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Juan de Sanabria

Biografía

Sanabria, Juan de. Medellín (Badajoz), s. m. s. XV –  Sevilla, 1549. Gobernador.

La salida de la familia Sanabria de España con destino América, la realizó solo Diego de Sanabria en 1550, pues su padre Juan no partió en este viaje, pues había muerto un año antes en el país. No viajaron con anterioridad al continente formando parte de la expedición de Pedro de Mendoza en 1535, ni años más tarde, en 1547, cuando el rey nombró a Juan de Sanabria gobernador del Río de la Plata y le impuso fundar un puerto en el estuario del Río de la Plata, ni en otro de los muchos viajes que se realizaron a lo largo del siglo XVI de España al Nuevo Mundo. Después de que Pedro de Mendoza (1487-1537) fundara Santa María del Buen Ayre (actual Buenos Aires) en 1537, el mismo año en el que Juan de Salazar y Espinosa (1508-1560) fundó Asunción (Paraguay, 15.VIII.1537), que durante un tiempo, a partir de mediados de 1541, fue el centro de la gobernación de Río de la Plata hasta que en 1580 Juan de Garay refundó Buenos Aires y desde entonces ésta última ciudad sería la capital de la gobernación. La reconstrucción de la ciudad fundada por Mendoza y abandonada por Domingo Martínez de Irala (1509-1556) “hacia tiempo que se presentaba como absolutamente necesaria”, como lo intenta Alvar Núñez Cabeza de Vaca (c. 1500-1560), y por ello el rey le “impone” a Juan de Sanabria la fundación de un puerto en el estuario del Río de la Plata, en 1547 (diez años después de la fundación de Buenos Aires), e incluso Irala en sus últimos años de vida aprecia esta conveniencia de cumplir las peticiones de Felipe II de colonizar la desembocadura del Río de la Plata. Esta misma pretensión la tienen Jaime Rasquín, Francisco de Aguirre desde Chile, Felipe de Cáceres y el licenciado Juan Matienzo, oidor de Charcas, cuya Audiencia en particular solicita el puerto de forma oficial en 1563, a través una carta enviada por Matienzo al rey (1566 y 1577), pues el virreinato del Perú demandaba emplear esta comunicación con España antes de la que venía empleado vía Panamá. En 1547, en España se había nombrado gobernador de Río de la Plata a Juan de Sanabria, que capitulaba una expedición colonizadora, pero “por su muerte pasaron cargo y obligaciones” a su hijo Diego, quien fue designado gobernador de Río de la Plata, en sustitución de su padre, en 1549 e “interinamente” lo ejerció Alanís de Paz. En 1547, Juan de Salazar es nombrado tesorero de Río de la Plata, y parte tres años más tarde en 1550, con 300 colonos, entre ellos 50 mujeres (casas y doncellas, destinadas estas últimas a casarse con los conquistadores del Paraguay), entre las que va Mencía Calderón, viuda de Juan de Sanabria (según Bellido). A esta expedición “le ocurrieron pintorescas aventuras”, por lo que fue un viaje novelado, por Enrique de Gandía en Indios y conquistadores en el Paraguay, pues se perdieron dos carabelas, mientras que Salazar permanece con un “pateche”, en el que están cien labradores-soldados y las mujeres, que fueron capturados por un corsario francés en las aguas de Guinea, según Bellido “fueron saqueados, pero se respetó a las mujeres” (Bellido), sin víveres logran llegar a las isla de Annobón, desde donde continuaron viaje atravesando el océano hasta llegar a Santa Catalina, en el sur del Brasil, y próximo a San Vicente (Santos) permanecieron apresados por el gobernador portugués durante cerca de cinco años, sin posibilidad de dirigirse a la zona hispana. En Brasil, Hernando de Trejo se casó con María de Sanabria, hermana del gobernador titular, y de ellos nace allí Hernando de Trejo y Sanabria (más tarde obispo de Tucumán y fundador de la Universidad de Córdoba –Argentina-). También se casa Salazar con la “viuda Isabel de Contreras” (según Bellido), aunque Ezquerra indica que lo hace con la viuda de Juan de Sanabria, su madrastra (aunque existen historiadores que indica que Diego no es hijo sino hermano de Juan de Sanabria, por lo que en este caso sería su cuñada), quien llevó consigo dos hijas, una de ellas Isabel de Becerram, que se terminó casando más tarde con Juan de Garay. Según Ezquerra antes de llegar este grupo de expedicionarios en 1555, tres años antes en 1552, desembarcó en Asunción otra parte de la expedición con el capitán Hernando de Salazar, mientras que Bellido indica que en 1551, Salazar mandaba ir por tierra a Asunción al capitán Hernando de Salazar (que no era familiar suyo), atravesó comarcas pocos conocidas y se abría paso en el bosque hasta llegar en 1552. Al año siguiente, en 1553, Juan de Salazar vio en San Vicente la llegada del comerciante de esclavos Ulrico Schmidel, que los cambió por “indios paraguayos”. Al final, Salazar logró huir de la zona brasileña con un pequeño grupo de españoles, librándose después “de ser muertos” por los indígenas que se encontraban de camino a Río de la Plata, con la ayuda de un misionero jesuita portugués, Nobrega. En 1555, llegaba Salazar con los “últimos restos de su malhadada expedición”, con las pocas doncellas que llegaron a Asunción, pronto se casaron, pues eran “las primeras mujeres blancas disponibles que entraban en el paraíso de Mahoma” (Bellido). Pero como Juan de Sanabria no logró fundar ninguna ciudad en el puerto del estuario del Río de la Plata, Torres de Vera encomendó a Garay la refundación de Buenos Aires en 1578, pero este permaneció durante dos años en Santa Fe y Asunción, atendiendo a las obligaciones de su cargo de gobernador interino, logró que se alistasen 66 personas, de las que 56 eran originarias de Río de la Plata, entre los que solo se encontraba una mujer, y entre el resto podrían haber algunos podría estar algunos de los miembros de la familia Sanabria, en este sentido Ezquerra alude a la presencia “de un hijo de Juan de Sanabria”, sin especificar nombre alguno, aunque debía de ser Diego de Sanabria, de quien nada se sabe desde su nombramiento de gobernador, y “todos marchaban a su costa”, formados en dos grupos, uno va por el río y otro por la ribera con mil cabezas de ganado (probablemente esta cifra corresponde a ganado caballar y bovino y 500 vacas). En marcha, en Santa Fe se agregaban algunos colonos al grupo del sobrino de Torres, Alonso de Vera conocido como “Cara de Perro”, hasta llegar todos al emplazamiento de la ciudad bonaerense, el 29 de mayo de 1580, día santoral de la “Trinidad”, por lo que Garay optó por llamar a la refundada ciudad Santísima Trinidad y al puerto Santa María de Buenos Aires. En la ceremonia fundacional, celebrada el 11 de junio de 1580, Garay nombró el ayuntamiento, y al acto asistieron –según Ezquerra- un hijo de Juan de Salazar (suegro de Garay, según Ezquerra); un superviviente de la fundación de Mendoza en 1537; el portugués Antonio Tomás; fray Juan de Rivadeneyra, custodio franciscano del Tucumán y otras muchas personas que habían acompañado a Garay en su “peregrinar” por Río de la Plata.

 

Bibl.: E. de Gandía, Indios y conquistadores en el Paraguay, Buenos Aires, A. García Santos, 1932; E. Ezquerra, “Domingo Martínez de Irala”, en G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, vol. 3, t. II, Madrid, Alianza Editorial, 1986, págs. 948-951; E. Ezquerra, “Juan de Garay”, en G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, vol. 3, t. II, Madrid, Alianza Editorial, 1986, págs. 169-170; A. García y Bellido, “Juan de Salazar de Espinosa”, en G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, vol. 3, t. II, Madrid, Alianza Editorial, 1986, págs. 551-552.

           

Miguel-Héctor Fernández-Carrión (MHFC)