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Luis de Sandoval y Rojas Enríquez

Biografía

Sandoval y Rojas Enríquez, Luis de. Marqués de Denia (III) y conde de Lerma (II). ?, p. s. XVI – 1570.

Mayordomo mayor de la reina Juana I y gentilhombre de la cámara de Felipe II, Luis de Sandoval y Rojas sucedió en las Casas de Denia y de Lerma tras la muerte de su padre, ocurrida en 1536. Era el primero de la decena de hijos habidos del matrimonio entre Bernardo de Sandoval y Rojas, II marqués de Denia y I conde de Lerma, y de Francisca Enríquez, prima hermana del rey Fernando el Católico, hija a su vez de Enrique Enríquez y de María de Luna, señores de las villas de Orce, Galera, Cortes y sierra de Filabres, alcaides de la ciudad de Baza. Bernardo había servido al Rey Católico como miembro de su Consejo Privado, germen del futuro Consejo de Estado, contándose entre sus más estrechos colaboradores. Tras la muerte de Fernando, el marqués de Denia, que había acompañado su cadáver hasta la Capilla Real de Granada, fue nombrado mayordomo mayor de la reina Juana, oficio que desempeñaría, junto con el de alcaide y gobernador de la casa de Tordesillas, hasta su muerte, siendo sucedido entonces por su hijo Luis. Merced a su fidelidad y arrojo durante la sublevación de las Comunidades de Castilla, obtuvo el título de I conde de Lerma y la Grandeza de España de 1.ª Clase. Pese al origen castellano del linaje durante el siglo XVI fueron reconocidos por su señorío valenciano.

Luis, que había sido contino de la Casa de la reina Juana desde 1514, acompañó, junto a sus hermanos Enrique y Hernando de Sandoval, al emperador Carlos V durante sus viajes por Europa. Tras la muerte de su padre, el marqués Bernardo, en 1536, ocupó la mayordomía mayor de la Casa de la reina Juana, oficio con el que podía sostener el prestigio de su Casa y en el que se mantuvo hasta la muerte de la Reina en 1555. No obstante, tras la desaparición de su madre, la marquesa Francisca, en 1538, con la que compartía funciones, el Emperador únicamente le reconoció el título de gobernador de la Casa de la Reina. Su matrimonio con Catalina de Zúñiga, hija mayor de Francisco de Zúñiga, conde de Miranda, mayordomo mayor de la emperatriz Isabel de Portugal, contribuyó a afianzar notablemente su influencia cortesana. Gracias a ella obtuvo la encomienda de Paracuellos de la Orden de Santiago y su nombramiento como gentilhombre de cámara del príncipe Carlos, de la que su hermano Bernardo de Rojas era mayordomo mayor.

Merced a su afinidad política con el príncipe de Éboli, Rui Gómez de Silva, entonces privado del rey Felipe II, logró su amparo y protección. Esta provechosa relación permitió conseguir para su hijo segundo Francisco Gómez de Sandoval, conde de Lerma, un asiento de menino en la Casa de la reina Isabel de Valois. Este servicio facilitó al joven conde procurarse la amistad del príncipe Carlos, quien le hizo merecedor de su estima y favores. De hecho Francisco, al igual que su padre, era uno de los servidores por los que el heredero sentía mayores simpatías. La prisión del príncipe el 19 de enero de 1568 cambió el futuro cortesano de la Casa de Denia. La vocación carcelera de los Sandovales, muy denostada entre la nobleza castellana, pesó a la hora de designar al conde de Lerma, como uno de los servidores que se haría cargo de la custodia del heredero el tiempo que durase su encierro. Felipe II y el mayordomo mayor de Carlos, el príncipe de Éboli, acordaron encargar aquella triste tarea al duque de Feria, al que asistían Lerma, Rodrigo de Mendoza, el prior Antonio de Toledo y Luis Quijada. Francisco y Rodrigo de Mendoza fueron los únicos criados a los que se permitió mantener contacto directo con Su Alteza, a quien atendían en la mesa y para vestirse y asearse. Fallecido Carlos la madrugada del 24 de julio de 1568, Lerma fue uno de los Grandes que portó a hombros su féretro. Poco después, y gracias a sus méritos y al favor de Rui Gómez, Lerma obtuvo asiento de gentilhombre de la cámara del Rey para él y para su padre, que tras la disolución de la Casa del Príncipe se había quedado sin oficio.

Apenas pudo disfrutar de su nueva posición cortesana el marqués de Denia, pues le sobrevino inesperadamente la muerte en la primavera de 1570, mientras preparaba el envío de las lanzas que había reclutado en sus estados valencianos para sofocar la sublevación de las Alpujarras granadinas. Su hijo y sucesor, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas Zúñiga, heredaría el compromiso político adquirido con el príncipe de Éboli y su facción cortesana.

 

Bibl.: P. Salazar de Mendoza, Crónica de la Casa de Sandoval en veintidós elogios, s. l., 1600 (Biblioteca Nacional de España, ms. 3277); A. López de Haro, Nobiliario genealógico de los Reyes y títulos de España, vol. I, Madrid, Luis Sánchez, 1622, pág. 162; P. de Sandoval, Historia de la Vida y Hechos del Emperador Carlos V, ed. de C. Seco Serrano, Madrid, Atlas, 1955; M. Fernández Álvarez, Corpus Documental de Carlos V, Salamanca, Universidad, 1973-1981; P. Gachard, Don Carlos y Felipe II, Madrid, Torre de la Botica-Swan, 1984; B. J. García García, “Los marqueses de Denia en la Corte de Felipe II: Linaje, servicio y virtud”, en J. Martínez Millán (dir.), Felipe II (1527-1598): Europa y la Monarquía Católica, vol. II, Madrid, Parteluz, 1998, págs. 305-332 y 308-309; B. Aram, La reina Juana: gobierno, piedad y dinastía, Madrid, Marcial Pons Historia, 2001, págs. 206-271; A. Feros Carrasco, El Duque de Lerma. Realeza y privanza en la España de Felipe III, Madrid, Marcial Pons, 2002; J. Martínez Millán y S. Fernández Conti (dirs.), La Monarquía de Felipe II. La Casa del Rey, vol. II, Madrid, Fundación Mapfre Tavera, 2005, págs. 190 y 419.

 

Santiago Martínez Hernández