Gaminde y Lafont, Eugenio Indalecio de. La Coruña, 30.IV.1812 – Madrid, 29.X.1878. Teniente general del Ejército y ministro.
Hijo de Manuel de Gaminde, coronel de Infantería, caballero de San Hermenegildo, vocal de la Comisión Militar de las Provincias Vascongadas y sargento mayor de Galicia (represaliado durante el Trienio), y de Lucía Lafont.
El 6 de mayo de 1825, el coronel Gaminde solicitó plaza de cadete para su hijo en el Regimiento de Infantería del Príncipe número 3 de Línea, acantonado en Barcelona, y luego en el de de Zaragoza, 11.º de Infantería de Línea, acantonado en San Sebastián y Zaragoza. El 8 de enero de 1828 se le concedió la gracia de cadete con una pensión de cuatro reales diarios.
En julio de 1831 se le abrió expediente en Zaragoza por cuatro días de ausencia sin licencia y se le envió al Regimiento Fijo de Ceuta como correctivo, “bien que con opción a volver al Ejército cuando haya mejorado su aplicación y dando pruebas positivas de enmienda en su conducta”. Sin embargo, de nuevo en 1833 fue condenado a un mes de castillo en las Peñas de San Pedro por desatención hacia unas mujeres y maltrato al marido de una de ellas. En 16 de junio de 1835, cuando era subteniente del Regimiento de Infantería de la Princesa número 4 de Línea, llegó a solicitar licencia y retiro del servicio por “no considerarse con la robustez que exige las fatigas de la guerra”. En septiembre pidió que quedara sin efecto dicha instancia, aunque no acreditó que hubiera desaparecido la presunta inutilidad. Retornó al servicio el 4 de febrero de 1836, y ya como capitán se le abrió una nueva causa el 17 de junio de 1839 por una pelea con el teniente Salvador Puchol, en el Regimiento de Bailén de Madrid, 5.º Ligero. Al morir su padre y su hermano, en 1840 marchó a Alcalá a arreglar asuntos familiares, y volvió a solicitar el retiro el 26 de noviembre de ese año desde Barcelona, petición que le fue concedida el 11 de febrero de 1841.
Su suerte pareció cambiar, ya que retornó al servicio activo el 8 de noviembre de 1843, tras los pronunciamientos de esa primavera y la marcha de Espartero a fines de julio. El Gobierno provisional encabezado por Serrano ratifica la decisión de Prim de nombrarle gobernador de su Cuartel General Divisionario. Sin embargo, tomó parte activa en la rebelión centralista auspiciada por la Junta Suprema Provisional de Gobierno de la Provincia de Barcelona, por lo que fue apresado, pero el 9 de noviembre de 1844 el capitán general de Cataluña informó de su fuga de la prisión de Tarragona, donde estaba detenido por su participación en la asonada armada de septiembre de 1843. Fue separado del servicio el 16 de noviembre de 1844, y eliminado del escalafón de su clase. El 21 de octubre de 1847 volvió por tercera vez al servicio activo y fue nombrado ayudante de Campo de Prim, entonces capitán general de Puerto Rico, con el rango de teniente coronel graduado primer comandante de Infantería. En vez de embarcarse para las Antillas, solicitó cuatro meses de real licencia, y consiguió en última instancia quedar en situación de reemplazo en Tarragona en virtud de Real Orden de 21 de enero de 1848. Destinado como comandante de reemplazo en Lérida, solicitó nuevamente el retiro el 8 de septiembre de 1848. Fue trasladado inmediatamente a Palencia por no considerarse política su permanencia en el Principado. Tras solicitar una vez más el retiro, el 4 de mayo de 1849 se le concedió con uso de uniforme y fuero criminal.
En 1854 pasó a la vida pública, ya que Espartero solicitó que se le concediera la Comandancia General de la provincia de Logroño por su apoyo en la revolución de julio. Tomó parte en diversos hechos de armas de la primera guerra de África (1860), y colaboró activamente en la conspiración de 1868. En 1870, siendo capitán general de Cataluña, reprimió enérgicamente la sublevación promovida por el sorteo de quintas. El 21 de diciembre de 1871 fue nombrado ministro de la Guerra por Sagasta, aunque no tomó posesión de la Cartera hasta el 11 de febrero de 1872. Declarado en crisis el Gabinete, fue sustituido el 20 de febrero por el general Rey Caballero, y abandonó definitivamente la vida política.
Estuvo casado, desde 1840, con Delfina de Mier y Chaves, nacida en Sarriá (Barcelona) en 1822 y con bienes en Lérida. Su hermano José era también militar.
Entre sus distinciones destacan el título de comendador de la Orden de Carlos III (3 de marzo de 1860), la Gran Cruz de Carlos III (3 de noviembre de 1869) y el título de comendador de Isabel la Católica (16 de diciembre de 1862).
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, exp. 0175-09; Servicio Histórico Militar, exps. personales, rollo 23; Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Condecoraciones, caja 183, caja 195, exp. 11, y caja 245, exp. 12.
J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Editorial Actas, 1998.
Eduardo González Calleja
