Ramos López, Máximo. La Graña, El Ferrol (La Coruña), 4.IX.1880 – Madrid, 25.II.1944. Dibujante, grabador y pintor.
Máximo Ramos nació en 1880 y en 1895 quedaba huérfano de padre. Máximo renunció a seguir la tradición militar de su familia por lo que ésta le negó su ayuda, pero una tía abuela advirtió sus cualidades artísticas y lo apoyó costeando su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol. Se trasladó a la capital de la provincia y montó su propia academia, trabajó como delineante de Obras Públicas y realizó trabajos de publicidad y carteles, en esta etapa su estilo se vincula al modernismo y el simbolismo que perdurará en los óleos. En 1909 diseñó el Cartel de las Fiestas del Apóstol de Santiago y ese año se casaba, el trabajo escaseaba y las nuevas cargas familiares lo llevaron a emigrar a América para realizar un trabajo de decoración mural en México, que le había conseguido un hermano suyo residente en Cuba. Una vez en México le comunicaron que el mural no se iba a realizar y consiguió trabajos de cartelista, dibujante, escenógrafo, pintó al óleo y realizó grandes decoraciones en varios países de Sudamérica y los Estados Unidos. En 1913 era redactor jefe artístico de la Ilustración Artística y Americana y en 1915 colaboró con la revista Labor Gallega de Cuba. Ese mismo año regresaba a España, se establecía en Madrid y colaboraba como ilustrador de La Esfera, hasta 1931. En 1916 escribió e ilustró el libro Mientras llega la hora, que supuso su consagración como ilustrador, en el que manifestaba sus avanzadas ideas sociales que ya había puesto de manifiesto en su estancia americana, en la que se había forjado la fama de anarquista. Ilustró en las dos publicaciones de Prensa Española ABC, en 1916, y Blanco y Negro, desde 1921 hasta 1936. Sus dibujos a plumilla, temple y acuarela fueron también requeridos para La novela Semanal, de 1921 a 1924, y La novela de hoy, entre 1922 y 1929. En 1921 se trasladaba a Valencia para fundar una fábrica de abanicos, que él decoraría, pero le acosó la desgracia, fallecía su mujer y su socio comercial se fugaba con el capital de la empresa.
En 1922 contrajo de nuevo matrimonio y en 1923 regresaba a Madrid, donde continuó su labor de ilustrador y dibujó anuncios y carteles publicitarios de las marcas cosméticas La Toja, Floralia y Flores del Campo, siguiendo los dictámenes del art decó. Los protagonistas de sus obras fueron, fundamente, mujeres modernas y elegantes como las de Penagos y Federico Rivas. En 1924 participaba en el Salón de Arte Moderno, en 1928 en la Exposición Regional de Arte Gallego de Madrid, en 1929 en la de Dibujantes Españoles en Nueva York y en 1930 en la Exposición Permanente de Arte de Santiago. Máximo se reunía con los dibujantes más destacados del momento en la tertulia del café Varela en la que también participaba el crítico de arte José Francés, amigo del artista y responsable de la cita anual de los Salones de Humoristas, en varios de los cuales participó Máximo. Desde sus inicios abordó otras técnicas y practicó el óleo, en ellos escoge el simbolismo que en sus primeros años inundaba toda su producción y una de estas obras, Gallega mirando al mar, la presentó en la Exposición Nacional de 1926. También cultivó el grabado al aguafuerte, técnica en la que a principios de los años veinte realiza las series Los hechos de los apóstoles y Escenas de Don Quijote. Entre 1928 y 1930 grabó otras dos series que tienen como protagonistas la mujer y Galicia y en la Exposición Nacional de 1934 recibió una Tercera Medalla por el aguafuerte Mi abuelo el pirata. Cuando comenzó la Guerra Civil abandonó Madrid y regresó a Galicia donde, tras varios destinos, consiguió trabajo en la imprenta coruñesa de José Souza, y de aquí se fue a Bilbao para trabajar en la revista Fotos. Regresó a Madrid en 1940, y en 1941 consiguió una Segunda Medalla en la Exposición Nacional por el aguafuerte Las dos vidas, ilustró en la revista Flechas y Pelayos y fue contratado como profesor de dibujo de la Escuela de San Bernardo de Madrid, donde ganó la cátedra poco antes de morir en 1944.
Obras de ~: La cocina práctica, 1909; Cartel de las Fiestas del Apóstol, 1909; La princesa que no podía llorar, 1922; La salvajilla, 1926; De la costa gallega, 1926; Rapaciña, 1926; Historia de los tres mendigos, 1926; El árbol de la felicidad, 1927; Invierno: fiesta en la aldea, 1927; Carmela, 1928; Una extraña aventura, 1928; Clara, 1928; Portada de Blanco y Negro, 6 de noviembre de 1931; Filosofía del circo, 1932; Sirena, 1932; Alegoría, 1932; El diablo va de ronda, 1932; El secreto de Isabel, 1932; Carnaval de Viena, 1933; ¿Vendrá?, 1933; La puchera, 1933; La verdadera vida, 1933; Cuando una estatua deja de serlo, 1933; Una galleguiña, 1934; Nostalgia, 1935; Fruta madura, 1935; Guatemala, 1935; Instantáneas playeras, 1935; Trópico, 1936; Panchita baila la rumba, 1936.
Grabado: Mi abuelo el pirata, 1934; Las dos viudas, 1941.
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Beatriz de San Ildefonso Rodríguez