Aróstegui y Zazo, Antonio de. Granada, 27.I.1566 – Madrid, 24.II.1623. Secretario real del Consejo de Estado y del Consejo de Guerra, caballero de la Orden de Santiago, comendador de San Coloido (Sicilia) y señor de las alcabalas de Padul.
Perteneció al linaje de los Aróstegui, oriundo de la casa solar de Bermeo (Vizcaya), afincado más adelante en Vergara (Guipúzcoa). Fausto Arocena sitúa su nacimiento en esta ciudad. Fue el segundo hijo de Martín Pérez de Aróstegui y de su mujer, Luisa Suárez Zazo, naturales de Granada, y hermano del también secretario real Martín de Aróstegui, que le sobrevivió.
Participó en el Consejo de Guerra y más tarde en el de Estado. Asesoró a Su Majestad en lo concerniente a Italia, así como en las negociaciones y consultas formuladas por los tribunales. En 1615 acompañó a Felipe III en el encuentro hispano-francés acaecido en la isla de los Faisanes, en calidad de escribano y notario del acto (algunos autores atribuyen esta función a su hermano Martín, que también concurrió al acto).
Los hermanos Antonio y Martín se movieron en la alta esfera política, donde ejercieron cargos de responsabilidad y gozaron de gran prestigio. Por este motivo son considerados los sucesores de Juan de Amézqueta y Domingo de Zabala y, como tales, los principales valedores de las causas guipuzcoanas en la alta esfera política. Se integraron en la clientela cortesana y ejercieron como intermediarios entre provincia y Corona. Su posición privilegiada junto al Rey les permitió interceder por aquélla y conseguir el refrendo real para diversas iniciativas, así como la confirmación de importantes prerrogativas. Aróstegui y Zazo intervino decisivamente, junto a otros funcionarios guipuzcoanos, para que Felipe III proclamase la territorialidad de la hidalguía de sangre en Guipúzcoa (cédulas de 1608 y 1610, ratificadas en 1639), más conocida como “Hidalguía Universal”. En 1614 ambos hermanos hicieron valer su influencia para defender el regimiento de San Sebastián contra las pretensiones del licenciado Hernando de Ribera, enviado del Consejo de Hacienda para supervisar los libros de cuentas, rentas e imposiciones. Aróstegui y Zazo trabajó también para que este mismo Consejo no concediese la exención jurisdiccional del área de Pasajes sometida a San Sebastián.
Se casó con Agustina de Franco y Urramendi, y tomó el hábito de Santiago el 21 de agosto de 1611.
Fue comendador de San Coloido (Sicilia) y señor de las Alcabalas de Padul, donde erigió un palacio, “La Casa Grande”, además de fundar el monasterio de agustinos recoletos en Granada. A su muerte dejó como heredero a su hermano Martín. Su cuerpo fue depositado en la iglesia de San Felipe de Madrid, desde donde sería trasladado a Granada. A decir de sus coetáneos fue un hombre recto en su oficio y de carácter bondadoso.
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Elena Legorburu Faus
