Borja y de Castro, Juan de. Conde de Mayalde (I). Bellpuig (Lérida), 1533 – San Lorenzo de El Escorial (Madrid), 3.IX.1606. Embajador, mayordomo real.
Tercer hijo, segundo varón, de san Francisco de Borja, nació en Bellpuig cuando sus padres se dirigían a las Cortes de Monzón con el séquito real.
Realizó sus primeros estudios en la universidad fundada por su padre en Gandía (que fue la primera en el mundo, por cierto, regentada por los jesuitas) y cuando apenas contaba once años de edad, en 1544, su padre solicitó para él a Carlos I la gobernación de Játiva, pero el Emperador se la negó por la corta edad del muchacho. Cuatro años después, en 1548, ingresó ya en la Orden de Santiago y el 25 de junio de 1550 su padre le cedía la encomienda de la Reina. Fue además de I conde de Mayalde y I conde de Ficalho. Acompañó a su padre cuando éste abandonó Gandía (agosto 1550) para ingresar en la Compañía de Jesús; estuvo presente en su renuncia al ducado (Oñate, 11 de mayo de 1551) y le asistió en su primera misa (Azpeitia, 1 de agosto de 1551). Desde allí partió para Alcalá de Henares, en cuya universidad estudió Filosofía.
En su hoja de servicios como militar activo consta el nombramiento de coronel (Orio, 1 de mayo de 1557) y los cargos de teniente general de Guipúzcoa y alcaide de la fortaleza de San Sebastián. Participó en la defensa de Loyola y de la costa guipuzcoana ante el ataque de los luteranos franceses, así como en la toma de San Juan de Luz ordenada por la princesa gobernadora Juana de Portugal.
Su cursus honorum como político y diplomático lo inicia en el año crucial de 1568 cuando Felipe II lo designa como uno de los guardianes (oficialmente ayuda de cámara) del príncipe Carlos y su primer destino importante sería la embajada en Portugal (6 de diciembre de 1569) con la doble e infructuosa misión de disuadir a Sebastián de su proyectada expedición a África, a la vez que convencerlo para que se casara con Margarita de Valois (hija de Catalina de Médicis).
La mala salud de su esposa, que murió poco después, le indujo a dejar la embajada lisboeta en el verano de 1575 (donde le sustituyó el marqués de Montemayor, Juan de Silva, luego conde de Portalegre), pero inmediatamente, en 1576, se volvió a casar y fue nombrado embajador en Praga, ante Rodolfo II, quien iniciaba ese año su reinado y con quien Borja podía entenderse perfectamente en alemán, a diferencia de casi todos los demás nobles de su tiempo. Aquí vivió los cuatro años siguientes y el propio embajador se encargó de propiciar la publicación de un pequeño diccionario latín-castellano-checo para uso de la importante colonia hispana; en 1581 vería la luz también en Praga sus Empresas morales, el primer libro de emblemas escrito por un autor español (que no el primero publicado en castellano).
Ese mismo año 1581 fue nombrado mayordomo mayor de la emperatriz María (hermana de Felipe II y madre viuda de Rodolfo II) y en 1596 Felipe II creó para él el condado de Mayalde, título al que añadió en 1606 el nuevo condado de Ficalho, en Portugal.
Presidente del Consejo de Portugal con Felipe III y miembro del Consejo de Estado, en 1606 fue designado mayordomo de la reina Margarita.
Juan de Borja, que siempre había sido hombre muy grueso, padecía por entonces con gran severidad la enfermedad de la gota, hasta el punto de que sólo podía trasladarse transportado sobre una silla de manos.
El 1 de septiembre de 1606, tras despedir a su sobrino, el todopoderoso duque de Lerma, cayó accidentalmente de esa silla por una escalera abajo y dos días después fallecía en El Escorial. Su cuerpo fue depositado inicialmente en la iglesia madrileña de la Compañía de Jesús, pero el 14 de marzo de 1613 fue trasladado hasta el templo jesuítico de San Roque, en Lisboa, del que era patrono.
A Juan de Borja se le emplaza en el círculo político e intelectual del duque de Alba y los cronistas de su tiempo coinciden en describirlo como hombre piadoso, culto, íntegro y muy trabajador, asistiendo a las reuniones de los Consejos hasta poco antes de morir, pese a sus dificultades de movilidad y achaques.
En agosto de 1552 contrajo primer matrimonio con Lorenza de Oñaz y Loyola, nieta del hermano mayor de san Ignacio y heredera de la casa de Loyola, con quien tuvo cuatro hijos: Leonor (quien se casó con su primo Pedro Borja y Centelles); Margarita (condesa de Fuensaldaña por su matrimonio con Juan Urbán de Vivero); Francisca, clarisa en las Descalzas Reales, y Juana, monja también, pero en el convento más modesto de Valdemoro. Ninguna de las dos hijas casadas tuvo hijos y, en consecuencia, el señorío de Loyola pasó a su tía Ana María de Loyola Inca-Coya, marquesa de Oropesa, emparentada con la dinastía imperial inca de Tupac Amaru.
El 8 de septiembre de 1576 se volvió a casar, esta vez con Francisca de Aragón-Barreto (prima segunda suya y camarera, a la sazón, de Catalina de Austria, reina de Portugal), con quien tuvo los siguientes hijos: Francisco (II conde de Mayalde, príncipe de Esquilache y comendador de Montesa, que fue embajador en Perú); Fernando, quien heredaría los títulos de su hermano mayor tras casarse con su tercera hija (sobrina, pues, suya), fue virrey de Valencia y de Aragón; Antonio, que nació en Praga, fue chantre de Toledo y falleció a los quince años sin llegar a recibir el capelo cardenalicio; Rodrigo, que murió de niño; y Carlos, II conde de Ficalho, duque de Villahermosa y presidente del Consejo de Portugal.
Obras de ~: Empresas morales, ed. e introd. de C. Bravo-Villasante, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1981 (ed. de R. García Mahíques, Empresas morales de Juan de Borja. Imagen y Palabra para una Iconología, Valencia, Ayuntamiento, 1998, 2 vols).
Bibl.: A. Sánchez Moguel, Reparaciones históricas, Madrid, 1894, págs. 207-228; J. Martínez Millán (dir.), La corte de Felipe II, Madrid, Alianza Universidad, 1994; R. García Mahiques, “Un ciutadà del món. Perfil personal de Joan de Borja, autor de les Empreses Morales”, en Misecel·lània Josep Camarena, Gandía, CEIC Alfons el Vell, 1997, págs. 68-80.
Santiago la Parra López