Cabrera, Alonso. Loja (Granada), p. s. XVI – España, c. 1556. Conquistador.
Las vagas noticias que se tenían en España de la expedición de Pedro de Mendoza despertaron ansiedad en sus socios, en especial entre sus familiares y su apoderado Pedro de Orduña, quien solicitó a la Casa de Contratación que enviase una nueva expedición en auxilio, o al menos para saber qué ocurría en el Río de la Plata.
Alonso Cabrera fue nombrado veedor de la expedición que al frente de tres naves y doscientas cincuenta personas debía acudir al Río de la Plata. Partió de Sanlúcar, con la misión de socorrer a los hombres de Mendoza y, si fuese el caso, tomar el gobierno de la provincia. Cabrera apareció en Buenos Aires en 1539. Allí encontró una ciudad arruinada y un grupo de españoles dispersos por un amplio territorio sin comunicación entre ellos.
Litigó por el poder de la ciudad con Francisco Ruiz Galán, en quien Mendoza había delegado, y apoyó a Martínez Irala como nuevo gobernador del Río de la Plata. Aunque Cabrera tenía poderes reales para haberse hecho con la gobernación, una vez muerto Ayolas, prefirió apoyar a Martínez de Irala, ya que era éste quien tenía el verdadero control sobre los colonos y las escasas tropas. El pacto alcanzado entre los diversos caudillos fue que unirían sus fuerzas para organizar una expedición al interior del territorio en busca de las minas de plata, de las que todos hablaban pero que nadie nunca encontró.
Unos meses después Cabrera logró convencer a Domingo Martínez de Irala de que era bueno para sus intereses abandonar e incendiar la ciudad de Buenos Aires, ya que así obligaría a los colonos a trasladarse a Asunción (lo que le otorgaba más poder, pues Martínez de Irala era gobernador de la ciudad). Así, la capital argentina fue abrasada a los pocos años de su fundación.
Estando en Asunción, en 1542 conoció la llegada del nuevo gobernador Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Esta situación dejaba sin poder a Cabrera y a Martínez de Irala, pero ambos instigaron para quitar el mando a Cabeza de Vaca. Aunque inicialmente no lograron su propósito, en 1545 levantaron a los colonos en el llamado Motín de los Comuneros, que acabó con el gobernador preso y con Martínez de Irala como teniente de gobernador.
Siempre a la sombra de Irala, Alonso de Cabrera regresó a España después de la muerte de éste en 1556. A su vuelta, ya en España, dio muestra de locura al asesinar sin motivo alguno a su mujer. Acabó su vida en un manicomio.
Bibl.: J. M.ª González Ochoa, Quién es Quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Editorial Acento, 2003.
José María González Ochoa
