Estrada y Estrada, José. Aguilar de la Frontera (Córdoba), 1877 – Málaga, XI.1936. Jurisconsulto y diputado a Cortes.
Nació en un pueblo de la campiña cordobesa en el seno de una familia de la burguesía profesional. Su padre era magistrado. Su actividad profesional le llevó a fijar su residencia en Málaga a partir de 1896, desde cuya fecha vivió en esta ciudad mediterránea.
Su vida se vio sesgada al ser fusilado por los republicanos en Málaga, en el mes de noviembre de 1936.
Cursó los estudios de secundaria en el IEM de Cabra y en el de Cádiz. Estudió como alumno libre en la Universidad de Granada, donde se licenció en Derecho, en 1904. Fue uno de los penalistas más prestigiosos de España.
Su andadura política la inició en el reinado de Alfonso XIII. Como es sabido, estos años fueron pródigos en crisis ministeriales, muchas de ellas suscitadas más por el proceso de modernización por el que atravesaba España, que “por la supuesta maldad o anticonstitucionalidad del monarca”. Sin duda, sin esa modernización no sería posible el progreso y la democratización.
Afirmaba Ortega y Gasset que para ser España una nación respetada, necesitaba constituirse antes en una nación respetable. No cabe duda de que la primera treintena del siglo xx (1902-1931) estuvo marcada por un importante progreso económico, demográfico y cultural, a la vez que por una crisis política.
En estos años habrá una constante lucha por salir de esta crisis, y se ensayarán todas las pruebas regeneracionistas posibles: conservadoras, liberales y militares.
Era una época compleja. Se hacía necesaria una renovación en las cúpulas dirigentes de los partidos políticos. Habían desaparecido las primeras figuras políticas: Cánovas, en 1897; Ruiz Zorrilla, en 1895; Castelar, en 1899; Pi i Margall, en 1901; Gamazo, en 1902 y Sagasta, septuagenario, significaba ya muy poco para el porvenir de su grupo. El liderazgo de los liberales apuntaba a Canalejas por su espíritu renovador y su poderosa atracción personal, sobre todo, en relación con la juventud y aquellos elementos populares susceptibles de ser ganados por una monarquía liberal y democrática. En cambio, en el partido conservador se vislumbraba a Maura como próximo líder.
Será precisamente en este contexto de cambios en el que José Estrada iniciará su actividad política. En las elecciones municipales de 1909 fue elegido por sus conciudadanos concejal y teniente de alcalde de Málaga.
Años más tarde, en los comicios de 1913, salió electo como diputado por la provincia malagueña.
Estuvo de forma intermitente en el Ayuntamiento de Málaga, como concejal y primer edil, desde 1914 a 1923. Durante este período ocupó varios escaños por Andalucía: Málaga, 1914 y 1916; Ronda (Málaga), 1918, 1919 y 1920; Málaga, 1923. Estuvo afiliado al partido conservador hasta 1919, que se pasó a la sección datista. En 1919 fue nombrado director general de Agricultura, Minas y Montes. Asimismo, ocupó la subsecretaría de Fomento desde 1922 hasta la dictadura de Primo de Rivera. Durante la dictadura del general jerezano, vivió retirado de la política activa; si bien en varias ocasiones pronunció elocuentes discursos combatiendo el régimen dictatorial, especialmente durante el último tramo. Al derrumbarse el gobierno primorriverista en enero de 1930 y avenir el del general Berenguer, el señor Estrada fue nombrado ministro de Justicia y Culto que, con posterioridad, volvería a la primitiva denominación de Gracia y Justicia, en el gabinete de Dámaso Berenguer, desde el 30 de enero de 1930 al 25 de noviembre de 1930.
Bajo la presidencia de Berenguer se ocupó de la cartera de Fomento del 25 de noviembre de 1930 al 18 de febrero de 1931.
En la ciudad de Málaga fue un reconocido jurisconsulto y abogado criminalista, y obtuvo excepcionales triunfos. Perteneció a los colegios de Madrid, Sevilla, Málaga y Córdoba. Durante muchos años ocupó la presidencia del Círculo Conservador Malacitano. En 1913 tomó posesión de la de la Academia de Bellas Artes de San Telmo.
En premio a los servicios prestados durante más de veinte años como asesor de Marina, cargo desarrollado sin ningún tipo de retribución, el gobierno le honró con la Gran Cruz del Mérito Naval. Algunos de sus más notables discursos políticos, literarios y jurídicos se hallan impresos en distintos folletos.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie Documentación Electoral, 125 n.º 30, 127 n.º 30, 129 n.º 30, 131 n.º 30, 133 n.º 30 y 135 n.º 30.
L. Antón de Olmet y A. García Carraffa, Alfonso XIII, Madrid, Imprenta de Alrededor del mundo, 1913; Los grandes españoles II, Madrid, Imprenta de Alrededor del mundo, 1914; C. Seco Serrano, Alfonso XIII y la crisis de la Restauración, Madrid, Ariel, 1969; J. Tusell, La España del siglo xx. Desde Alfonso XIII a la muerte de Carrero Blanco, Barcelona, Dopesa, 1975; G. Bleiberg, Diccionario de Historia de España, Madrid, Alianza, 1979; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo- Americana, vol. I, Madrid, Espasa Calpe, 1988; C. Seco Serrano, La España de Alfonso XIII, el Estado y la política (1902-1931), Madrid, Espasa Calpe, 1995; De los comienzos del reinado a los problemas de la posguerra 1902-1992, Madrid, Espasa Calpe, 1995; C. Seco Serrano y J. Tusell, Del plano inclinado hacia la dictadura al final de la monarquía, Madrid, Espasa Calpe, 1997; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles (1705- 1998)?, Madrid, Actas, 1998; J. Tusell y G. G. Queipo de Llano, Alfonso XIII. El rey polémico, Madrid, Taurus, 2001; J. Varela Ortega, El poder de la influencia. Geografía del caciquismo en España (1875-1923), Madrid, Marcial Pons, 2001; C. Seco Serrano, Alfonso XIII, Madrid, Arlanza, 2001; C. Seco Serrano (coord.), Alfonso XIII en el centenario de su reinado, Madrid, Real Academia de la Historia, 2002; F. Navarro (dir.), La Enciclopedia, vol. II, Madrid, Salvat, 2003; M.ª J. Ramos Rovi, “Los procesos electorales del reinado de Alfonso XIII en Andalucía: los comicios de 1903”, en Investigaciones Históricas, 24 (2004).
María José Ramos Rovi