Frontín, Cristóbal. Tauste (Zaragoza), ú. t. s. xvi – ?, 1626 post. Cabeza de la rebelión aragonesa de 1591 y síndico de la villa de Tauste en las Cortes de Aragón de 1626.
Un testigo le identificó como huésped habitual de Diego de Heredia, lo que indica su cercanía a los promotores de la rebelión de 1591. De hecho, fue un firme valedor de Antonio Pérez, a quien visitó asiduamente en su celda de la cárcel de Manifestados y acompañó en sus dos intentos de fuga. En el primero, tras el motín del 24 de septiembre, trataron de alcanzar Francia a través de Navarra, pasando por las localidades zaragozanas de Alagón y Tauste. Sin embargo, las prevenciones de los oficiales de Felipe II les impidieron ir más allá de este último lugar, donde Frontín ocultó al huido en su propia casa antes de regresar con él a Zaragoza. La segunda fuga se produjo el 10 de noviembre de 1591, cuando, tras fracasar el intento de organizar un ejército para resistir a las tropas del Rey, Pérez escapó de la capital y se dirigió a Sallent de Gállego, de donde pasó al Bearne, y la princesa Catalina de Borbón le acogió en Pau.
Una vez en Pau, Frontín, que ya había formado parte de la tropa que salió con el justicia de Aragón, colaboró en la organización y desarrollo de la denominada Jornada de los Bearneses, promovida por Pérez y financiada por la princesa y su hermano Enrique de Borbón, que llegó a ocupar el valle de Tena en los primeros días de febrero de 1592. Su papel debió de ser destacado, pues un testigo dijo que “era el cabo de todos y el mas cruel y el mas desvergonzado”, pero ello no impidió el fracaso de la invasión. Refugiado en Francia, donde recibió una pensión de Enrique IV, tras largas gestiones alcanzó el perdón del rey de España, regresó a Aragón y participó en las Cortes de 1626 como síndico de la villa de Tauste.
Gregorio Marañón aseguró que Cristóbal Frontín era amigo y pariente de Martín de Lanuza, aunque sin especificar en qué fuentes basaba semejante afirmación, y le tildó de “hidalgo pobrete y pendenciero, de los que por nada tiraban del estoque y la emprendían con su padre que se les opusiera”. A despecho de esta opinión, las fuentes dicen que fue hijo de una hermana del notario de Tauste Hernando de Peramán, y no parece aventurado pensar que perteneciese a la misma familia que Sancho Frontín, Miguel Ximénez Frontín y Cristóbal Frontín menor, todos ellos vecinos de la misma población, cuyos nombres se incluyen en las matrículas de insaculados en las bolsas de oficios del reino. Incluso, en una nómina de los cofrades de San Pedro Mártir de Verona entre 1616 y 1635, congregación a la que pertenecían los miembros del tribunal de la Inquisición de Zaragoza, se menciona a un Cristóbal Ximénez Frontín, familiar de Tauste, y a su mujer, María Monterde. Si la investigación confirma que se trata del mismo hombre, habría que convenir en que su rehabilitación no pudo ser más completa.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, Matrículas, ms. 655; Archivo General de Simancas, Estado, lib. 35, fols. 168-176; lib. 36, fols. 410-413v.; Real Academia de la Historia, ms. 9/1859, fol. 6v.; ms.
9/1869, fol. 41.
G. Marañón, Antonio Pérez (El hombre, el drama, la época), vol. II, Madrid, Espasa Calpe, 1948 (2.ª ed.), págs. 752-754 y 762 [reed., vol. I, Madrid, Espasa Calpe, 1998]; M. Gómez de Valenzuela, “La invasión del valle de Tena en 1592”, en Cuadernos de Estudios Borjanos, vols. xxvi -xxvi (1992), págs. 15-64; E. Clemente García, Las Cortes de Aragón en el siglo xvii. Estructuras y actividad parlamentaria, Zaragoza, Cortes de Aragón, 1997, pág. 63; J. E. Pasamar Lázaro, La cofradía de San Pedro Mártir de Verona en el distrito inquisitorial de Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1997, pág. 50; J. Gascón Pérez, “La ‘jornada de los bearneses’, epílogo de la resistencia aragonesa contra Felipe II”, en Bulletin Hispanique, n.º 2 (2004), págs. 471-496.
Jesús Gascón Pérez