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Miguel José de Bournonville y Saint-Aldegonde

Biografía

Bournonville y Sainte-Aldegonde, Miguel José de. Duque de Bournonville (I). Malinas, Mechelen (Bélgica), 1670 – Madrid, 2.X.1752. Militar y diplomático.

Perteneciente a una familia valona de vieja raigambre católica y noble. Era nieto de Anne de Melun y Alexandre de Bournonville, I duque de Bournonville por merced del rey Enrique IV de Francia, que le nombró también par de Francia, pues durante la Guerra de los Treinta Años se había pasado a los franceses. En su huida a Francia le siguieron dos de sus hijos medianos, Ambroise François y Wolfgang Guillaume de Bournonville.

Al primero de estos dos, el rey Luis XIV de Francia le hizo par de Francia y en 1652 le concedió la merced de duque de Bournonville, es decir, con igual denominación que la de su padre, posiblemente porque la línea primogénita había permanecido fiel a la Corona española. En efecto, el primogénito, Alejandro de Bournonville y Melun, que sucedió a su padre como II duque de Bournonville, y a quien el rey Felipe IV de España le hizo merced de príncipe de Bournonville en Flandes, combatió, por el contrario, a los franceses durante la Guerra de los Treinta Años, el cual durante los últimos quince años fue sucesivamente capitán general de Cataluña, virrey de Cataluña y, más tarde, de Navarra. También Juan Francisco Benjamín de Bournonville —como su mismo nombre indicaba, el menor y cuarto de los hermanos varones—, marqués de Bournonville y barón de Capres (Malinas, 2.VIII.1638 – Namur, IV.1719), permaneció leal a Felipe IV y después a Carlos II. Había sido maestre de campo de un tercio valón en Cataluña, período durante el cual recibió el hábito de caballero de Santiago, en 1652, en reconocimiento a sus servicios a la Corona española y, el 20 de abril de 1659 casó en Barcelona con María de Perapertusa Vilademany y Cruilles (Barcelona, 1636-1660), hija mayor de Antonio de Perapertusa y Blán-Ribera, I vizconde de Joch, y de Cecilia Alvison Jerónima de Clariana y Dezcallar, de la cual enviudó al año siguiente. Después, volvió a Flandes, donde contrajo nuevas nupcias con Marie Fernandinande de Noircarmes de Sainte-Aldegonde, nacida en Namur el 9 de septiembre de 1634 del matrimonio formado entre François Lamoral de Noircarmes, conde de Sainte Aldegonde, y Agnès de Davre. Durante la Guerra de Holanda (1672-1678), combatió como coronel de un regimiento alemán en Flandes, siendo más tarde ascendido a teniente general y gobernador de las villas de Lier y Oudenaarde. Volvió a España cuando su hermano primogénito fue nombrado capitán general y después virrey de Cataluña. Partidario de Felipe V, regresó a Flandes en 1706, donde luchó durante la Guerra de Sucesión, permaneciendo ya en su tierra natal hasta su fallecimiento en abril de 1719. Tuvo sucesión de ambos matrimonios. Así, del primer matrimonio nació Antonio de Bournonville y Perapertusa, cabeza del linaje de los marqueses de Rupit; mientras que del segundo matrimonio hubo dos varones, Wolfgang Guillaume y Miguel José de Bournonville y Sainte Aldegonde.

Miguel José de Bournonville es, por tanto, el segundo de los hijos habidos en el matrimonio entre Juan Francisco Benjamín de Bournonville y Marie Fernandinande de Noircarmes de Sainte-Aldegonde.

Comenzó una larga carrera militar en Flandes, al servicio del elector de Baviera, como capitán de Caballería.

En 1701, fue ascendido a coronel y brigadier inspector de Infantería. Tres años más tarde logra la graduación de mariscal de campo (1704), y, en apenas dos años, capitán de las Reales Guardias de Alabarderos en Flandes, lugarteniente y otros honores militares, y finalmente, teniente general de los Reales Ejércitos, en 1706, con treinta y seis años. Poco más tarde, el 6 de septiembre de 1709, fue nombrado caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro. En 1710, se trasladó a España para combatir en la Guerra de Sucesión sirviendo a la causa de Felipe V. Finalizado el conflicto sucesorio español, Bournonville desempeñó ciertas actividades diplomáticas que le reportaron alguna influencia política, aunque dudosa según el marqués de Saint-Simón que le define como un “espíritu mediocre”.

En 1712 fue nombrado gobernador de Gerona, siendo tres años después elevado por el rey Felipe V a la Grandeza de España de primera clase unida al título de Castilla de duque de Bournonville, expidiéndose el Real Despacho el 21 de febrero de 1717, merced, por tanto, aunque de igual denominación, española en este caso, distinta a la de sus antepasados, que siguió un linaje francés.

En 1718, el duque de Bournonville fue nombrado comandante general de Castilla la Vieja, pero su meteórica trayectoria castrense se vio culminada al año siguiente con el nombramiento de capitán de la Compañía flamenca de Corps.

En 1720, pasó a la Corte española como gentilhombre de Cámara. Pleiteó entonces para conseguir su designación como embajador de España en Francia, cosa que logró al año siguiente, aunque fue apartado al poco de su nombramiento. Después de un breve nombramiento para acompañar a la delegación española en el Congreso de Soissons en agosto de 1727, en el que tuvo que firmar el levantamiento del bloqueo de Gibraltar y el libre comercio en América de los ingleses.

Una vez en Viena, recibió el cargo de embajador, el cual representó entre 1727 y 1729, sustituyendo a Ripperdá, una vez que éste cayó en desgracia. Allí tuvo un papel interesante con motivo del affair Ripperdá, durante las misiones de éste a la Corte austríaca. No se sabe si fue colaborador o no del holandés pero sí que influyó de forma decisiva en la redistribución de algunos de los agentes que actuaron con Ripperdá. Fue el caso de Felipe Rodríguez, comisionado para ir a Viena con la misión de recoger los papeles del duque y de su hijo y cuyas gestiones no satisficieron a Bournonville que dio informes desfavorables sobre él, asunto que provocó el destino de Rodríguez a Ostende como cónsul. A su regreso a Madrid en 1729, Bournonville ascendió a capitán general de los Reales Ejércitos. Se mantuvo soltero, por lo que adoptó a su sobrino carnal Francisco José de Bournonville y d’Ursel, conde de Bournonville (1710-1769), concediéndole Felipe V por Real Despacho de 17 de septiembre de 1739, facultad para que le sucediera en su título de Castilla.

 

Fuentes y Bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos, 8977, A.1717, exp. 259 y A.1739, exp. 796.

E. Caselles, Doze frutos de la Muy Antigua y Ilustre Casa de Bournonville, Barcelona, 1680, págs. 166-171; J. Ch. J. de Vegiano, Suite de supplemément au nobiliare des Pays-Bas et du Comté de Bourgogne, Malines, P. J. Hanicq, 1779, págs.

24-27; J. de Pinedo y Salazar, Historia de la Insigne Orden del Toyson de Oro, dedicada al Rey nuestro Señor Xefe Soberano, y Gran Maestre de ella, t. I, Madrid, Imprenta Real, 1787, págs.

323-324 y 406-408; L. de Rouvroy, duque de Saint- Simon, Mémoires completes et authentiques du duc de Saint-Simon : sur le siécle de Louis XIV et le Régence, Paris, 1904-1907; D. Ozanam, Les diplomates espagnols du xviiie siècle: Introduction et Répertoire biographique (1700-1808), Madrid-Bordeaux, Casa de Velázquez, 1998; A. de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta (dir.), La Insigne Orden del Toisón de Oro, Madrid, Fundación Carlos III-Palafox y Pezuela, 2000, págs. 412- 413; A. Espino López, “Oficiales catalanes en el ejército de los Austrias, 1635-1700”, en Cuadernos de Historia Moderna, n.º 24 (2000), pág. 10.

 

Ana Crespo Solana e Iván Moreno de Cózar y Landahl, conde de los Andes

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