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Gerardo Escudero Valera

Biografía

Escudero Valera, Gerardo. Rivera de la Polvorosa (León), 5.IX.1910 – Madrid, 3.I.1981. Religioso, claretiano (CMF), canonista, especialista en Derecho de religiosos.

Nació en el seno de una familia numerosa, modesta, pero profundamente cristiana y recibió su formación inicial en la escuela de su pueblo. A los catorce años (10 de septiembre de 1924) ingresó en el colegio postulantado que los Misioneros Claretianos tenían en Plasencia (Cáceres), terminando esta primera etapa de su formación con su profesión religiosa en el noviciado de Jerez de los Caballeros (Badajoz), el 15 de septiembre de 1928. Continuó sus estudios eclesiásticos en Plasencia, hasta el año 1931 en que fue destinado a Roma para realizar estudios de especialización en Derecho. Se ordenó de sacerdote el 25 de octubre de 1936 en la Ciudad Eterna. Licenciado en ambos Derechos en 1938, regresa a España en 1940. Su primer destino fue el Teologado Claretiano de Zafra, como profesor de Derecho. En 1948 fue nombrado, sin abandonar su cátedra, consultor provincial de la provincia Bética, cargo que desempeñó durante dos años. Desde 1949 hasta 1952 ejerce en Madrid el cargo de superior y director de la Residencia Universitaria Claret. En 1952 defendió en Roma su tesis doctoral con un estudio sobre la pobreza religiosa.

En 1950 comenzó un período de colaboración con su antiguo profesor, el padre Arcadio María Larraona, a la sazón secretario de la Congregación de los Religiosos, de la que ganaría experiencia y competencia. Como consultor de esta misma Congregación Romana (1955), se le encomienda la organización del Congreso Nacional de Perfección y Apostolado celebrado en Madrid, del 23 de septiembre al 3 de octubre de 1956. Posteriormente, la Congregación de Religiosos le encarga también la coordinación de la Confederación Española de Religiosas con el título de asistente general, a la que daba su forma institucional definitiva en 1968 con la aprobación, por parte de la Santa Sede, de sus estatutos. En esta labor asistencial trabajó hasta 1972, en que presentó su dimisión a la Congregación de Religiosos. Hasta 1981 su actividad se vuelca en la asociación Instituto Pontificio para los Claustros Necesitados (CLAUNE), para la que consigue la aprobación de la Sagrada Congregación como Instituto Pontificio Claune, en favor de las monjas de vida contemplativa. En 1973 organizó el Primer Congreso Nacional de Vida Contemplativa, cuyas ponencias y comunicaciones se publicaron con este mismo título. Como director general de Claune, promovió, además de su formación religiosa, la formación laboral de las claustrales, con vistas a poder vivir de su trabajo. Para ellas organizó cursillos de toda especie y exposiciones de las labores realizadas en los conventos.

Desde sus primeros años de estudiante en Roma, descubre su vocación específica como religioso, una vocación bien correspondida a lo largo de su vida. La primera iniciativa en favor de los religiosos y religiosas fue la creación en España de una revista a través de la cual pudiera prepararse lo que después llamaría el Concilio Vaticano II la “adecuada renovación y adaptación de la vida religiosa”. En 1944 aparecía la nueva revista Vida Religiosa, sostenida por un equipo de claretianos, entre los que ocupaba un lugar especial el padre Gerardo Escudero. De ella fue asiduo colaborador. A esta primera iniciativa siguió, en 1948, la publicación del volumen Derecho de los Religiosos, un tratado científico completo, fruto del esfuerzo de los claretianos Arturo Tavera Araoz, Gregorio Martínez de Antoñana y Gerardo Escudero, que con sus seis ediciones ha permanecido en vigor hasta la aparición del Código de 1983. Después de la sexta (1968), ha sobrevivido esta obra con el título El nuevo derecho de los religiosos, que tiene como autor único al padre Escudero.

Con una labor más callada pero no menos eficaz supo llevar a muchas congregaciones religiosas y a muchos monasterios de clausura la doctrina del Vaticano II sobre la vida religiosa y la aplicación en ellos de sus enseñanzas.

Fue asistente de no pocas superioras generales, asesor de Capítulos especiales, orientador en la redacción de nuevas constituciones y directorios, unas veces a través de sus obras escritas y otras de viva voz en ciclos de conferencias o cursillos para religiosas. Su consultorio fue frecuentado incluso por obispos, vicarios de religiosas y asistentes de federaciones de monjas.

 

Obras de ~: con A. Tavera Araoz y G. M. de Antoñana, Derecho de los Religiosos, Madrid, Coculsa, 1948; Los Institutos seculares, Madrid, Coculsa, 1954; El voto solemne de Pobreza, Madrid, Coculsa, 1955; Formación de las religiosas, Madrid, Coculsa, 1962; Conceptos de vida de perfección I: Conceptos generales, Madrid, Coculsa, 1963; Conceptos de vida de perfección II: La vocación, Madrid, Coculsa, 1965; Documentos Conciliares sobre la vida religiosa, Madrid, Coculsa, 1966; El Capítulo General, Madrid, Coculsa, 1966; Apuntes para la organización del Juniorado, Madrid, Coculsa, 1966; El Capítulo Especial, Madrid, Coculsa, 1968; Nuevas normas sobre la formación de los religiosos, Madrid, Coculsa, 1969; con J. M.ª Mesa, La formación de los Religiosos, Madrid, Coculsa, 1969; La Virginidad y la Liturgia, Madrid, Coculsa, 1969; Renovación acomodada de la formación para la vida religiosa, Madrid, Claune, 1969; La nueva clausura de las monjas, Madrid, Coculsa, 1970; El nuevo Derecho de los Religiosos, Madrid, Claune, 1971; Colección de Documentos Posconciliares sobre el Derecho de los religiosos, Madrid, Claune, 1972; Geografía contemplativa de España, Madrid, Claune, 1972.

 

Bibl.: VV. AA., A la memoria del Rvdo. Padre Gerardo Escudero Valera, Madrid, Claune, 1981, págs. 1-48 (Claune de la Asociación “Pro orantibus”, vols. 51 y 52).

 

José María Mesa Delgado, CMF

 

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