Jáudenes y Álvarez, Ramón. La Coruña, 24.IX.1841 ‒ Ceuta, 11.IV.1884. Militar, cartógrafo del Cuerpo de Estado Mayor, organizador de la Comisión topográfica del ejército español en Marruecos.
Hijo y hermano de militares, Ramón Jáudenes ingresó en el ejército como cadete antes de cumplir los dieciséis años de edad. En 1860 fue destinado al Ejército expedicionario de África, alcanzando el grado de teniente de caballería tras tomar parte en diversas acciones de armas. Dos años más tarde ingresó en la Academia de Estado Mayor, logrando el empleo de teniente de Estado Mayor en 1866. Intervino en la batalla de Alcolea (septiembre de 1868), formando parte del Estado Mayor del ejército liberal a las órdenes del general Francisco Serrano, y posteriormente formó parte de una columna de operaciones destacada en León durante la tercera guerra carlista.
En 1870 fue destinado como capitán de Estado Mayor al Depósito de la Guerra. En adelante la actividad de Ramón Jáudenes estuvo presidida por su dedicación a la cartografía militar, y en particular a la cartografía colonial. Tras una etapa breve, dedicada a los trabajos de campo para la ampliación del Mapa Itinerario Militar en el distrito de Castilla la Nueva, embarcó como voluntario con destino a la isla de Puerto Rico en 1872. En Puerto Rico, donde alcanzó el empleo de comandante de Estado Mayor, se hizo cargo del levantamiento de la cartografía itineraria de la isla. Desde allí se desplazó a la isla de Cuba, como jefe de Estado Mayor de una brigada en servicio de campaña. Tras servir siete años en América regresó a España en 1879, para ser nombrado jefe de Estado Mayor de la comandancia de Ceuta.
La tarea más compleja y exigente de las asumidas por Jáudenes desde su desplazamiento a Ceuta fue la de liderar una unidad cartográfica que tenía la misión de mejorar con urgencia la información geográfica acerca del territorio marroquí. Creada en 1881, la Comisión de Estado Mayor en Marruecos (denominada posteriormente Comisión topográfica de Marruecos) llevó a término una esforzada labor cartográfica en el interior del Imperio alauí que exigía mucha prudencia y grandes dosis de iniciativa. El objetivo inicial de los cartógrafos españoles era relativamente modesto. En esencia, se trataba de efectuar un reconocimiento rápido del extenso territorio marroquí, que hiciese posible la corrección de la cartografía disponible y la formación de un nuevo mapa itinerario de Marruecos a escala 1:500.000. Tras efectuar una primera campaña de trabajos de campo, la idea de formar una carta itineraria a la citada escala fue abandonada a finales de 1882. En su lugar se abrió paso el proyecto, bastante más ambicioso, de levantar un mapa general del Imperio a escala 1:100.000, que debía estar compuesto por un crecido número de hojas. Este cambio de planes explica que la Comisión topográfica se transformase en una unidad estable y especializada, cuya actividad se prolongaría, sin solución de continuidad, hasta el establecimiento del Protectorado de España en Marruecos.
El principal logro de Jáudenes fue la elección de un sistema de levantamiento adaptado a las posibilidades de trabajo sobre suelo marroquí y a los recursos humanos disponibles. Los trabajos topográficos acometidos en Marruecos debían ser rápidos y discretos. Los operadores vestían a la usanza marroquí, y en los trabajos de campo prescindían del instrumental topográfico de precisión cuya observación fuese lenta o cuyo manejo resultase llamativo. La necesidad de actuar con discreción marcó decisivamente las técnicas cartográficas empleadas. La norma habitual fue determinar los rumbos mediante brújula, establecer las alturas con nivelación barométrica y estimar las distancias a pasos. Para las labores de gabinete la Comisión dispuso de una oficina topográfica permanente radicada en Tetuán. Para los trabajos de campo contaban con una partida integrada por soldados nativos de la Sección de Tiradores del Rif, que además del trabajo de escolta desempeñaban la doble función de intérpretes y auxiliares de los trabajos topográficos.
Jáudenes dirigió personalmente cada una de las campañas topográficas hasta su temprano fallecimiento en abril de 1884, víctima de la disentería. Fruto de su trabajo, en el que colaboró muy activamente el capitán de Estado Mayor Eduardo Álvarez Ardanuy, fue la formación de dos hojas del mapa de Marruecos a escala 1:100.000, el levantamiento de casi 1.000 kilómetros de itinerarios a escala 1:20.000, y la realización de los planos de las ciudades de Arcila (Asilah), Larache, Alcazarquivir (Ksar el-Kébir) y Mazagán (El-Jadida), todos ellos dibujados a escala 1:5.000. Puede consultarse una copia digital de la mayoría de los mapas levantados bajo la dirección de Ramón Jáudenes en la Biblioteca Virtual de Defensa (https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es).
Bibl.: L. Urteaga, Vigilia colonial. Cartógrafos militares españoles en Marruecos (1882-1912), Barcelona, Ediciones Bellaterra, 2006.
Luis Urteaga
