Salazar, Hernando de. Granada, 1518 – El Chaco (Bolivia), 1590. Conquistador, expedicionario.
Se embarcó hacia el Río de La Plata en 1549, en la expedición de Diego de Sanabria. La expedición estuvo marcada por los continuos contratiempos. En primer lugar la repentina muerte de Diego de Sanabria y luego, la travesía se vio alterada por un asalto pirata y una gran tormenta que dispersó a los barcos.
El barco del capitán Salazar fue uno de los que alcanzó la costa brasileña. Allí los supervivientes al mando de Mencía Calderón (viuda de Sanabria) y Hernando de Trejo decidieron esperar refuerzos desde España, pero pronto vieron que sería más fácil intentar alcanzar el río de La Plata por vía terrestre. El grueso de la expedición esperó un tiempo para aprovisionarse y organizar bien la larga travesía. Pero un grupo de náufragos, al frente de Hernando Salazar partió en 1551 como avanzadilla.
Salazar y su grupo recorrieron los territorios entre Brasil y Asunción, cruzando la selva paraguaya por el mismo camino que una década antes hiciera Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Arribó a Asunción en 1552 dando noticias del resto de supervivientes.
En Asunción conoció a Nuflo Chaves, de quien se hizo amigo y terminó siendo su lugarteniente más fiel. Ambos organizaron una gran expedición en busca de El Dorado, que partió de Asunción en febrero de 1558. Remontaron el río de La Plata hacia el norte, recorriendo el Chaco y alcanzando Bolivia. El 1 de agosto de 1559 fundaron la ciudad de Nueva Asunción en la margen derecha del río Guapay o Río Grande. Y, el 26 de febrero de 1561, Salazar participó en la fundación de Santa Cruz de la Sierra, siendo nombrado su alguacil mayor.
Siempre al lado de su jefe Chaves, le apoyó en sus luchas con Manso y conquistó territorios en el Chaco y en el norte de Argentina en la región de La Rioja y Salta. En ausencia de Chaves asumió sus poderes en la región de Santa Cruz (Bolivia). Se cree que murió en una expedición por el Chaco boliviano en 1590.
Bibl.: J. M.ª González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Editorial Acento, 2003.
José María González Ochoa