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Fernando de Gurrea y Aragón

Biografía

Gurrea y Aragón, Fernando de. Duque de Villahermosa (V). Pedrola (Zaragoza), 20.IV.1546 – Miranda de Ebro (Burgos), 6.XI.1592. Diputado del reino de Aragón en 1588 y miembro del Consejo de Guerra creado en Aragón en 1591.

Fernando de Gurrea y Aragón fue el segundogénito del IV duque de Villahermosa, Martín de Aragón, y su primera esposa, la Santa Duquesa Luisa de Borja, hija del III duque de Gandía y hermana de san Francisco de Borja. Su padre le legó un considerable patrimonio sometido a graves tensiones y una estrecha relación con la Corte, en especial con el príncipe de Éboli y Antonio Pérez, cuestión a la que ya aludió Gregorio Marañón. En nuestros días, José Martínez Millán ha ayudado a comprender que su cercanía tuvo que ver con su inclusión en el partido ebolista y en su continuación romanista o pontificia, facción cortesana que alcanzó el poder cuando la mayoría de sus miembros formó parte del séquito que acompañó a Felipe II, siendo príncipe, en su viaje a Inglaterra para casar con María Tudor, que duró desde 1554 hasta 1559.

Gracias a su integración en el grupo de poder encabezado por Éboli, Martín de Aragón recuperó para su casa el ducado de Villahermosa, hasta entonces en manos de otra rama de la familia, título que llevaba aparejada la grandeza de España. Esto le convirtió en cabeza de la nobleza aragonesa, condición que, al fallecer en 1581, heredó su hijo Fernando, si bien entonces la relación de fuerzas había cambiado en la Corte. Muchos ebolistas, incluido su patrón, habían fallecido al comenzar la década de 1570 y los puestos de relevancia habían sido ocupados por sus rivales del partido castellanista, en el que tenía un lugar preeminente el III conde de Chinchón. Enemistado con los Villahermosa a raíz del drama calderoniano protagonizado por el primogénito del duque, que en 1571 asesinó a su esposa, pariente de Chinchón, éste consiguió que en 1573 el uxoricida fuese agarrotado en la plaza mayor de Torrejón de Velasco.

Hasta ese momento, Fernando de Gurrea y Aragón había sido destinado a la Iglesia y, tras doctorarse en Teología por la Universidad de Salamanca, fue prior del monasterio de San Pedro de Caserras, cercano a Vic. La muerte de su hermano mayor le hizo regresar a la vida laica para hacerse cargo de la sucesión de su casa, tarea que completó el 10 de febrero de 1582 contrayendo matrimonio en Zaragoza con la noble bohemia Juana de Pernstein (1566-1631), dama de la emperatriz María de Austria, hermana y suegra de Felipe II. Ofició los esponsales el arzobispo de Sevilla y, según Blasco de Lanuza, la novia fue entregada “sacandole S.M. propria [la emperatriz] de la mano a desposarse”. Del enlace nacieron tres hijas. La mayor, María Luisa, fue la VII duquesa de Villahermosa y Juana e Isabel sirvieron en la primera mitad del siglo XVII a las reinas Margarita de Austria e Isabel de Borbón y fallecieron sin haberse casado.

Fernando de Gurrea y Aragón tuvo que proseguir el enconado conflicto que ya enfrentó a su padre con sus vasallos del condado de Ribagorza, que derivó en una cruel guerra civil y llegó a mediatizar su participación en las instituciones aragonesas. De hecho, fue diputado por el brazo nobiliar en 1588 pero, como explica su secretario Lupercio de Argensola, le resultó imposible ejercer el oficio, ya que se le llamó a la Corte para buscar una solución y permaneció allí por espacio de dieciséis meses. Por fin, en 1590 se convino la permuta del condado por dos encomiendas calatravas, acuerdo que fue ratificado en 1598 por su hermano Francisco de Aragón, titular de la casa de Villahermosa en aquel momento, a quien se otorgó además el título de conde de Luna.

La actuación del V duque de Villahermosa en la rebelión de 1591 presenta abundantes zonas de sombra que sus declaraciones no ayudan a esclarecer. Así, se sabe que hizo constantes protestas de fidelidad a la Monarquía, ayudó a alojar y aprovisionar a las tropas reales y mantuvo un trato cordial con el general Alonso de Vargas. Sin embargo, se mostró pertinaz en no abandonar Zaragoza, aceptó formar parte del Consejo de Guerra encargado de preparar la campaña contra las tropas de Felipe II y se halló presente en la Junta de Épila. Por añadidura, el análisis de la extracción social de los protagonistas del conflicto muestra que muchos, como Juan de Aragón o Miguel de Gurrea, estaban emparentados con el duque u obligados con él por lazos clientelares.

Fernando de Gurrea y Aragón fue prendido en Zaragoza el 19 de diciembre de 1591 por orden de Felipe II, a la vez que el conde de Aranda y Juan de Lanuza menor. Como el conde, fue sacado de Aragón y fue encerrado en la fortaleza de Burgos, donde permaneció hasta que el Rey entró en la ciudad el 6 de septiembre de 1592 de camino hacia las Cortes de Tarazona.

Con tal motivo se le trasladó al castillo de Miranda de Ebro, donde falleció el 6 de noviembre, según escribió su hermano el conde de Luna, “de enfermedad breve, á lo menos sin entender que estaba enfermo sus deudos, porque primero se supo la muerte que la enfermedad, á lo menos que fuese de propósito”. Sus restos reposan hoy junto a los de su esposa en un sepulcro en el monasterio de Veruela.

La causa abierta contra Villahermosa durante su cautiverio en Burgos concluyó con su absolución post mórtem el 23 de diciembre de 1595. Lupercio de Argensola reprodujo la sentencia en su Información de los sucesos del Reino de Aragón, que redactó en 1604 y corrió manuscrita entre sus coetáneos. A la favorable resolución del proceso contribuyó la íntima relación de la duquesa viuda con la emperatriz María y con el influyente círculo cortesano formado en torno a ella, que también ayudó a conseguir que su hija María Luisa viese reconocidos sus derechos al ducado de Villahermosa en el pleito que mantuvo con su tío por la sucesión de los bienes familiares. De todos modos, ambas partes acabaron capitulando en 1623 una alianza matrimonial que concilió sus respectivos intereses “por haber causas tan urgentes como son la conservaçion de esta cassa y la union della”, en acertada expresión del conde de Luna.

 

Fuentes y bibl.: Biblioteca Nacional de España (BNE), Manuscritos, 9374, fols. 252-252v.; BNE, Manuscritos, 9379, fols. 77-77v.

E. Cock, Jornada de Tarazona hecha por Felipe II en 1592, Madrid, Imprenta y Fundición de M. Tello, 1879, pág. 42 [reed. en J. García Mercadal (comp.), Viajes de extranjeros por España y Portugal, Madrid, Aguilar, 1952, t. i, págs. 1412- 1447]; V. Blasco de Lanuza, Último tomo de historias eclesiásticas y seculares de Aragón, desde el año 1556 hasta el de 1618, Zaragoza, Juan de Lanaja y Quartanet, 1619, pág. 405; L. Leonardo de Argensola, Información de los sucesos del Reino de Aragón, Madrid, Imprenta Real, 1808 [ed. facs., Zaragoza, Edizions de l’Astral y El Justicia de Aragón, 1991]; F. de Gurrea y Aragón, conde de Luna, Comentarios de los sucesos de Aragón en los años 1591 y 1592, Madrid, Imprenta de Antonio Pérez Dubrull, 1888; J. R. Mélida, “Noticia de la vida y escritos del muy Ilustre Señor D. Martín de Gurrea y Aragón, Duque de Villahermosa, Conde de Ribagorza”, en Discursos de Medallas y Antigüedades que compuso el muy ilustre Sr. D. Martín de Gurrea y Aragón, Madrid, Viuda e Hijos de M. Tello, 1903, págs. III-CLI; J. M. Pou y Martí, “Los últimos Condes de Ribagorza”, en Analecta Sacra Tarraconensia, vol. XI (1935), págs. 353-370; G. Marañón, Antonio Pérez (El hombre, el drama, la época), Madrid, Espasa Calpe, 1948, 2.ª ed., t. I, pág. 143 [reed. en 1 vol., Madrid, Espasa Calpe, 1998]; J. Á. Sesma y J. A. Armillas, La Diputación de Aragón. El gobierno aragonés, del Reino a la Comunidad Autónoma, Zaragoza, Oroel, 1991, pág. 211; J. Martínez Millán, Instituciones y elites de poder en la Monarquía hispana durante el siglo XVI, Madrid, Universidad Autónoma, 1992; B. Leonardo de Argensola, Alteraciones populares de Zaragoza. Año 1591, ed., est. y n. de G. Colás Latorre, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1995; J. Martínez Millán (dir.), La corte de Felipe II, Madrid, Alianza, 1994; J. Gascón Pérez, La rebelión aragonesa de 1591, tesis doctoral, Universidad de Zaragoza, 2000, vol. II, págs. 1058-1107 [ed. electrón., Zaragoza, Universidad, 2001]; J. Gascón Pérez, Alzar banderas contra su rey. La rebelión aragonesa de 1591 contra Felipe II, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza-Institución Fernando el Católico, 2010.

 

Jesús Gascón Pérez