Ingresó en el seminario de Astorga, donde estudió La­tín, Humanidades y dos cursos de Filosofía. En 1905 fue enviado al Pontificio Colegio Español de Roma como alumno becario de la dióce­sis, obteniendo el doctorado en Filosofía por la Acade­mia de Santo Tomás, en Teología por la Gregoriana y la licencia en Sagrada Escritura por el Instituto Bíblico, del que fue uno de sus primeros alumnos. Ordenado de presbítero en Roma el 10 de julio de 1911, a su regreso a España en 1913 fue nom­brado mayordomo del obispo de Astorga, Julián de Diego y García Alcolea, al que siguió al pasar dicho obispo a Salamanca, de cuya Universidad Pontificia fue profesor. En 1919, tras reñidas oposicio­nes, ganó la canonjía lectoral de Córdoba y, dos años después, la de la metropolitana de Sevilla, donde desem­peñó por espacio de catorce años las cátedras de Sagrada Escritura, Lógica y Cuestiones Selectas de Teología. Fue director de la Adoración Nocturna, consiliario de la Federación de Sindicatos Católicos Femeninos, de la Hermandad de San Cosme y San Damián, delegado de la Junta diocesana de Catecismo y académico de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y de la de Nobles Artes de Córdoba. [...]