivamente, perdiendo el empleo de comandante de Ingenieros con el que había pasado a Santo Domingo (el destino en ultramar llevaba consigo un ascenso en el Cuerpo únicamente mientras permaneciera en el destino). En ese mismo año se le ordenaba incorporarse a la Dirección Subinspección de Cataluña, donde permaneció largos años.
En noviembre de 1869 se le otorgó el grado de coronel del Ejército, en recompensa al mérito que contrajo en los sucesos de Barcelona, desde e1 25 de septiembre hasta la extinción de las partidas republicanas de Cataluña. En los primeros meses de 1873 estuvo realizando trabajos de fortificación para la defensa de Granollers y otros puntos de la carretera de Vich, en el marco de la última guerra Carlista. Promovido a comandante de Ingenieros en abril de ese año, era destinado al Regimiento de Ingenieros número 3, con guarnición en Pamplona, de donde salía de operaciones (tercera Guerra Carlista) en julio de ese mismo año, en el transcurso de las cuales realizaba trabajos de fortificación en el túnel de Lizarra, así como el socorro de la plaza de Estella, atacada por los carlistas, además de en las acciones en los días 11 y 12 de septiembre, en las inmediaciones de Tolosa y alturas de Choritoquieta, por las que fue recompensado con la cruz roja de segunda clase dcl Mérito Militar.
En mayo de 1874 volvía nuevamente a la Dirección de Cataluña, nombrado jefe de la Comandancia de Ingenieros de Gerona, donde realizaba nuevas acciones de campaña, como la dirección de obras de defensa de Castellón de Ampurias. En septiembre de 1875 ascendió a teniente coronel de Ingenieros, y se le confirió el mando del primer batallón del tercer regimiento de Zapadores Minadores, de nueva creación, que no llegó a ejercer por haberse dispuesto que continuara desempeñando la comandancia de Ingenieros de Gerona, realizando en Santa Coloma de Jarnés, Anglés, San Hilario de Sacalú y San Feliz de Guixols, obras por las que era recompensado con el empleo de coronel del Ejército.
En 1881 era nombrado jefe de la Comisión de Defensa de la Frontera y Acuartelamientos de la plaza de Barcelona, y en noviembre de ese año, ascendido a coronel del Cuerpo, se le designaba jefe de la Comandancia de Ingenieros de la Ciudad Condal, donde dirigió numerosas obras nuevas, como las del cuartel “Jaime I” y el edificio “Roger de Lauria”, ejerciendo a la vez el cargo de director de telégrafos militares del distrito de Cataluña y otras importantes comisiones. En 1891 levantaba un plano de la ciudad Condal acompañado de unas notas, relativo a los terrenos del ejército que habían pasado a poder de la hacienda Civil y el municipio, titulado Plano de los terrenos del Estado que usufructuó Guerra y pasaron a poder de la Hacienda Civil y del Municipio; formado con arreglo a lo dispuesto por Orden del Ministerio de la Guerra. Fecha 19 de enero de 1891.
Promovido a general de brigada del Cuerpo en abril de 1891, desempeñaba sucesivamente el cargo de comandante general subinspector de Ingenieros de Extremadura, Valencia, Aragón y finalmente de la isla de Cuba, donde se presentaba en septiembre de 1894. Con ocasión de la Guerra de Independencia Cubana, realizaba gran número de trabajos, como el proyecto de artillado y defensa de las plazas de La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Santiago de Cuba, y Guantánamo. En 1897 volvía a la península por enfermedad, siendo posteriormente nombrado comandante general de Ingenieros del 5º Ejército. En 1899 pasaba a la situación de reserva, pero en atención a sus relevantes servicios era designado jefe superior de Administración Civil y Director General del Instituto Geográfico y Estadístico. Pidió la jubilación, que le fue concedida, en marzo de 1901.
Además de las condecoraciones señaladas, poseía la Gran Cruz de San Hermenegildo, una cruz Roja al mérito militar y otra Blanca, y era Comendador de la Orden Americana de Isabel II.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), exps. personales.
“Servicios del Coronel de Ingenieros D. Carlos Barraquer y Rovira”, en Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 24 de abril de 1891; Estado del Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1991; Estado del Cuerpo de Ingenieros, Madrid, Imprenta del Memorial de Ingenieros, 1993; J. Almirante, Bibliografía Militar de España, Madrid, Imprenta Manuel Tello, 1876; L. de Sequera Martínez, Historial de las Unidades de Ingenieros en Ultramar (la Campaña de 1898), Madrid, Talleres del Centro Geográfico del Ejército, 1999; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, “Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando pertenecientes al Arma de Ingenieros”, en Memorial del Arma de Ingenieros, Madrid, Ministerio de Defensa, n.os 63-66 (2001-2002); J. I. Muro Morales, “Las zonas polémicas y la desmilitarización del territorio”, en La Academia de Matemáticas de Barcelona. El legado de los Ingenieros Militares, Barcelona, Ministerio de Defensa, 2004.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
