Albertí Leonés, Mariano. Santa Coloma de Queralt (Tarragona), 22.VIII.1849 – Medina del Campo (Valladolid), 15.VI.1903. Militar y Caballero Laureado de San Fernando.
Era hijo del coronel de Infantería Bernardo Albertí Llaneras y de Petra Leonés Gasset.
Ingresó en el Ejército como cadete a los catorce años en el Batallón de Cazadores de Antequera, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife. En 1868 fue promovido al empleo de subteniente por los servicios prestados en Puerto Rico y seguidamente se adhirió al alzamiento nacional y se halló en la batalla de Alcolea, por lo que recibió el ascenso a teniente por gracia general.
En 1869 se embarcó hacia La Habana, destinado al Batallón de Voluntarios Catalanes, participando durante los dos años siguientes en operaciones contra los insurrectos, siendo recompensado con el grado de capitán. Problemas de salud le obligaron a regresar a la Península a finales de 1871.
Tras operar contra los carlistas en Cataluña, en 1872 fue destinado al Batallón de Reserva de Valladolid y posteriormente guarneció Reus y Barcelona, tomando parte con el Regimiento de Navarra en la acción de Castellfullit. Incorporado al Batallón de Reserva de Zamora, en Laguardia, intervino en operaciones en el Norte y a continuación en la Ribera Navarra. En 1874 alcanzó el empleo de capitán y fue trasladado al Regimiento de Castilla, en Logroño, colaborando en el levantamiento del cerco de Irún y al año siguiente en el desbloqueo de Pamplona y en la toma de Puente la Reina y otras poblaciones.
En 1885 fue ascendido a comandante y nombrado ayudante de campo del segundo cabo de Extremadura. En 1892, siendo ya teniente coronel, ocupó destino, sucesivamente, en los Regimientos de Reserva de Pamplona y Segovia, y desempeñó el cargo de ayudante de campo del general Quesada, hasta que en 1896 pasó a Filipinas como jefe del Batallón Expedicionario núm. 12.
En junio de 1898 estaba al mando de la Compañía de Cazadores núm. 12 y ejercía el cargo de comandante militar de la plaza de Santa Cruz de la Laguna, cuya guarnición ascendía a unos setecientos hombres, cuando el día 8 fue sitiado por entre ocho y diez mil insurrectos con varias piezas de artillería, que se apoderaron de varios de sus barrios y obligaron a las tropas españolas a atrincherarse en el centro de la plaza. El día 13 comenzaron los bombardeos, que fueron seguidos de varios ataques y rechazados gracias al espíritu de las tropas.
Durante el sitio se construyeron atrincheramientos bajo el fuego enemigo y se hicieron varias salidas con objeto de reconocer las posiciones enemigas y destruir sus trincheras. La guarnición estuvo más de dos meses alimentada con media ración y después con un tercio de ella, careciendo de medicamentos y ascendiendo a ciento treinta y tres las bajas habidas, entre muertos y heridos. Cuando faltaba todo medio de subsistencia y defensa, la plaza se vio obligada a capitular el 20 de agosto, con todos los honores de la guerra.
Sufrió prisión hasta que el 13 de enero de 1900 fue rescatado por una patrulla norteamericana, embarcando el mes siguiente hacia España, donde pasó a la situación de excedente en la 1ª Región Militar, hasta que en 1901 se le destinó a la Zona de Zamora y posteriormente al Batallón de Reserva de Valladolid.
Por real orden de 30 de octubre de 1902, y tras juicio contradictorio, recibió la Cruz de San Fernando de 2ª clase, Laureada, como recompensa a la heroica resistencia que había llevado a cabo en Santa Cruz de la Laguna entre el 8 de junio y el 20 de agosto de 1898.
Estuvo casado con Julia Ruiz del Castillo, fallecida en Filipinas en 1898, con la que tuvo cinco hijos, de los que fallecieron tres, dos de ellos siendo párvulos y otro alumno de la Academia de Artillería. A su muerte pasó la pensión de la Cruz de San Fernando a sus hijos, Luis Carlos y María Concepción, residentes en Álava.
Bibl.: Archivo General Militar de Segovia, sección 1ª, legajo A-1000.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez