González-Pola y García, Julio. Oviedo (Asturias), 1865 – Madrid, 11.V.1929. Escultor.
Alumno de la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, fue luego discípulo de Juan Samsó. Muy pronto empezó a enviar obras a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, habiendo obtenido ya en 1897 una 3.ª Medalla por un relieve decorativo realizado en plata. En el certamen de 1901 presentó un pequeño desnudo femenino en yeso con el título Ensueños, merecedor de una 2.ª Medalla y de ser adquirido por el Estado por 1.750 pesetas, pasando al Museo de Arte Moderno; hoy está depositado en el Museo de Bellas Artes de Murcia. En el certamen nacional de 1904 presentó un relieve con el Ecce Homo. De 1907 data el panteón de los Repatriados de Cuba y Filipinas tras el desastre de 1898 en el cementerio de Pereiró en Vigo (Pontevedra), con una bella figura en bronce de un soldado moribundo abrazado a la bandera nacional. En este mismo año fue uno de los artistas que intervinieron en el ornato del Pabellón de Exposiciones que el Círculo de Bellas Artes levantó en el madrileño parque del Retiro. En la Nacional de 1908 alcanzó una 1.ª Medalla con el modelo del grupo titulado Patria (copia en bronce en el palacio de El Pardo) que luego, pasado a piedra y ampliado a tamaño doble del natural, presidiría el gigantesco Monumento Nacional a los Soldados y Marinos muertos en Cuba y Filipinas que permaneció en el madrileño parque del Oeste hasta los años de la Guerra Civil. La vinculación del escultor con los temas militares encontró nuevo reflejo en el grupo No importa (Casino Militar de Madrid, con boceto en el Museo del Ejército), de estos mismos momentos, en el que volvió a ensalzar la gesta de las tropas españolas en ultramar a través de la figura de un soldado muy malherido que, caído sobre una pieza de artillería, apenas tiene fuerzas para asirse al asta de la bandera de España que, con gesto marcial, sostiene otro soldado bien uniformado y con la cabeza tocada con el ros, aludiendo todo ello a que lo importante es mantener la posición encomendada, incluso a costa de la propia vida. En 1911 fue inaugurado frente al Ayuntamiento de Pontevedra el monumento a los Héroes de Puente Sampayo para conmemorar el centenario de la gesta realizada frente a los franceses por un puñado de gallegos a las órdenes de Pablo Morillo. Pocos meses más tarde fue inaugurado en los jardines de la madrileña plaza de Oriente el monumento al capitán de Infantería Ángel Melgar y Mata, fallecido en los combates del Barranco del Lobo (Melilla).
En 1915 realizó el monumento dedicado en Madrid al general Joaquín Vara de Rey y a los héroes del Caney durante la guerra de Cuba, rematado con un bien concebido grupo de soldados en bronce, que recuerdan mucho los del anterior monumento pontevedrés citado.
En el mismo año, además del conjunto dedicado a Mariano Suárez-Pola en Luanco (Asturias), ganó el concurso municipal para el monumento conmemorativo de las reconquista de la ciudad de Vigo (Pontevedra).
De 1923 data el monumento que, dedicado a las escuadras del almirante Cervera y del almirante Montojo que fueron masacradas, respectivamente, en Santiago de Cuba y en Cavite, se alza en el paseo de Alfonso XII de Cartagena (Murcia), adornado con varios grupos de marinos en piedra, que, un tanto deteriorados por la acción del mar, han sido sustituidos recientemente por copias en bronce. En la década de 1920 acentuó sus contactos con las tierras americanas de Panamá, Puerto Rico, Perú y Colombia. En 1924, al conmemorarse el centenario de la batalla de Ayacucho, ganó el concurso para levantar en Bogotá un monumento conmemorativo de la misma, presentando un modelo que, sobre unas gradas con leones en las esquinas y varios relieves narrativos en la parte central, mostraba las estatuas broncíneas de los generales Sucre y Córdoba en los extremos, coronando el conjunto la figura de la Gloria; y en 1926 ejecutó el monumento dedicado al general Córdoba en Rionegro (Colombia). En Perú, además de vencer en el concurso de proyectos para realizar el monumento dedicado a recordar la misma batalla de Ayacucho, participó el año anterior en el certamen convocado para erigir en el cementerio de Lima un monumento a los soldados españoles fallecidos durante la guerra de la Independencia de Perú y en el combate de Callao en 1866. En 1925 fue inaugurado el conjunto dedicado a la duquesa de la Victoria ante el hospital de la Cruz Roja en Madrid, del que hay una réplica en el parque Genovés de Cádiz.
Fue presidente en funciones del Círculo de Bellas Artes entre junio y octubre de 1920. En varias ocasiones formó parte del jurado de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y de la concesión de las plazas de pensionado de la Academia de Bellas Artes de España en Roma.
Obras de ~: Ensueños, Museo de Bellas Artes, Murcia, 1901; Panteón de los Repatriados de Cuba y Filipinas, Cementerio de Vigo (Pontevedra), 1907; Patria, Palacio de El Pardo y Museo del Ejército, 1907; Monumento a los Soldados y Marinos muertos en Cuba y Filipinas, Madrid (desapar.); No importa, Museo del Ejército y Casino Militar de Madrid; Monumentos a los Héroes de Puente Sampayo, Pontevedra, 1911; El capitán Melgar, Madrid, 1911; General Joaquín Vara del Rey y héroes del Caney, Madrid, 1915; Escuadras de Santiago de Cuba y de Cavite, Cartagena (Murcia), 1923; Duquesa de la Victoria, Madrid, 1925.
Bibl.: F. J. Portela Sandoval, “Julio González Pola y la escultura conmemorativa española en los albores del siglo xx”, en El Museo de Pontevedra, XXXIX (1985), págs. 275-288; Id., “La huella del 98 en la escultura española”, en El Ejército y la Armada en el 98, Madrid, Centro Cultural Conde Duque, 1998, págs. 159-174; “Julio González Pola y el monumento dedicado en Cartagena a los heroicos marinos de Cavite y Santiago de Cuba en 1898”, en Militaria. Revista de Cultura Militar, 16 (2002), págs. 87-94; R. Gutiérrez Viñuales, Monumento conmemorativo y espacio público en Iberoamérica, Madrid, Cátedra, 2004, págs. 220-221 y 560-561; F. J. Portela Sandoval, “Un ejército de bronce y piedra. La escultura conmemorativa militar en Madrid: 1813-1931”, en V. Fernández Vargas, El Madrid militar. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2006, págs. 527-576.
Francisco José Portela Sandoval