Ayuda

Benito Rabuyate (o Rabugliate)

Biografía

Rabuyate (o Rabugliate), Benito. Florencia (Italia), p. m. s. XVI – Valladolid, ¿1592?. Pintor.

Benito Rabuyate es un pintor florentino que ya vivía en Valladolid en 1550, según una declaración del escultor Juan de Juni en 1567, en la que indica que conocía al pintor desde hacía dieciocho años. A partir de este momento, presentará una gran actividad en el medio vallisoletano. De todos los datos conocidos se desprende que Benito Rabuyate hizo honor a su origen florentino tanto por la calidad de su obra como por su mentalidad de artista intelectualizado y decidido defensor de sus intereses económicos. La crítica reconoce su influencia en el medio castellano a la hora de introducir el manierismo de corte internacional, basado en Miguel Ángel, Rafael y los discípulos de éste, pero también en otros maestros italianos, con un concepto elegante y refinado de la forma. Prueba de su prestigio es el hecho de que trabajara en la capilla mayor del palacio real de Valsaín.

Sin embargo, Rabuyate es un artista maldito porque no se conserva ninguna de sus numerosas obras documentadas. Se le atribuyen, entre otras, dos obras como son la copia de la Virgen de la Rosa, de Rafael, en el Museo Nacional de Escultura y la decoración mural del claustro del Monasterio cisterciense de Valbuena de Duero (Valladolid). En estas pinturas, mal conservadas, se advierten composiciones religiosas de estilo romanista, aunque más elegantes, sumidas en un ambiente decorativo en el que aparecen relaciones con las sofisticadas pinturas decorativas rafaelescas y con las del manierismo florentino. Se utilizan variadas ornamentaciones con temas profanos y mitológicos relacionados con las estancias y las logias del Vaticano.

Tuvo buenas relaciones con otros artistas vallisoletanos, como los Berruguete, pero sobre todo con Juan de Juni. En 1561 fue fiador de éste cuando pide 250 ducados para terminar el retablo de la Antigua y en 1562 fue padrino de su hija Ana María, en la parroquia de San Andrés. Con él colabora también en algunas obras. Pero en 1570 tenían enemistad, motivado porque ese año Juan de Juni declara en contra de Rabuyate en el juicio que tuvo sobre la pretensión de que el escultor florentino Juan Bautista Portiggiano le abonara más de lo estipulado por un retablo para la familia Valdés en Salas (Asturias). De igual manera, también tuvo relación con Gaspar Becerra, a quien precede en su venida a España en unos pocos años. En 1569 era padrino de un hijo del pintor Alonso de Ávila en la parroquia de San Julián.

En defensa de sus intereses profesionales y económicos, fue un artista proclive a sostener pleitos incluso con poderosos miembros de la nobleza, consiguiendo casi siempre parte de sus pretensiones. Se pueden citar los siguientes: con el banquero genovés Francisco Lomelín por la decoración al fresco de su capilla en el convento de la Concepción (1552-1554); con Pedro Téllez Girón, duque de Osuna, por obras hechas para éste en Peñafiel (1566-1567); con el Ayuntamiento de Valladolid por la decoración de los Arcos del Campo, en honor de la reina Isabel de Valois (1567); con el escultor italiano Juan Bautista Portiggiano por un retablo para Salas (Asturias) (1570); con el heredero de un cura de San Andrés por una pintura al fresco (1570), o con Gaspar Alderete, por la pintura del retablo de su capilla en San Antolín de Tordesillas (1581-1582).

Se sabe que tuvo un taller muy dotado, con numerosas colecciones de estampas, modelos y, sobre todo, con copias y quizá algún original, de artistas italianos, que serían estudiados por los artistas de su círculo. En su testamento de 1586 y en su codicilo de 1589 se citan obras de Leonardo, Miguel Ángel, Rafael, Andrea del Sarto, Sebastiano del Piombo, Correggio, Salviati y Parmiaggino. Algunas de ellas son de tema mitológico.

Todo ello indica un conocimiento muy sólido de la pintura italiana de la primera mitad de siglo. Las mejores las destinaba a la cofradía de la Misericordia, para que se hiciera un estudio en el que pudieran aprender los pintores vallisoletanos, lo que indica en el pintor un interés por la formación académica. De igual manera, consta la variedad temática de su pintura, lo que indica también capacidad creativa, y además de pintura religiosa, se sabe que abordó la pintura profana, quizá el paisaje clásico, y frecuentemente el retrato. También se indica que a veces pintó del natural. Fue habitual fresquista, lo que no era frecuente en el medio castellano.

Debió de morir en 1592, momento en el que se cede una pintura suya de la Ascensión a la cofradía de la Pasión de Valladolid.

 

Obras de ~: pinturas murales de la capilla de Francisco Lomelín, Valladolid, 1552; pinturas para el Duque de Osuna en Peñafiel, Valladolid, 1563; Arcos de recibimiento a la reina Isabel de Valois, 1565; Profetas en Santa María de la Antigua, Valladolid, 1568; pintura en la capilla del colegio de San Gregorio de Valladolid, s. f.; copia de la Virgen de la Rosa de Rafael, Museo Nacional de Escultura, s. f. (atrib.); pinturas murales en el claustro bajo del monasterio de Valbuena de Duero, Valladolid, s. f. (atrib.); retablo de la capilla de la Chancillería de Valladolid, Museo Nacional de Escultura, s. f. (atrib.).

 

Bibl.: J. Martí y Monsó, Estudios histórico-artísticos relativos principalmente a Valladolid, Valladolid-Madrid, Leonardo Miñón, 1898-1901; N. Alonso Cortés, Datos para la biografía artística de los siglos XVI y XVII, Madrid, 1922; J. Agapito y Revilla, La pintura en Valladolid. Programa para un estudio histórico-artístico, Valladolid, Imprenta Castellana, 1925; D. Angulo Íñiguez, Pintura del siglo XVI. Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, en M. Almagro Basch et al., Ars Hispaniae: historia universal del arte hispánico, t. XII, Madrid, Plus Ultra, 1954; J. M.ª Parrado del Olmo, “La escultura, la pintura y las artes menores de Valladolid en el Renacimiento”, en A. Montenegro Duque et al., Historia de Valladolid, II. Valladolid, corazón del mundo hispánico. Siglo XVI, Valladolid, Ateneo, 1981; J. C. Brasas Egido, “Pintura”, en A. Moure Romanillo et al., Renacimiento y Clasicismo. Historia del Arte de Castilla y León, t. V, Valladolid, Ámbito, 1994; M. ª J. Redondo Cantera, “Beneditto Rabuyate (1527-1592), un pintor florentino en Valladolid”, en; M. ª J. Redondo Cantera, “Beneditto Rabuyate (1527-1592), un pintor florentino en Valladolid”, en El modelo italiano en las artes plásticas de la Península Ibérica durante el Renacimiento, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2004, págs. 341-370.

 

Jesús María Parrado del Olmo