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Pietro Morone

Biografía

Morone, Pietro. Piacenza (Italia), 1515-1520 – Calatayud (Zaragoza), 24.II.1577. Pintor.

Su venida a España se debió a que, junto con su compatriota Pietro Paolo de Montalbergo, fue contratado en Roma, el 16 de marzo de 1548, por el doctor Luis de Lucena para realizar las pinturas de la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles que había construido en Guadalajara, a donde debían llegar en septiembre de ese año. Sin embargo, los dos pintores italianos se detuvieron antes en Barcelona, para cuya iglesia de San Miguel concertaban el desaparecido retablo de Santa Cecilia en agosto de 1548, cuyo finiquito por la obra terminada firmaban el 11 de enero de 1549 en la Ciudad Condal. Entre ese año y el siguiente debieron realizar las pinturas de Guadalajara, que suponen la vanguardia de las realizaciones pictóricas de su tiempo en España. Después se afincaron en Cataluña Montalbergo y en Aragón Morone, donde desarrollaron sus carreras pictóricas por separado.

Morone, además de trabajar para Zaragoza, lo hizo preferentemente para el obispado de Tarazona, tanto en iglesias de Aragón, como de Navarra y Soria, lo que no le impidió trabajar también en obras civiles; su principal patrón fue el Juan González de Munébrega, obispo de Tarazona (1547-1567). Trajo a Aragón las últimas novedades de la pintura romana, donde se debió de formar siguiendo los modelos de Rafael, Giulio Romano, Salviati, Miguel Ángel, Volterra y Perino del Vaga, de quien pudo ser oficial. Durante sus años de estancia en Roma, Morone reuniría un amplio material de dibujos y grabados, que después empleó constantemente en sus obras. También se inspiró en estampas de Fontainebleau y de Alberto Durero. Jusepe Martínez en el siglo XVII, que lo juzgaba como un maestro “más inclinado a la manera grande que a la pequeña”, ya advirtió la copia de composiciones ajenas en la obra del pintor.

Morone, que iba a tener una gran movilidad geográfica, se halla documentado en Zaragoza el 12 de enero de 1551 y en septiembre de ese año le pagaron por policromar las desaparecidas puertas bajas del retablo mayor del Monasterio de Veruela. Entonces debió de iniciar su participación en la decoración de la cúpula que cubre la escalera mayor del palacio episcopal de Tarazona, proporcionando modelos para los trabajos en yeso y realizando los retratos al fresco. Morone contrató, en Zaragoza, como aprendiz, al pintor Antón Claver en octubre de 1552. En diciembre de ese año estaba avecindado en Paracuellos de Jiloca, para acometer los trabajos en esta localidad destinados a la iglesia parroquial y a la ermita, finalizados en 1557; la escena del Descendimiento, pintada con una paleta rica de colores, es copia literal del mismo tema pintado por el italiano Volterra en la iglesia de la Trinità dei Monti de Roma.

Simultáneamente emprendió otros trabajos; así en diciembre de 1554 el obispo Munébrega le encargaba el retablo mayor y sagrario del Convento de la Concepción de Tarazona, dos años después se comprometió a sus puertas. Para la parroquial de Ibdes contrató a principios de 1555, junto a los escultores Juan de Salamanca y Pedro Moreto, y al pintor dorador Juan Catalán, la policromía del retablo mayor de escultura y la pintura de las puertas, donde Morone realizó una copia del Juicio Final de la Capilla Sixtina. En ese mismo año dio trazas de arquitectura y coordinó los trabajos emprendidos por el obispo Munébrega en el palacio episcopal de Tarazona, que incluía una galería de retratos en el Salón de Obispos, donde hubo amplia participación del taller. Durante la estancia documentada de Morone en Tarazona en 1557 aparecen asociados a él Domingo de Yanguas y Juan Bautista.

En 1558 se contrató a Morone junto con el pintor Gonzalo Villapedroche para policromar el retablo mayor de Olvés, en cuya obra se encargaría Morone de pintar los lienzos de las puertas, desaparecidas. Entonces estaba casado con Jerónima de Luna. Morone en esas fechas debió de pintar en Maluenda parte del retablo de la Vera Cruz de la iglesia de las Santas Justa y Rufina, que justificaría su relación con la localidad en 1559. La tabla central de la Piedad reproduce miméticamente sus modelos.

En la década de 1560 el pintor desarrolló una intensa actividad. En 1562 inició sus trabajos en Zaragoza en la desaparecida capilla artística de Santa Úrsula, en el claustro de Nuestra Señora del Pilar, propiedad de Pedro Carnicer, protofísico del emperador Fernando I. De su mano era la traza del retablo, las tablas de pintura y el diseño de la reja. A principios de 1565 aparece avencindado en Ibdes y de esa fecha se cree que es el retablo de Nuestra Señora de la parroquial. También en ese año estaba de nuevo en Tarazona, donde contrató los servicios del pintor Miguel Díaz por cinco años y medio; también formaría parte de su taller el pintor Beltrán Abadía. Fue en 1565 cuando el obispo Munébrega le encargó un gran retablo desaparecido para el Monasterio de San Agustín de Ágreda (Soria), que luego incluiría las vidrieras.

Entonces el Cabildo de Tarazona lo contrató para el retablo mayor de la iglesia de Santa María Magdalena, fechado en 1566, donde hubo una amplia participación del taller y el empleo, como modelos, de estampas de Durero e italianas. En ese año realizó, junto con su compatriota Tomás Peliguet, diferentes decoraciones murales (no conservadas) en la cartuja de Aula Dei de Zaragoza. Por esas fechas pudo emprender las pinturas murales del palacio de Guarás de Tarazona, integrado por virtudes, artes liberales y temas mitológicos. En la misma ciudad efectuó el retablo mayor de la iglesia de San Miguel, por el que demandó una parte del pago en 1572.

En 1569 estaba afincado en Tudela ocupado en el desaparecido retablo mayor de la parroquia del Salvador y de ese año son las referencias a la pintura del retablo mayor de la cercana localidad de Fustiñana, iniciado por Rafael de Monzón. En la década de 1560 se fechan las interesantes pinturas murales de temática mitológica de mujeres ilustres del palacio Magallón o del Marqués de San Adrián de Tudela.

En julio de 1570 aparece afincado en Zaragoza, en cuya fecha se hizo cargo de un retablo para la capilla de la Trinidad en el Convento de San Francisco de esa ciudad, propiedad de Juan de Lanuza, justicia de Aragón. En marzo de 1571 Juana de Toledo le encargaba las pinturas del retablo mayor del mismo templo y en octubre del mismo año las puertas de lienzo del conjunto. A finales de 1572 Morone estaba tullido en cama a causa de la enfermedad de la gota, una dolencia que padecía al menos desde 1557. En esos años finales de su actividad artística todavía emprendería dos proyectos en Zaragoza para el acaudalado mercader Gabriel Zaporta, quien le pagaba, en marzo de 1576, por su trabajo en la capilla de Loreto del Monasterio de San Francisco y en la capilla de San Miguel de la Seo. En esta última hizo las escenográficas pinturas murales, en cuya Presentación reprodujo elementos de la escena de la Donación de Roma a Constantino de la Estancia Vaticana la Sala de Constantino y de la Visitación pintada por Francesco Salviati en el Oratorio de San Giovanni Decollato.

Después de esa fecha el pintor se estableció con carácter definitivo en Calatayud, donde fue enterrado en 1577 en la capilla del Crucifijo de la iglesia de San Juan de Vallupié. Se le ha atribuido el exquisito trabajo de dorado y policromía del retablo mayor de la parroquial, que se encuentra hoy en la cercana localidad de Sediles.

 

Obras de ~: Fragmento de dibujo del Juicio Final, Museo de Huesca, c. 1548; Pinturas murales de la capilla de Luis de Lucena, Guadalajara, 1549-1550; Retratos al fresco de la cúpula de la escalera del palacio episcopal, Tarazona (Zaragoza), 1551- 1552; Retablo mayor y puertas, iglesia parroquial de Paracuellos de Jiloca (Zaragoza), 1552-1557; Retablo de San Miguel, ermita de Paracuellos de Jiloca, 1552-1557; Puertas y policromía del retablo mayor, iglesia de Ibdes (Zaragoza), 1555-1565; Dibujo de las Santas mujeres ante el sepulcro vacío, Madrid, colección particular, c. 1555; Retratos al fresco del Salón de Obispos, palacio episcopal de Tarazona, c. 1556; Piedad, retablo de la Vera Cruz, iglesia de las Santas Justa y Rufina de Maluenda (Zaragoza), 1559; Retablo de Nuestra Señora, iglesia de Ibdes, c. 1565; Retablo mayor de la iglesia de Santa María Magdalena, Tarazona, 1566; dibujo de la Oración en el Huerto, Biblioteca Nacional de Madrid, c. 1566; Pinturas murales del palacio Guarás, Tarazona, c. 1566-1569; Retablo mayor, iglesia de Fustiñana (Navarra); Pinturas murales del palacio del Marqués de San Adrián, Tudela (Navarra), c. 1569-1570; Retablo mayor de la iglesia de San Miguel, Tarazona, c. 1570; Pinturas murales de la capilla de San Miguel o de Zaporta, la Seo de Zaragoza, c. 1572-1575.

 

Bibl.: J. Martínez, Discursos practicables del nobilísimo arte de la pintura, c. 1670 (Madrid, Akal, 1988); M. Abizanda, Documentos para la historia artística y literaria de Aragón, vol. III, Zaragoza, La Editorial, 1932; D. Angulo Íñiguez, Pintura del Renacimiento, en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, vol. XII, Madrid, Plus- Ultra, 1955; J. G. Moya Valgañón, “Micer Pietro Morone, pintor en Aragón en el siglo XVI”, en Bellas Artes, 60 (1978), págs. 41-46; C. Morte García, “La pintura aragonesa del Renacimiento en el contexto hispánico y europeo”, en VV. AA., III Coloquio de Arte Aragonés, vol. II, Huesca, Diputación Provincial, 1983, págs. 277-302; “Documentos sobre pintores y pintura del siglo XVI en Aragón, I y II”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, XXX (1987), y XXXI-XXXII (1988), págs. 117-231 y págs. 183-457, respect.; Aragón y la pintura del Renacimiento, Zaragoza, Museo e Instituto Camón Aznar, 1990; J. Criado Mainar, Las artes plásticas del Segundo Renacimiento en Aragón. Pintura y escultura, 1540-1580, Tarazona, Centro de Estudios Turiasonenses, 1996; J. M. Acerete, Estudio documental de las artes en la Comunidad de Calatayud en el siglo XVI, Zaragoza, Centro de Estudios Bilbilitanos, 2001; L. Varela Merino, “La venida a España de Pietro Morone y Pietro Paolo de Montalbergo: las pinturas de la capilla de Luis de Lucena, en Guadalajara”, en Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar, LXXXIV (2001), págs. 175-184.

 

Carmen Morte García