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Rafael Alberti Merello

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Biografía

Alberti Merello, Rafael. El Puerto de Santa María (Cádiz), 16.XII.1902 – 27.X.1999. Poeta.

Quinto de los seis hijos de Vicente Alberti y de María Merello. El padre era copropietario de una bodega, pero el negocio se vino abajo y Vicente tuvo que convertirse en representante de los vinos de Osborne, lo que le obligó a realizar numerosos viajes y a ausentarse con frecuencia del hogar. El niño comenzó a estudiar en el colegio de las Carmelitas, y en 1913 pasó como alumno externo al colegio de san Luis Gonzaga, regentado por los jesuitas, donde habían estudiado, entre otros, Juan Ramón Jiménez y Fernando Villalón.

Allí cursó con buenas calificaciones los tres primeros años del bachillerato, pero fue expulsado antes de concluir el cuarto, en 1917, por motivos nunca aclarados y coincidiendo con el traslado definitivo de la familia a Madrid. Alberti abandona los estudios y decide formarse como pintor. Acude regularmente al Museo del Prado para ejercitarse en la copia de cuadros de los grandes maestros, pero se muestra igualmente fascinado por las tendencias artísticas más recientes, y siente una temprana admiración por pintores como Daniel Vázquez Díaz. Se conservan numerosas obras originales de Alberti realizadas entre los años 1917 y 1920 —dibujos, óleos y acuarelas— y con claros rasgos vanguardistas, aprendidos sobre todo en el cubismo y el ultraísmo. En 1920 fallece el padre del futuro poeta, circunstancia que, según él mismo confesaría después, lo impulsó a escribir sus primeros versos. En el Primer Salón de Otoño organizado en Madrid en octubre de 1920, el joven Alberti participa con un óleo y dos acuarelas, y en 1923 el crítico y poeta valenciano Juan Chabás le proporciona la ocasión de exponer en el Ateneo de Madrid.

Pero una carta del mismo año al pintor Gregorio Prieto revela que ya Alberti desconfiaba entonces de sus aptitudes pictóricas, hasta confesar: “Deseos he tenido de romper todo, todos mis cuadros, sin dejar nada en pie, nada”. Esta crisis vocacional se acentuará poco después cuando, a raíz de un prolongado reposo para curar una dolencia pulmonar, Alberti se entrega decididamente a la lectura de obras poéticas, entre ellas la Segunda Antología poética de Juan Ramón Jiménez y los primeros libros de Antonio Machado.

Junto a esta corriente que puede considerarse clásica, ciertos amigos adheridos a los movimientos vanguardistas le permiten asistir a las tentativas ultraístas. Alberti publica tres poemas en la revista Horizonte en diciembre de 1922 y, poco después, otros tantos en Alfar en mayo de 1924, todos ellos de estética muy cercana al ultraísmo. Incluso planeó la posibilidad de reunir estos textos y algunos más en un libro que se titularía Giróscopo. Nunca llegó a publicarse, pero en el retrato de Alberti que Gregorio Prieto realizó en 1923 el joven poeta sostiene en sus manos un libro con ese título, único ejemplo visible de la obra que jamás existió. La amistad con Dámaso Alonso le proporciona el descubrimiento de la poesía popular y de cancionero. Pronto conocerá también a otros jóvenes poetas, como Gerardo Diego o como Federico García Lorca, con quien se encuentra por vez primera en la Residencia de Estudiantes, en 1924. Jugando con la mezcla de los metros clásicos y de la canción popular, Alberti planea componer un libro que habría de titularse Mar y tierra. Aconsejado por algunos amigos, decide presentarse al Premio Nacional de Literatura y ordena y recompone la obra. El jurado, reunido el 6 de junio de 1925, acuerda concederle el Premio Nacional, gracias a la intervención decisiva de dos de sus miembros, José Moreno Villa y Antonio Machado. Se ha conservado una nota manuscrita con el voto de este último, que dice: “Mar y tierra. Rafael Alberti: Es, a mi juicio, el mejor libro de poesía presentado al concurso. Antonio Machado”. La obra, con el título definitivo de Marinero en tierra, saldrá de las prensas el mismo año 1925, y en ella se plantea poéticamente, ya desde el título, un tema central en la poesía de Alberti: su sentimiento de desplazado, de individuo desgajado de sus raíces, como se afirma en una cancioncilla donde se juega con la concordancia masculina o femenina de la palabra mar: “El mar. La mar. / El mar. ¡Sólo la mar! / ¿Por qué me trajiste, padre, / a la ciudad?”. Un viaje en el verano de este año por tierras de Castilla y el País Vasco con su hermano Agustín, representante de vinos, da lugar a los poemas que formarán un segundo libro, La amante, publicado en 1926. También este año compone Alberti su primera obra teatral, La pájara pinta, concebida para el teatro de marionetas. No llegó a representarse, como tampoco otra posterior, basada en tradiciones populares y titulada Santa Casilda (1930). La poesía de corte neopopular representada por La amante se prolonga en el libro El alba del alhelí (1928), que puede considerarse también el final de esta corriente estética, porque Alberti dará un giro esencial a su obra con un nuevo título: Cal y canto (1927-1928), que representa la contribución del poeta a la devoción gongorista de su generación en torno al centenario de 1927, en varios de cuyos actos —el número de homenaje de la revista Litoral o las publicaciones gongorinas de la Revista de Occidente— participó activamente. No obstante, el fervor por Góngora abría el camino hacia una poesía que corría el peligro de convertirse en simple objeto bello desvinculado de la realidad y sin contenido sentimental alguno. Alberti reacciona pronto contra este riesgo y compone febrilmente un nuevo libro, que representará el punto de inflexión decisivo en su obra: Sobre los ángeles (1929). Es la época de su relación, que pronto acabará en ruptura, con la pintora Maruja Mallo, que colaborará con el poeta en la ilustración de algunos poemas de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929), conjunto dedicado a los grandes cómicos del cine mudo. El tono grave y el hermetismo de Sobre los ángeles reaparecerán en Sermones y moradas (1929-1930), que contiene poemas de gran hondura, como la elegía “Ese caballo ardiendo por las arboledas perdidas”, dedicada al poeta y ganadero Fernando Villalón, donde se encuentran algunos de los versículos más largos de toda la poesía española. La Revista de Occidente había rehusado publicar algunos poemas de Sobre los ángeles, y Alberti se distancia del grupo de intelectuales de la revista y del propio Ortega y Gasset, todos ellos objeto de diversas sátiras, como la conferencia pronunciada en el Lyceum Club femenino el 10 de noviembre de 1929 con el título “Palomita y galápago (no más artríticos)” —que provocó un notable escándalo— y, poco más tarde, la farsa teatral satírica Auto de fe (1930). Junto a estas manifestaciones de ruptura estética e ideológica aparecen otras de tinte político. Alberti se suma a la creciente oposición a la dictadura de Primo de Rivera y compone el poema titulado “Con los zapatos muertos tengo que morir. (Elegía cívica)”, que lleva una fecha muy significativa: 1 de enero de 1930. Ese mismo año conoce a María Teresa León, una escritora tan sólo un año más joven que el poeta, y comienza con ella una relación que durará toda la vida. Alberti compone El hombre deshabitado, especie de auto sacramental moderno, que será estrenado en el teatro de la Zarzuela el 26 de febrero de 1931 con numerosas protestas de un sector del público, pero con acogida favorable y entusiasta de numerosos escritores y de críticos tan solventes como Enrique Díez-Canedo. La caída de Primo de Rivera y la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931 impulsan a Alberti a dar forma dramática a unos romances compuestos poco antes acerca de Fermín Galán, militar fusilado por sublevarse en Jaca contra la Monarquía. El estreno de Fermín Galán el día 1 de junio, precipitado y demasiado ceñido a los acontecimientos recientes, no fue bien recibido a pesar de la presencia de Margarita Xirgu en la cabecera del reparto.

En la recopilación poética titulada Poesía. 1924-1930, publicada en las ediciones de Cruz y Raya, Alberti señala que los libros de esos años constituyen un ciclo cerrado de “poesía burguesa” y anuncia su propósito inmediato: “A partir de 1931, mi obra y mi vida están al servicio de la revolución española y del proletariado internacional”. El poeta vive durante unos meses en París, con una beca para estudiar las tendencias teatrales recientes, y recorre posteriormente, siempre acompañado de María Teresa León, Bélgica y Alemania, donde conoce a Bertolt Brecht. En diciembre de 1932 viaja a Moscú, y posteriormente a Berlín, pero la inestabilidad política les obliga a volver a España. En 1933 aparece el libro Consignas, donde se defiende el cultivo de una literatura política y de partido, en este caso claramente orientada hacia la ideología comunista. Esta poesía política y de denuncia se prolonga en la obra Un fantasma recorre Europa (1933), y sus postulados inspiran la creación de la revista Octubre (1933). En las ediciones de esta revista aparecerán inmediatamente Bazar de la Providencia y Farsa de los Reyes Magos (1934), obras de guiñol calificadas en la cubierta de “farsas revolucionarias”.

En agosto de 1934, nuevo viaje a Moscú, esta vez para participar en el Primer Congreso de Escritores Soviéticos. De allí, Alberti y María Teresa pasan a Roma y Nápoles. Deciden no volver a Madrid, donde su casa ha sido registrada por la policía, y se trasladan a París, desde donde Socorro Rojo los envía a diversos países para que participen en actos informativos acerca de los sucesos revolucionarios de Asturias y la represión gubernamental. Viajan por Cuba, México y Nicaragua. Aparece Verte y no verte, en 1935, contribución de Alberti al recuerdo del torero Ignacio Sánchez Mejías, muerto el 13 de agosto de 1934 en Madrid, tras una cogida sufrida dos días antes en la plaza de toros de Manzanares. Por otra parte, los viajes americanos cristalizarán en una serie de poemas recogidos en el libro 13 bandas y 48 estrellas (1936). Una breve estancia en Ibiza es interrumpida el 18 de julio de 1936 por la noticia de la sublevación militar que da comienzo a la guerra civil.

Alberti vuelve a Madrid, donde se dedica sobre todo a tareas culturales: la creación de la revista El mono azul, la dirección del Museo Romántico y la Secretaría de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, la composición de diversas piezas teatrales satíricas y la primera adaptación de la Numancia de Cervantes, convertida en símbolo del Madrid sitiado por las tropas rebeldes. En julio de 1937 colabora en la organización del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, que celebró sus sesiones en Madrid, Valencia y Barcelona con la participación de autores como Neruda, Malraux, Ehrenburg, Carpentier, Gil-Albert, Antonio Machado y otros. Aparece un nuevo libro con textos de la poesía combativa más reciente de Alberti: De un momento a otro. Poesía e historia (1937). De esta época son los versos satíricos de El burro explosivo, donde la poesía violentamente increpatoria alcanza su mayor virulencia. En 1939, cuando ya se atisba la derrota de la República, Rafael Alberti y María Teresa salen de España en avión y aterrizan en Orán, para embarcar luego rumbo a Marsella.

De allí pasan a París, gracias a la ayuda de amigos como Pablo Neruda y Picasso, y sobreviven durante algún tiempo como traductores y también locutores en Radio Paris-Mondial. La amenaza del nazismo empuja al matrimonio de nuevo hacia Marsella, y desde allí emprenden una larga navegación que concluirá en Buenos Aires, donde desembarcan el 3 de marzo de 1940. La ayuda de algunos amigos, como el editor Gonzalo Losada y el abogado Rodolfo Aráoz —que puso a disposición de Alberti su finca El Totoral, en la provincia de Córdoba—, suavizó las precarias condiciones de vida en los primeros meses de Argentina.

El permiso definitivo de residencia en el país les fue concedido el 30 de septiembre de 1940. Además del libro Poesía (1924-1939), Losada dio a la estampa la primera edición de Entre el clavel y la espada (1940). El 9 de agosto de 1941 nace Aitana, única hija del matrimonio Alberti. La familia se instala en Buenos Aires, donde Alberti escribe, pinta, pronuncia conferencias y colabora en la prensa a fin de afrontar una situación económica a menudo precaria. Las intervenciones de Alberti y María Teresa en diversos guiones cinematográficos les reportan unos ingresos gracias a los cuales logran construirse una casa, que llamarán “La Gallarda”, en la costa de Uruguay, un lugar que tendrá gran presencia en los libros de esta época. Alberti dirige algunas colecciones de la editorial Pleamar, creada por Gonzalo Losada, en las que da cabida a ciertos autores clásicos, como fray Luis de León o Góngora, junto a los escritores contemporáneos más destacados de España y América, incluyendo la primera edición de Animal de fondo (1949), de Juan Ramón Jiménez. Pero también participa en la creación y desarrollo de otras editoriales y colecciones, para las que prepara antologías de poetas del exilio, como las tituladas Para un castillo de penas, Poetas libres de la España peregrina en América o el volumen, ya clásico, Romancero general de la guerra española (1944). De estos años proceden, además, las traducciones de autores como Baudelaire, Supervielle, Eluard o Eminescu, realizadas de forma independiente o conjuntamente por Alberti y María Teresa León. En 1942 aparece la versión inicial de las memorias del poeta con el título La arboleda perdida, que se ampliará en 1959 con la publicación de La arboleda perdida. (Libros I y II de Memorias). A ello hay que añadir un conjunto de prosas evocadoras —Imagen primera de [...] (1945)— y nuevos libros de versos, como Pleamar (1944) y A la pintura. Poema del color y de la línea (1948), donde Alberti reconstruye poéticamente su juventud de aprendiz de pintor y glosa el estilo de los grandes maestros del arte. Análogo carácter evocador tienen dos obras posteriores: Retornos de lo vivo lejano (1952), cuya sustancia de contenido es sobre todo la historia amorosa entre Alberti y María Teresa, y Ora marítima (1953), mirada retrospectiva hacia la Cádiz milenaria presentada como el homenaje de “un hijo fiel de su bahía”. La poesía de Alberti acentúa su carga rememorativa. Tras el paréntesis de Buenos Aires en tinta china (1951), el libro Baladas y canciones del Paraná (1954) insiste en la visión propia del exiliado, que busca en el nuevo entorno semejanzas y analogías con la tierra natal, perdida y añorada.

Los viajes por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) dan como resultado los textos de La primavera de los pueblos (1955-1957) y el libro Sonríe China (1958), en colaboración con María Teresa León. Alberti no olvida el teatro, y compone El trébol florido, El adefesio (Fábula del amor y las viejas) —estrenada en Buenos Aires por Margarita Xirgu en 1944— y La Gallarda, esta última obra escrita en verso y publicada en 1950. Los recuerdos del museo del Prado y de los esfuerzos por poner a salvo las obras de arte durante el asedio a Madrid dan origen a la pieza Noche de guerra en el museo del Prado (1956), que contiene, enmascaradas, no pocas experiencias personales. Un viaje a Europa permite al poeta entablar una amistad profunda con Picasso. En Argentina, la situación política se enturbia tras la caída de Perón. Varios escritores, entre ellos Miguel Ángel Asturias, deciden abandonar el país. En mayo de 1963, los Alberti parten definitivamente de Buenos Aires para instalarse en Roma. Allí, en una casa de la Via Garibaldi que será durante años frecuentada por muchos compatriotas, vivirá el matrimonio hasta su vuelta a España. Alberti recibe el premio Lenin de la Paz (1965) y se relaciona con diversos poetas e hispanistas italianos. Acrecienta su actividad de pintor y grabador. Publica Roma, peligro para caminantes (1968) y Los 8 nombres de Picasso (1970). Se le tributan diversos homenajes en Italia y recibe los premios Etna-Taormina (1975) y Struga (1976). Tras la muerte de Franco, se representa en Madrid El adefesio (24 de septiembre de 1976) con la actriz María Casares.

Durante estos años se agrava el deterioro de María Teresa León, enferma de Alzheimer. Alberti mantiene relaciones sentimentales con Beatriz Amposta, de las que surgirán los versos de Amor en vilo. El matrimonio vuelve a España el 27 de abril de 1977, y Alberti participa en las primeras elecciones democráticas encabezando la lista de candidatos al Congreso de la provincia de Cádiz por el Partido Comunista. Es elegido diputado, aunque poco después renuncia a su escaño para poder proseguir su obra de creación. Libros como Fustigada luz (1980) y Versos sueltos de cada día (1982) recogen las agitadas experiencias de esos años. Alberti y la actriz Nuria Espert recorren España y varios países americanos con un recital conjunto de poemas. Se le concede el premio Cervantes (1984) y numerosas distinciones, como el Premio Nacional de Teatro (1981), Comendador de las Artes y las Letras de Francia (1982), Medalla Picasso de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) (1988), Premio Andalucía de las Letras (1993), Ciudadano de Honor de Roma (1998), o la Creu de Sant Jordi (1998). A ello hay que añadir el doctorado honoris causa concedido por diferentes universidades: Toulouse (1982), Cádiz (1985), Burdeos (1990), Granada (1990), Complutense de Madrid (1992) o Politécnica de Valencia (1993). Se estrena La Gallarda en Sevilla (1992) y aparece un nuevo libro: Los hijos del drago y otros poemas (1986). En 1987, una fractura de tibia obliga a hospitalizar al poeta, que poco después publicará un breve libro titulado Accidente. Poemas del hospital (1987). El 14 de diciembre de 1988 muere María Teresa León, recluida en una residencia. Se crea la Fundación Rafael Alberti en Cádiz (1989) y el poeta se casa con María Asunción Mateo, el 13 de julio de 1990. Todavía realizará nuevos viajes por Europa y América, hasta que, a partir de 1992, su deteriorada salud le obliga a instalarse definitivamente en el Puerto de Santa María, donde fallecerá el 27 de octubre de 1999.

 

Obras de ~: Marinero en tierra, Madrid, Biblioteca Nueva, 1925; La amante: canciones (1925), Málaga, Imprenta Sur, 1926 (2.º Suplemento de Litoral); El alba del alhelí, Santander, Editorial Montañesa, 1928; Domecq (1730-1928). Poema al Ilmo. Sr. Vizconde de Almocadén, Jerez de la Frontera, Jerez Industrial, 1928; Cal y canto, Madrid, Revista de Occidente, 1929; Sobre los ángeles (1927-1928), Madrid, Compañía Iberoamericana de Publicaciones (CIAP), 1929; El hombre deshabitado, Madrid, Plutarco, 1931; Fermín Galán (Romance de ciego), Madrid, Imprenta Chulilla y Ángel, 1931; Consignas, Madrid, Ediciones Octubre, 1933; La poesía popular en la lírica española contemporánea, Leipzig, W. Gronau Verlag, 1933; Un fantasma recorre Europa, Madrid, Ediciones La tentativa poética, 1933; Dos farsas revolucionarias. Bazar de la Providencia, junto con Farsa de los Reyes Magos, Madrid, Ediciones Octubre, 1934; Poesía (1924-1930), Madrid, Cruz y Raya, 1935; Verte y no verte. A Ignacio Sánchez Mejías, México, Miguel N. Lira, 1935; Poemas (1931-1935), México, Amatl, 1935; Versos de agitación (1933- 1935), Ediciones Defensa Roja, México, 1935; 13 bandas y 48 estrellas. Poema del mar Caribe, Madrid, M. Altolaguirre, 1936; Nuestra diaria palabra, Madrid, Ediciones Héroe, 1936; De un momento a otro (Poesía e historia), Madrid, Ediciones Europa- América, 1937; El burro explosivo, Madrid, Ediciones del 5.º Regimiento, 1938; Cantata de los héroes y la fraternidad de los pueblos, Madrid, Signo, 1938; Poesías (1924-1937), Madrid, Signo, 1938; Poesías (1924-1938), Buenos Aires, Losada, 1940; Entre el clavel y la espada (1939-1940), Buenos Aires, Losada, 1942; ¡Eh, los toros!, Buenos Aires, Emecé, 1942; De un momento a otro (Drama de una familia española, en tres actos y un prólogo). Cantata de los héroes y la fraternidad de los pueblos. Vida bilingüe de un refugiado español en Francia, Buenos Aires, Bajel, 1942; El poeta en la España de 1931, Buenos Aires, Patronato Hispano-Argentino de Cultura, 1942; La arboleda perdida (libro I) y otras prosas, México, Séneca, 1942; El adefesio (Fábula del amor y las viejas), Buenos Aires, Losada, 1944; Pleamar (1942-1944), Buenos Aires, Losada; Antología poética (1924- 1944), Buenos Aires, Losada, 1945; El ceñidor de Venus desceñido, Buenos Aires, Ediciones Botella al Mar, 1946; A la pintura. Poema del color y de la línea (1945-1948), Buenos Aires, Losada, 1948; Coplas de Juan Panadero (Primera parte), Montevideo, Pueblos Unidos, 1949; Teatro, Buenos Aires, Losada, 1950; Buenos Aires en tinta china, Buenos Aires, Losada, 1951; Retornos de lo vivo lejano (1948-1952), Buenos Aires, Losada, 1952; Ora marítima, seguida de Baladas y canciones del Paraná, Buenos Aires, Losada, 1953; María Carmen Portela, Buenos Aires, Losada, 1956; Noche de guerra en el Museo del Prado (Aguafuerte en un prólogo y un acto), Buenos Aires, Losange, 1956; Antología poética (1924-1952), Buenos Aires, Losada; con M.ª T. León, Sonríe China, Buenos Aires, Jacobo Muchnik, 1958; La arboleda perdida (libros I y II de Memorias), Buenos Aires, Jacobo Muchnik, 1959; Los viejos olivos (Homenaje de la Revista Nacional de Cultura), Caracas, Ministerio de Educación, 1960; Poesías completas, ed. de H. J. Becco, Buenos Aires, Losada, 1961; Poemas escénicos. Primera serie (1961-1962), Buenos Aires, Losada, 1962; Diálogo entre Venus y Príapo, Buenos Aires, La arboleda perdida, 1962; Abierto a todas horas (1960-1963), Madrid, Afrodisio Aguado, 1964; Lope de Vega y la poesía contemporánea, seguido de La pájara pinta, ed. de Robert Marrast, París, Institut d’Études Hispaniques, 1964; Antología poética, ed. E. González Lanuza, Buenos Aires, Ediciones Argentinas, 1965; Picasso, el rayo que no cesa, Barcelona, Ediciones Polígrafa, 1965; El poeta en la calle (Poesía civil, 1931-1965). Antología, París, Éditions de la Librairie du Globe, 1966; Poemas de amor, Madrid, Alfaguara, 1967; Roma, peligro para caminantes (1964-1968), México, Joaquín Mortiz, 1968; Poesías anteriores a “Marinero en tierra”, Barcelona, Ediciones V. A., 1969 (col. Insolites); Disprezzo e meraviglia / Desprecio y maravilla (1965- 1970), Roma, Editori Riuniti, 1970; Los ocho nombres de Picasso y no digo más de lo que no digo (1966-1970), Barcelona, Kairós, 1970; Picasso en Avignon, París, Le Cercle des Arts, 1970; Poesía (1924-1967), ed. de A. Alberti, Madrid, Aguilar, 1972, 2 vols.; Canciones del alto valle del Aniene y otros versos y prosas (1967- 1972), Buenos Aires, Losada, 1972; Maravillas con variaciones acrósticas en el jardín de Miró, Barcelona, Ediciones Polígrafa, 1975; “Cuaderno de Rute”, en Litoral, 70-72 (1976-1977); Los 5 destacagados, Sevilla, Gráficas del Sur, 1978 (Suplementos de Calle del Aire, 1); Coplas de Juan Panadero (1949-1979), Barcelona, Bruguera, 1979; Fustigada luz (1969-1979), Barcelona, Seix Barral, 1980; Relatos y prosa, Barcelona, Bruguera, 1980; Versos sueltos de cada día. Primer y segundo cuadernos chinos (1979-1982), Barcelona, Seix Barral, 1982; Golfo de sombras (1982-1985), Madrid, Villamonte Ediciones, 1986; Accidente. Poemas del hospital, Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1987; Cuatro canciones (1983-1987), Málaga, Librería Anticuaria El Guadalhorce, 1987; La arboleda perdida (Libros III y IV de Memorias), Barcelona, Seix Barral, 1987; Poesía, ed. de L. García Montero, Madrid, Aguilar, 1988, 3 vols.; Canciones para Altair (1983-1988), Madrid, Hiperión, 1989; Santa Casilda, Cádiz, Fundación Rafael Alberti-Diputación Provincial, 1990; La arboleda perdida: Quinto libro (1988-1996), Madrid, Anaya & Mario Muchnik, 1996-1997; Obras completas, ed. de J. Siles, aportaciones críticas de G. Santonja, pról. de L. M. Enciso, Barcelona-Madrid, Seix Barral-Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, 2003.

 

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Ricardo Senabre

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