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Mercurio Antonio López Pacheco Acuña Manrique de Lara Silva Girón y Portocarrero

Biografía

López Pacheco Acuña Manrique de Lara Silva Girón y Portocarrero, Mercurio Antonio. Marqués de Villena (IX). Escalona (Toledo), 9.V.1679 – Madrid, 7.VI.1738. Director de la Real Academia Española, lexicógrafo.

Hijo de Juan Manuel Fernández Pacheco y de Josefa de Benavides Silva y Manrique. Fueron sus hermanos Vicente Fernández Pacheco y Marciano Fernández Pacheco, marqués de Bedmar y Moya. Se casó con Catalina de Moscoso-Osorio, hija del VII conde de Altamira. Participó en varias actividades militares, siempre al servicio de Felipe V, en Barcelona, Gibraltar, Tortosa y Villaviciosa, pero la más importante fue la batalla de Lombardía contra el general Visconti y la de Brihuega en 1711, donde hizo prisioneros al general Lord Stanhope y Wils, su segundo general, que fueron posteriormente canjeados por su padre y Horacio Copola, prisioneros ambos en el castillo de Pizzighitone (Italia) durante tres años por los Imperiales, desde la toma de Gaeta.

Ostentó los siguientes títulos: IX marqués de Villena, de Aguilar de Campoo y de la Liseda, virrey y capitán general del reino de Aragón, embajador extraordinario en la Corte de París, conde de San Esteban de Gormaz, Castañeda y Jiquena, duque de Escalona, señor de los estados de Belmonte, Alarcón, el castillo de Garcimuñoz, Forquera, Serón y Tíjola, Tolox y Monda, de los Valles de Toranzo, Valde-Iguña, Castañeda y Buelna y de los del Val de San Vicente, Grande de España, caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro, capitán de la Compañía Española de las Reales Guardias de Corps y mayordomo mayor del rey Felipe V.

Fue un gran conocedor de las lenguas clásicas y modernas, las letras y las ciencias. Dispuso de una ingente y bien documentada biblioteca, con cerca de siete mil volúmenes, así como diversos instrumentos científicos y obras de arte de autores de primera fila, como puede comprobarse con la consulta de los documentos reseñados por Antonio Matilla Tascón y que actualmente se conservan en el Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, con los números 14.859 y 14.860. En dicha biblioteca se conservaron valiosísimos manuscritos, casi doscientos, inventariados por Juan de Iriarte en 1748, entre los que destacan, por ejemplo, la historia de los Reyes Católicos escrita por Elio Antonio de Nebrija o Instrumento necesario para el conocimiento de las ciencias y entendimiento de los autores, de Bartolomé Jiménez Patón. Parte de esta colección de obras manuscritas se conserva también en la casa ducal de Frías. En definitiva, este gusto humanista fue heredado de su padre, fundador y primer director de la Real Academia Española, de la que él fue fue elegido académico el 15 de abril de 1714. Tras la muerte de su padre, en 1725, le sucedió en la dirección. Según los Estatutos académicos, debía ser director sólo por un año, pero el rey Felipe V lo nombró perpetuo. Como comenta Emilio Cotarelo y Mori, Mercurio Antonio hizo saber a Vincencio Squarzafigo, el primer secretario de la docta institución, su deseo de pertenecer a la Academia. Lo admitieron por aclamación; pero el marqués hizo que se votase como para los demás.

Si el padre dio los pasos para la creación de la Real Academia Española, el hijo continuó con los vínculos reales y con los preparativos dejados por aquél para la elaboración del Diccionario de autoridades (1726- 1739). Las juntas de la docta institución continuaron celebrándose en su palacio de las Descalzas de Madrid. Entregó varios memoriales a Felipe V para informarle de la marcha de la obra y formó parte de la comisión académica creada para entregar personalmente al Monarca los tomos que fueron apareciendo, hasta el quinto. Su quehacer en la obra fue, según Antonio Ferrer del Río, la redacción de los artículos correspondientes a las voces de la caza, la cetrería y la pesca, y según Emilio Cotarelo y Mori, el léxico de la equitación. Debido a sus múltiples obligaciones, no pudo cumplir el encargo de la redacción de la combinación be, por lo que pasó a otro académico, en concreto a Juan Villademoros. Impulsó, a propuesta de otros miembros de la docta institución, las primeras retribuciones a los académicos “para que los [...] que trabajan y han trabajado tan gloriosamente y con tanta fatiga en la formación del Diccionario de la lengua española tengan alguna especie de premio y con cortesana emulación se animen a dar la última perfección a esta obra” (Acta de la junta académica de 12 de agosto de 1728). Su hijo Andrés-Luis Fernández Pacheco, el X marqués de Villena, fue el siguiente director, tras el fallecimiento de Mercurio Antonio. Sus honras fúnebres se celebraron en la parroquial de Santa María de Madrid. Previamente testó el 24 de septiembre de 1733 con el escribano Manuel Isidro de los Reyes.

 

Bibl.: Real Academia Española, Relación de las exequias que la Real Academia Española celebró por el Excelentíssimo Señor D. Mercurio Antonio López Pacheco, Marqués de Villena, su Director [...] que en nombre de la misma Academia dedica al Excelentíssimo Señor D. Andrés Fernández Pacheco, Marqués de Villena, su actual Director, el Ilustríssimo señor D. Pedro González, Obispo Electo de la Puebla de los Ángeles, Secretario de ella, en Madrid, en la Imprenta de la Real Academia Española, por los Herederos de Francisco del Hierro, 1738; J. Ros, Mercurio fúnebre panegírico, predicado en las honras del Excelentíssimo Señor D. Mercurio Antonio López Pacheco [...] dedicóle el Reverendo Fr. Juan Ros [...] y le dedica la provincia de Castilla al Excelentíssimo Señor D. Andrés Luis Fernández Pacheco, en Madrid, por los herederos de la Viuda de Juan García Infanzón, 1738; J. de Iriarte, Lista de los principales manuscritos de la librería del marqués de Villena, 1748 (inéd.) (Biblioteca Bartolomé March, signatura 16/1/17); A. Ferrer del Río, “Reales Academias”, en Apéndice a la Historia de las Órdenes de Caballería, Madrid, Imprenta de Tomás Rey, 1865; E. Cotarelo y Mori, “La fundación de la Academia Española y su primer Director, don Juan Manuel Fernández Pacheco, Marqués de Villena”, en Boletín de la Real Academia Española, I (1914), págs. 4-38 y 89-127; P. León Tello, Archivo de los Duques de Frías, II. Casa de Pacheco, Madrid, 1967; A. Matilla Tascón, Índice de testamentos y documentos afines de nobles, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1984; A. Zamora Vicente, La Real Academia Española, Madrid, Espasa, 1999.

 

Francisco M. Carriscondo Esquivel

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