Luna, Juan de. Juan Martínez de Luna. Señor de la baronía de Purroy. Zaragoza, c. 1532 – 19.X.1592. Diputado del reino de Aragón en 1591.
Según propia confesión, Juan de Luna nació en Zaragoza y frisaba la sesentena cuando se le procesó en 1592. Hijo de Juan de Luna e Isabel Celdrán, su padre era hermano del I conde de Morata, virrey de Aragón entre 1540 y 1554. Casi toda la información que de él se tiene se refiere a su protagonismo en la rebelión aragonesa de 1591, durante la cual fue extraído diputado tras las sucesivas renuncias de los condes de Fuentes y Sástago. Tras conocerse su elección, un contemporáneo escribió que “sin agravio de los buenos, ninguno pudiera salir de la bolsa que egual le fuera”, lo que indica el predicamento de que gozaba entre los miembros de la oposición política aragonesa. Desde la llegada de Antonio Pérez a Aragón fue uno de sus principales valedores, lo cual se explica por la estrecha relación que Luna mantuvo con él desde que se conocieron en las Cortes de Monzón de 1564, que continuaba la amistad que habían tenido sus padres (Juan de Luna y Gonzalo Pérez) entre sí.
Durante el conflicto de 1591, Luna tuvo gran protagonismo por su condición de miembro de la Diputación, institución que, junto al justicia de Aragón, articuló la resistencia a las tropas enviadas por Felipe II al mando de Alonso de Vargas para restablecer el orden. Así, junto al justicia Lanuza, firmó las cartas que convocaron a las ciudades del reino a enviar soldados a Zaragoza, presidió el Consejo de Guerra que se nombró para organizar el Ejército y encabezó la reseña general de la tropa que tuvo lugar en la capital el 7 de noviembre de 1591. Ésta acabó con un motín que puso en peligro la vida de ambos magistrados, y Luna se valió de tal circunstancia para argüir estar enfermo y negarse a salir junto a Lanuza al frente del Ejército, si bien acabó reuniéndose con éste dos días después. El 10 de noviembre, tras varios intentos fallidos de disuadir al general Vargas de proseguir su avance hacia Zaragoza, justicia y diputado abandonaron a sus tropas y se refugiaron en la villa de Épila.
Temiendo el castigo regio, Luna trató de salir de Aragón acompañado por un antiguo criado, el presbítero navarro mosén Pedro de Quintana, con quien se dirigió a Maella y alcanzó Tortosa. Finalmente regresó a tierras aragonesas al tener noticia del nombramiento de su primo, el II conde de Morata, como virrey de Aragón, y en Zaragoza asistió a las sesiones de la Diputación hasta el 11 de diciembre. Tras la prisión, ocho días más tarde, del justicia, del duque de Villahermosa y del conde de Aranda, decidió buscar refugio en Francia, para lo cual requirió de nuevo a mosén Quintana. Éste le acompañó hasta Sangüesa, al tiempo que, actuando como espía de la Monarquía, negociaba con el virrey de Navarra la entrega de su antiguo amo, que consumó a fines de enero de 1592 y dio con Luna preso en Pamplona de donde fue trasladado sucesivamente a Santorcaz, Soria y Zaragoza.
Aquí, gracias al agustino fray Pedro de Arias, que venció las presiones del juez que instruía su causa, pudo desdecirse de los testimonios que había levantado bajo tormento contra otros procesados. Juan de Luna firmó su retractación el 18 de octubre de 1592, justo la víspera de ser ejecutado en la plaza del Mercado de Zaragoza. Su cabeza fue colocada en la puerta de la Diputación, donde permaneció hasta septiembre de 1599, sus bienes fueron confiscados y su baronía de Purroy pasó a engrosar las posesiones del duque de Lerma, que la vendió en 1608.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, l. 37.
A. Canellas López, “Un pretendiente al condado de Morata”, en Hidalguía, año xxviii, n.os 160-161 (1980), págs. 433- 445; J. Gascón Pérez, La rebelión aragonesa de 1591, vol. II, tesis doctoral, Zaragoza, Universidad, 2000, págs. 1144-1148 [ed. electrónica, Zaragoza, Universidad, 2001].
Jesús Gascón Pérez
