Fernández de Castro Cabeza, María del Carmen. Cádiz, 21.XI.1903 – 2.VII.1996. Pianista, compositora, escritora y religiosa de las Esclavas del Sagrado Corazón.
Nació en Cádiz, el 21 de noviembre de 1903, hija de Manuel Fernández de Castro y Vicente-Portela y M.ª Ana Cabeza Fernández de Castro, siendo la mayor de una familia de diez hermanos de la alta burguesía gaditana, de hondas convicciones cristianas, oriunda de Comillas (Cantabria). Su infancia transcurrió en Cádiz, donde se encontraba el hogar familiar, si bien con desplazamientos ocasionales a Orense, Granada y otras ciudades, siguiendo los destinos de su padre, perteneciente al Cuerpo de Ingenieros de Montes.
Su educación, presidida por la religiosidad familiar, fue dirigida por la poetisa Emma Calderón, con una orientación marcadamente literaria y artística, que determinó su futura erudición y su creatividad como escritora, pintora, intérprete y compositora musical.
Fue discípula de Godoy, conocido pintor gaditano, y realizó sus estudios musicales en la Academia de Santa Cecilia, como alumna de Camilo Gálvez, miembro de número de la Real Academia Hispano Americana.
Muy pronto destacó como pianista y, contando sólo dieciocho años, interpretó la Suite Iberia de Albéniz ante un asombrado Arthur Rubinstein en el curso de unos Juegos Florales organizados por la Real Academia.
Sus éxitos musicales y su intensa participación en la vida social y cultural gaditana no ocultaban la primera y fundamental dimensión de su personalidad, una ferviente espiritualidad cristiana. La vocación religiosa que en ella se despertó, la llevó a solicitar su ingreso en el Instituto de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, el cual tuvo que posponer, por deseo de sus padres, hasta el cumplimiento de la mayoría de edad.
Es durante esta espera cuando, por sus méritos artísticos, cuando fue elegida miembro de número de la Real Academia Hispano Americana, con la que colaboró asiduamente en aquellos años que pueden considerarse como la edad de oro de la Corporación.
Pero en 1929, cuando todo aparentaba que seguiría su prometedora carrera artística, su impulso interior a consagrar su vida a Dios se impuso y profesó como religiosa. A partir de ese momento, desempeñó los servicios que sus superioras dispusieron, como profesora de música en los Colegios de Cádiz y Madrid.
En 1931 tuvo que exiliarse a Roma, y posteriormente a Lisboa como consecuencia de la política adoptada por el Gobierno en relación con las congregaciones religiosas, si bien le proporciona la oportunidad para completar su formación en el campo de la música sacra.
De regreso a España, fue destinada a Pamplona y, posteriormente, a Cádiz, donde sus deberes religiosos y su actividad docente no le hicieron abandonar otra de sus dimensiones creativas: la literaria. Fruto de su investigación en los años cuarenta es su biografía de Fernando III de Castilla que, bajo el título de Nuestra Señora en el arzón presenta la notable singularidad de que sus diálogos están escritos en castellano antiguo. Por esta causa, la obra fue reeditada en 1987 por The Foundation for a Christian Civilization, Inc de Nueva York, para uso de estudios hispanistas en la universidad norteamericana.
Obra destacadísima en la década siguiente fue El Almirante sin tacha y sin miedo, una documentadísima biografía del capitán general de la Real Armada Federico Gravina, héroe de Trafalgar, prorrogada por el Almirante Estrada, miembro de la Real Academia Española y de la Real Academia Hispano Americana, que la hizo merecedora del Premio “Virgen del Carmen”, concedido por el Ministerio de Marina en 1957.
Su continuada labor como profesora quedó interrumpida en 1960, cuando fue enviada de nuevo a Roma, esta vez como organista, donde se especializó en canto gregoriano. Trasladada a España de nuevo, se la destinó al Colegio de Córdoba, para regresar finalmente a Cádiz, donde pasaría sus últimos años en compañía de su madre, hermanos y numerosos sobrinos.
Continuaron siendo años fructíferos, dedicados fundamentalmente a la composición musical, de lo que son muestra varias misas cantadas polífónicas, así como villancicos y otras canciones populares. Aquejada de una grave enfermedad, tuvo que permanecer en cama durante los diez últimos años de su vida, sin que la dulzura de su carácter y su magnífica disposición para el trabajo se alterasen por ello. Así, continuó vinculada como miembro a la Asamblea Amistosa Literaria, fundación de Jorge Juan, y a la Real Academia Hispano Americana, que la distinguió con el nombramiento de Académica de Honor. Falleció en íntima unión con Dios y rodeada por el afecto de todos en Cádiz, en 1996, a los noventa y tres años de edad.
Obras de ~: Escritos: Nuestra Señora en el arzon: Vida del muy noble et Santo Rey Don Ferrando III de Castiella et de Leon, Cádiz, Escelicer, 1948; El Almirante sin tacha y sin miedo: vida del Capitán General de la Armada española Don Federico Gravina y Napoli, Cádiz, Escelicer, 1956 (2.ª ed., Madrid, Ministerio de Defensa, 1986); The life of the very noble King of Castile and Leon, Saint Ferdinand III, New York, Foundation for a Christian Civilization, 1987.
Discografía: Coro Arsis: AA.AA. Colegio Esclavas, Cádiz, Montilla (Córdoba), Fonoruz, 1993; Coro Arsis: AA.AA. Colegio Esclavas, Cádiz, Montilla (Córdoba), Fonoruz, 1998.
Fuentes: Archivo de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Letras y Artes de Cádiz, exp. de M.ª del Carmen Fernández de Castro Cabeza.
María del Carmen Cózar Navarro
