Lomas Cantoral, Jerónimo de. Valladolid, c. 1542 – c. 1599. Poeta.
Hijo del entallador Pedro de Lomas y de Antonia de Cosgaya, Jerónimo de Lomas Cantoral provenía de una familia hidalga venida a menos, oriunda de la provincia de Palencia. A la muerte de su padre (1553), los cinco hijos del matrimonio (Rodrigo, Pedro, Mateo, Jerónimo y Ana) quedaron a cargo de la viuda.
Se desconoce si el joven llegó a tener estudios universitarios, toda vez que un documento de 1554 lo situaba, junto a su hermano Mateo, “ausente de [los] reinos” de Castilla. La parquedad de noticias documentales acerca de este autor aparece algo paliada con las nuevas de su matrimonio en 1563 con Ana de Santiago, con quien habría de asentarse en el viejo barrio vallisoletano de San Miguel. De dicha unión nacerían ocho vástagos: Alonso (1564), Gaspar (1565), Mateo (1567), Julián (1568), Antonia (1570), Jerónima (1572), Ana (1574) y Antonia la Menor (1576).
Pese a que sus versos testimonien algún viaje a una urbe tan importante como Sevilla, la existencia del poeta debió de resultar bastante sedentaria. Los avatares biográficos de Lomas Cantoral pueden seguirse a través de un sinuoso recorrido de legajos. En efecto, el escritor incoaba en 1571 un pleito para que se reconociese su hidalguía, que sería probada tras las pertinentes averiguaciones desarrolladas en Palencia y Valladolid. Varios años después, Francisco de Silva, hermano del poeta por parte de padre, y Nicolás Muñoz, procurador de número, recibieron —con fecha de 6 de abril de 1576— los poderes necesarios para tramitar la solicitud de privilegio y tasa del volumen de Obras en tres libros divididas, que finalmente verían la luz en 1578. La Real Chancillería de Valladolid aún guardaba otro documento relacionado con este escritor manierista: la reclamación formal de éste a su hermano Mateo de una pensión vitalicia de 20.000 maravedís anuales, pagaderos por mensualidades. Tras ganar el refrendo jurídico necesario en 1583, la obtención de dichos réditos le permitiría llevar una vida tranquila y bastante desahogada.
La poesía de Lomas Cantoral se sitúa en la estela del petrarquismo quinientista, en una cronología ya avanzada donde los ecos directos de autores italianos (Petrarca, Bembo, Tansillo) se conjugan con el magisterio de algunos modelos españoles de dicha corriente (Garcilaso, Hernando de Acuña, fray Luis de León). Resultan de indudable interés algunas modalidades líricas por él cultivadas: piscatoria, epistolar, elegíaca.
Obras de ~: Las Obras de Hieronimo de Lomas Cantoral, en tres libros divididas, Madrid, Pierres Cosin, 1578 (Las obras de Jerónimo de Lomas Cantoral, ed. de L. Rubio, Valladolid, Institución Cultural Simancas, 1980).
Bibl.: J. G. Fucilla, “Las imitaciones italianas de Lomas Cantoral”, en Revista de Filología Española, 17 (1930), págs. 155-168; E. Segura Covarsi, “Don Jerónimo de Lomas Cantoral: un petrarquista olvidado”, en Revista de Literatura, II (1952), págs. 39-75; N. Alonso Cortés, “Jerónimo de Lomas Cantoral”, en Miscelánea vallisoletana, Valladolid, Miñón, 1955, págs. 307-320; J. I. Díez Fernández, “Disposición y ordenación de las Obras de Jerónimo de Lomas Cantoral”, en Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, LXIX (1993), págs. 53-85; S. Pérez-Abadín, “Dos traducciones de Lomas Cantoral”, en Criticón (Toulouse), n.º 59 (1993), págs. 7-20; A. Alonso, “Jerónimo de Lomas Cantoral”, en La poesía italianista, Madrid, Laberinto, [2002], págs. 227-231; J. Ponce Cárdenas, “Céfalo y Procris: siete variaciones para un relato mítico”, en J. Huerta et al. (eds.), Calderón en Europa, Madrid, Iberoamericana-Vervuert, 2002, págs. 149-166; O. García Fernández, “Unas notas acerca de la elegía de Jerónimo de Lomas Cantoral: En la muerte de mi señora, la condesa de Miranda, doña María de Bazán”, en J. Matas Caballero et al. (eds.), La maravilla escrita. Torquemada y el Siglo de Oro, León, Universidad, 2005, págs. 389-403.
Jesús Ponce Cárdenas