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Gonzalo de Illescas

Biografía

Illescas, Gonzalo de. ?, p. s. XV – Hornachuelos (Córdoba), 22.X.1464. Jerónimo (OSH), obispo.

Monje del monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres), de gran virtud, talento y letras. En el año 1435 los reyes visitaron el monasterio de Guadalupe, y debieron quedar muy confortados con fray Gonzalo, en un momento en el que el prior, fray Pedro de las Cabañuelas, era confesor de la reina. A partir de ese momento, fray Gonzalo colaboró activamente con los reyes y obtendría de ello muchas prebendas para el monasterio de Guadalupe, habiendo conseguido otras previamente, dada su cercanía al arzobispo Gutiérrez Álvarez de Toledo, de quien era familiar de su casa. Fray Gonzalo era un hombre de gran cultura, teniendo una biblioteca de más de 150 libros, según podemos saber gracias a su testamento.

Fue prior de Guadalupe durante dos trienios (1441-1444 y 1450-1453) y gobernó con gran acierto. Probablemente en 1449, debido a las frecuentes ausencias del confesor del rey, el obispo fray Lope de Barrientos, fue llamado a la Corte para ser consejero y confesor del rey Juan II, pese a ser de nuevo prior de Guadalupe a partir de 1450. Tras la ejecución de Álvaro de Luna en 1453, Lope de Barrientos y Gonzalo de Illescas auxiliaron el rey en tareas de gobierno. Fray Gonzalo empezaría a ocupar importantes cargos: fue nombrado tutor y administrador del Maestrazgo de Santiago (en nombre del infante Alfonso), miembro del Consejo Real y tendría un papel destacado en las Cortes de 1453. Con el empeoramiento de la salud del rey a partir de 1454, Gonzalo de Illescas (junto a Lope de Barrientos) serían llamados a gobernar en su nombre.

Juan II le presentó para la diócesis de Córdoba, pero el rey murió y las bulas de su elección no se recibieron hasta el 16 de agosto de 1454. Como prelado se distinguió por su celo apostólico y por su gran caridad, de modo que se ha dicho que su “palacio era un Hospital de pobres, donde hallaban todos la mesa puesta”. No se olvidó de su antigua condición de monje y siempre conservó gran afecto a su monasterio, al que visitaba con frecuencia y le hacía grandes limosnas, así como a otros de su Orden. Gonzalo de Illescas se preocupó de engrandecer el convento de Guadalupe, mandando construir el pabellón del Capítulo (que incluye la biblioteca y la sala capitular), así como su propia capilla funeraria.

Exteriorizaba su nostalgia por la vida monástica. Por ejemplo, en 1455, el papa Nicolás V le concedió licencia para que dos frailes jerónimos viviesen a su lado (para vivir de acuerdo a la regla de los jerónimos en la medida en que su condición episcopal se lo permitiese) y, a petición suya, fue enterrado junto a sus hermanos de hábito, en un arca sepulcral con su estatua yacente, obra de Egas Cueman.

Zurbarán (1639) lo inmortalizó en uno de sus mejores cuadros de la sacristía de Guadalupe y, asimismo, Valdés Leal para el monasterio de San Jerónimo de Buenavista (Sevilla), actualmente en el Museo Provincial de Bellas Artes de Sevilla.

 

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Ignacio de Madrid (OSH) y Guillermo Fernando Arquero Caballero

Relación con otros personajes del DBE