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Juan Luján

Biografía

Luján, JuanEl Bueno. ¿Madrid?, p. m. s. XV – ¿Coslada (Madrid)?, c. 1500. Señor y alcalde mayor de las Alzadas de Coslada, corregidor de la villa de Madrid, consejero y maestresala de los Reyes Católicos, maestresala y mayordomo de la princesa Isabel de Portugal.

Hijo único del primer matrimonio de su padre Pedro de Luján y de Isabel de Alponte, hija del señor de Montreal, Juan de Luján, el Bueno, se declaró heredero de su tío, del mismo nombre, que había muerto sin sucesión. Los cronistas de la época indican que se le otorgó el sobrenombre de el Bueno, no sólo por sus cualidades morales, sino también por diferenciarle de otros dos contemporáneos de su mismo nombre: el de la Morería, el de Elche, este último por haber sido gobernador de esa villa.

Miembro de un linaje de origen aragonés asentado en Madrid, los antecedentes familiares de Luján le vincularon a la Corte castellana de manera inequívoca.

Su padre, Pedro, había sido camarero del rey Juan II, del que obtuvo un curioso privilegio vitalicio: que llevase 300 maravedís de cada persona que hubiera conseguido el perdón del Rey de alguna muerte y homicidio, privilegio concedido el 24 de septiembre de 1450. Ese mismo año consta la adjudicación a Pedro, en subasta pública, de las casas que después fueron las principales del mayorazgo de Luján en Madrid, en la plaza del Salvador. Hombre del maestre de Santiago y condestable, Álvaro de Luna, fue Pedro el que avisó a Gonzalo Chacón del cambio que se había producido en el Rey y que amenazaba al antiguo valido real resumido en una sugerente frase: “Que ya el Rey, de cordero, se ha convertido en león”. Durante la guerra civil de 1465-1468, el padre de el Bueno se destacó como firme partidario del rey Enrique IV defendiendo la villa de Madrid desde Puerta Cerrada, y la muralla hasta la Puerta de Moros.

Casado el padre de El Bueno en segundas nupcias con Inés de Bracamonte y Mendoza, convirtió a su entonces unigénito en hermano de cinco más: Álvaro de Luján, María —mujer del señor de Barajas y La Alameda—, Inés —esposa del capitán Martín de Alarcón—, Leonor —casada con Juan Hurtado de Mendoza— y Catalina mujer del comendador de Santiago, Pedro Fernández de Lodeña. En 1472, Pedro de Luján otorgaba testamento falleciendo poco después.

Una de las primeras noticias de Juan de Luján remite a la década de 1470. El 18 de enero de 1472, desde Segovia, Enrique IV le concedía, denominándole su maestresala, la alcaldía mayor de las Alzadas de Madrid en sustitución del lugar de Coslada que le había donado. De 1474 se conserva la escritura de venta otorgada por Juan de Luján, al que se describe como “vecino del arrabal de Madrid”, de una villa en Aravaca. Por sus famosas cualidades de bondad y ponderación, los Reyes Católicos le utilizaron a su servicio de árbitro en litigios como la que sufrió la fortaleza de Osma entre el comendador de Alcántara y su hermano, el obispo de Osma, con el conde de Castro en 1477. Señor de Coslada y alcalde mayor de las Alzadas de dicha localidad madrileña, los Monarcas le nombraron maestresala y mayordomo de la princesa Isabel, a la sazón esposa del príncipe Alfonso de Portugal.

El Bueno se casó con María Luzón, hija de Pedro de Luzón, alcaide de los alcázares de Madrid y maestresala del rey Juan II, y de María de Plomeras. Su mujer falleció en 1492, año que marca un antes y un después en la vida de Luján, que, hasta que enviudó, había acompañado a los Reyes en no pocos viajes.

Su matrimonio sería muy prolífico en descendencia: ocho hijos y seis hijas que prácticamente todos ellos mantuvieron la presencia del linaje —pequeño pero muy característico de los tiempos de los Reyes Católicos— en el reino. Su primogénito, llamado Pedro como su abuelo, llevaba el sobrenombre de El Cojo, por una herida de espingarda. Era caballero de la Orden de Santiago y maestresala del Rey Católico, y fue alcaide de Mojácar y de Gaeta. Casado con Leonor de Ayala, con la que tuvo tres hijos, se conserva de 1483 —desde Toledo— una carta del regidor de Madrid, Juan Zapata el Mozo, en nombre de El Bueno, en donde se ratifica cierta donación de bienes a Pedro de Luján, para que pudiera casarse y responder convenientemente de la dote de Leonor de Ayala. Tuvo Pedro varios hijos: Hernán, casado con Catalina de Lasso, hija de Pedro Lasso, comendador de Aguilarejo, Francisco, corregidor en Segovia, Pedro, capitán del Rey Católico, que murió en 1512 en la batalla de Rávena, y Rodrigo que sería consejero de los Reyes Católicos en Nápoles.

Los otros hijos de El Bueno —Hernán, Rodrigo, Antonio— también se distinguieron en el servicio de los príncipes tanto en hechos de armas como en el gobierno dentro de la Administración local, pero, sobre todo, como caballeros de Órdenes militares, caso de la de Santiago y Calatrava. Otros hijos murieron jóvenes —Álvaro, Miguel y Esteban— y, de las hijas, tres profesaron como monjas en el monasterio de Nuestra Señora de Constantinopla, mientras que dos se casaron —Isabel y María—, la última con el comendador Alonso de Cárdenas.

Del 21 de diciembre de 1499 se conserva el testamento otorgado por Juan de Luján, que se titula maestresala, en nombre de María de Luzón, su mujer.

El Bueno y sus hijos colaboraron poderosamente a que el discreto linaje Luján, de origen medieval, se acabara por convertir en uno de los principales de la Villa y Corte de Madrid durante la época moderna.

 

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Dolores Carmen Morales Muñiz