Soto y Molina, José. Jerez de la Frontera (Cádiz), 12.I.1889 – 4.V.1970. Bibliófilo y genealogista.
Este afamado erudito conoció desde su juventud el mundo de la bibliografía y la genealogía de Alemania, Francia e Inglaterra, ya que siempre mantuvo intensa relación y correspondencia con diversos expertos de estos países. Hizo sus estudios secundarios en el Instituto de Enseñanza Media de Jerez, siendo discípulo del afamado profesor Manuel Bellido que, junto con el archivero e historiador, Agustín Muñoz Gómez, supieron inculcarle el amor a la cultura, a la historia y a los libros.
A lo largo de su vida cifró toda su atención en reunir una vastísima biblioteca de temas andaluces en general y de jerezanos en particular, con atención especial a la bibliografía menor: hojas sueltas, periódicos, revistas, bandos y panfletos en los que gastaba casi todos sus ingresos, teniendo a veces que vender objetos personales o pedir dinero prestado con el fin de hacer nuevas adquisiciones.
Fue miembro fundador del Ateneo Jerezano y entusiasta mantenedor de su revista. En 1931 intervino en la creación del Centro de Estudios Históricos Jerezanos. Su biblioteca, considerada como la primera en su género de Andalucía, la donó en 1965 a la Biblioteca Municipal de Jerez. Gracias a este legado los investigadores actuales pueden disponer de unas valiosísimas fuentes que, sin el esfuerzo y la dedicación de toda una vida, la de José Soto y Molina, no hubiese sido posible.
Como suele ocurrir en todas las revoluciones de cualquier signo los libros y la cultura son los primeros que sufren las consecuencias de los violentos, y Jerez no iba a ser la excepción. Después de la Guerra Civil, un sector de intolerantes afectos al régimen gobernante ordenó quemar todas las publicaciones consideradas como de izquierdas, y así se hizo. Se sacaron varios camiones de revistas y periódicos de la Biblioteca Pública para ser destruidos. Y habrían desaparecido, si no fuese porque Soto Molina guardaba en su casa un ejemplar de cada periódico o revista, evitando así su irreparable pérdida.
Trabajó como oficial administrativo en una bodega y vivió durante la mayor parte de su vida al inicio de la hoy avenida Álvaro Domecq, concretamente en el mismo lugar donde se alza el edificio del “Consejo Regulador del Jerez”. Cuando en los años cincuenta del pasado siglo, tuvo que abandonar su casa con motivo de una expropiación para el ensanche de la mencionada avenida, tuvieron a bien concederle dos pisos bajos en la calle Juan Belmonte número 13 de la nueva barriada de la Constancia, uno para vivienda y otro para su excepcional biblioteca. Las características de la vida y obra de este personaje podrían resumirse así: pasión por toda clase de libros y publicaciones, afán de servir a los demás, amor sin límites a todo lo relacionado con la cultura y, sobre todo, el noble gesto de legar a la ciudad de Jerez todo el valioso material bibliográfico reunido a lo largo de su vida.
El legado de este excepcional bibliófilo se conserva actualmente en la Biblioteca Central Municipal de Jerez, en una interesantísima sala que lleva su nombre. Podemos asegurar que nadie que pretenda investigar sobre la historia de la ciudad puede prescindir del contenido de dicha sala. Por último, diremos que una calle jerezana está rotulada con su nombre. Murió soltero y sin descendencia.
Obras de ~: Cosas notables ocurridas en Xerez de la Frontera desde 1647 a 1729, Jerez, Centro de Estudios Históricos Jerezanos, 1939; Jerez y su vino, Jerez, Litografía Jerez Industrial, 1948.
Fuentes y bibl.: Archivo Diocesano de Jerez, libro 105, 191; otras informaciones facilitadas por personas que le conocieron.
VV. AA., Diccionario Enciclopédico de la Provincia de Cádiz, Jerez de la Frontera, Editorial Cinterco, 1985; J. Ruiz Mata, Mil años de escritores y libros en Jerez de la Frontera (del año 1000 a 1999), Jerez de la Frontera, Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez, Área de Cultura y Educación, 2001 (Colección Patrimonio).
Antonio Mariscal Trujillo
