Pérez de Sanjuán, Dionisio. Tauste (Zaragoza), c. 1561 – Zaragoza, 19.X.1592. Eclesiástico y cabeza de la rebelión aragonesa de 1591.
Según propia confesión, Dionisio Pérez de Sanjuán era racionero de Sádaba, estudiaba en Zaragoza y tenía una hermana que vivía en Jaca y estaba casada con un vecino de dicha ciudad llamado Martín de Lasala. Un testigo le identificó como hijo de Juan Pérez de Sanjuán, aseguró que era hidalgo y, en el proceso que contra él instruyó, la justicia real consta que era natural de la localidad de Tauste, perteneciente a la zaragozana comarca de las Cinco Villas. Asiduo visitante de Antonio Pérez desde su ingreso en la Cárcel de Manifestados el 1 de mayo de 1590, fue una de las personas que le acompañó en su huida al Bearn en noviembre de 1591 y en su refugio de Pau le ayudó a preparar la expedición organizada contra territorio aragonés que la historiografía conoce como Jornada de los bearneses, que se desarrolló en febrero de 1592. Tras el fracaso de la campaña, Pérez de Sanjuán se refugió en Sallent de Gállego, donde fue prendido porque le delató otro de los promotores de la rebelión, Diego de Heredia, que también había sido capturado entonces.
No consta que tuviese ningún empleo en el ejército, que el Justicia de Aragón intentó levantar para resistir a las tropas de Felipe II, quizá por su condición eclesiástica. De todos modos, tras ser llevado a Zaragoza, fue procesado y condenado a muerte por su comprometida actuación durante la rebelión. Su sentencia se ejecutó el 19 de octubre de 1592 en la plaza del Mercado de Zaragoza, donde fue ajusticiado junto a Juan de Luna, su delator Diego de Heredia, Francisco de Ayerbe y Pedro de Fuertes. Una relación contemporánea cuenta que en la comitiva que le llevó hasta el cadalso un pregonero precedía a Ayerbe y Pérez de Sanjuán voceando que “Esta es la justiçia que manda haçer el rey nuestro señor a estos dos hijosdalgo, por aber sido rebeldes y traidores a su rey y señor natural y aber cometido crimen de lesa magestad. Manda que sean degollados y sus bienes confiscados, y la cabeça de Françisco de Ayerbe puesta en lo alto de la pared de la carçel de los manifestados”. Tras su degollamiento, su cabeza fue la única de los ejecutados aquel día que no se expuso en un lugar público de Zaragoza.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Estado, l. 35, fols. 208-212v; Real Academia de la Historia, ms. 9/1866, fols. 304-304v y 269-311; ms. 9/1878, fols. 93-93v; ms. 9/1079, fols. 41-51, Sumario y Breve Relaçion de las sediçiones suçedidas en el reino de Aragon [...] y las justiçias que se hiçieron en Çaragoça ansi por los ministros de S.M. como por el Santo Ofiçio y de lo demas que suçedio asta diez de nobiembre de 1592 años.
J. Gascón Pérez, La rebelión aragonesa de 1591, vol. II, tesis doctoral, Universidad de Zaragoza, 2000, págs. 888 y 1204-1205 (Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2001, ed. en línea); “La ‘jornada de los bearneses’, epílogo de la resistencia aragonesa contra Felipe II”, en Bulletin Hispanique, 2 (2004), págs. 471-496.
Jesús Gascón Pérez