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Francisco de Gurrea y Aragón

Biografía

Gurrea y Aragón, Francisco de. Conde de Luna (I), en la Corona de Aragón (segundo linaje). Pedrola (Zaragoza), 6.XII.1551 – Zaragoza, 11.VI.1622. Noble, humanista.

Francisco de Gurrea y Aragón fue el VII y último conde de Ribagorza y el I conde de Luna. El condado de Ribagorza fue incorporado a la Corona por Real Decreto de 18 de agosto de 1598, a cambio del condado de Luna. Perteneciente a una de las principales familias de Aragón, Francisco era el cuarto hijo de Martín de Gurrea, IV duque de Villahermosa, menino del príncipe Felipe, combatiente en la batalla de San Quintín y en Flandes, e insigne escritor e historiador.

Quizá lo más señalado de la biografía de Francisco de Gurrea sea su implicación en los sucesos de la rebelión aragonesa de 1591 y en los acontecimientos anteriores que la provocaron. Como consecuencia de estos hechos, su hermano primogénito, el duque de Villahermosa (1546-1592), fue detenido y acusado como uno de los implicados en la revuelta contra el rey Felipe II. Fernando de Gurrea, que había nacido en 1546, fallecería en noviembre de 1592 cuando permanecía recluido por orden del Monarca en el castillo de Miranda de Ebro. La muerte del duque de Villahermosa trajo consigo múltiples problemas para sus herederos, ya que gran parte del patrimonio familiar había sido secuestrado como consecuencia de los procesos seguidos contra Fernando de Gurrea. Entre esos herederos se encontraba Francisco de Gurrea que durante los años siguientes litigó por la posesión de ese patrimonio. Las causas abiertas no se sustanciaron hasta 1598.

En este contexto hay que situar la cesión a la Corona del condado de Ribagorza, pretendida por el rey Felipe II durante las últimas décadas del siglo XVI y conseguida en el año de su muerte. Los enfrentamientos entre el conde de Ribagorza y sus vasallos, alentados por el Rey, desembocaron en una guerra abierta que presenció no pocos y crueles episodios.

Los dos bandos contendientes contaron con el apoyo de mercenarios y bandoleros procedentes de las montañas aragonesas, de Cataluña o del otro lado del Pirineo. En la primavera de 1588, cuando la habilidad del virrey de Aragón, Artal de Alagón, para dominar la situación empezaba a ser abiertamente cuestionada en Aragón y en la Corte, uno de los bandoleros más famosos, Lupercio Latrás, fue captado por el conde de Ribagorza para su causa.

Latrás y su partida de forajidos arrasó a finales de abril de ese año el pueblo de Codo, y tras intentar el asalto de Sástago, dio muerte a varios centenares de moriscos en la localidad de Pina de Ebro. Si los bandidos al mando de Latrás pasaron a fuego y cuchillo villas y aldeas, no puede decirse que la respuesta del bando contrario se quedara corta en crueldad. Tras la toma del castillo de Benabarre, el gobernador de Aragón ejecutó sin proceso previo a todos sus defensores, incluyendo a las gentes que se encontraban de paso en el mismo.

Como correspondía a tan alto linaje, Francisco de Gurrea participó como diputado aragonés en siete u ocho ocasiones. Vistió el hábito de la Orden de Calatrava.

Francisco de Gurrea, al igual que su padre, Martín, fue un profundo conocedor de la cultura clásica. Traductor de la Geografía de Pomponio Mela, su mayor preocupación como escritor fue, sin embargo, la reivindicación de los derechos y el honor de su familia, gravemente afectados por la implicación de su hermano en la rebelión de 1591 que provocaría la muerte de su hermano Fernando, y la ejecución de unas treinta personas, entre las que se encontraba el Justicia de Aragón, Juan de Lanuza, el Mozo. Con esta finalidad escribió Francisco de Gurrea los Comentarios de los sucesos de Aragón de los años 1591 y 1592. A pesar de la estrecha vinculación con algunos de los protagonistas y el intento reparador de la fama de su casa, hay que afirmar que la exposición de los sucesos históricos y la expresión del personal parecer sobre tan graves acontecimientos no difiere en el último conde de Ribagorza con respecto a las obras de otros cronistas aragoneses que publican sus trabajos en la primera mitad del siglo XVII. Como ellos, Francisco de Gurrea, carga contra la actitud excesivamente radical de los lugartenientes que formaban parte de la Corte del Justicia de Aragón. Fue la acción de la autoridad de los hombres de toga, y no un acéfalo movimiento del pueblo lo que provocó, en su opinión, el motín, y un alboroto sin ninguna dirección ni razón de ser.

 

Obras de ~: Comentarios de los sucesos de Aragón en los años 1591 y 1592, Madrid, Imprenta de Antonio Pérez Dubrull, 1888; Discursos políticos así en razón de estado, como de la buena educación de un Príncipe, s. f.; Historia de D. Alonso de Aragón y Vida de D. Juan de Aragón, s. f.

 

Bibl.: J. R. Mélida, Noticia de la vida y escritos del muy ilustre Señor D. Martín de Gurrea y Aragón, Duque de Villahermosa, Conde de Ribagorza, Madrid, 1903; A. Canellas López, Estudios ribagorzanos: notas para la vida dramática de don Juan de Aragón y Gurrea, Zaragoza, 1958; A. Fluvia Escorsa, “Casas reales. Los condes y el condado de Ribagorza”, en Hidalguía, n.º 23 (1975), págs. 687-692; P. Sánchez, “Ribagorza a finales del siglo XVI. Notas sobre Antonio de Bardaxi y Rodrigo de Mur”, en Revista de Historia Jerónimo Zurita, 65-66 (1992); VV. AA., Gran Enciclopedia Aragonesa, Zaragoza, Gea, 2000.

 

Juan Francisco Baltar Rodríguez