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Miguel Frías de Molina

Biografía

Frías de Molina, Miguel. Miguel de Molina. Málaga, 10.IV.1908 – Buenos Aires (Argentina), 4.III.1993. Cantante.

Primogénito de cinco hermanos nacidos en una familia de condición modesta, cuyo progenitor era zapatero, quedó cautivado durante su infancia por las funciones de teatro de variedades que presenciaba en el malagueño teatro Cervantes, por lo que resolvió ser artista y con este propósito se unió a una compañía de gitanos y abandonó su casa con tan sólo nueve años. Tras hacer el servicio militar en África, recaló con veintidós años en Madrid, donde empezó ganándose la vida como camarero. Iba a menudo a los “tablaos” flamencos donde improvisaba con gracia bailes y recitados, hasta que en 1931 formó una pareja de cante y baile con Soledad Miralles actuando en el teatro Romea y en el Coliseum.

Miguel de Molina ya se hacía notar, más que con su voz aguda, algo aflautada, cantando coplas andaluzas, por su vestimenta. Él mismo se confeccionaba blusas de lunares y chaquetillas de terciopelo recubiertas de pedrería. Establecía con el público un frecuente intercambio de frases y era jaleado durante sus parlamentos, aunque también recibiera comentarios adversos.

Entre sus primeras canciones se encuentran títulos como Testamento gitano, Manolo Reyes, Las coplas del burrero o El día que nací yo. Era, en denominación estilística del género, un cancionero.

De manera casual le propusieron ser actor y bailarín en el estreno de El amor brujo, de Falla, en el Liceo de Barcelona, con la compañía de Laura de Santelmo.

Pudo haber representado el personaje de “El Espectro” en 1934, en Madrid, con la compañía de La Argentinita, pero se despidió al sentirse marginado en el orden de programación. Siguió cantando más coplas: Herencia gitana, María Salomé, Maldito sea el dinero, Triniá, Rosa de pasión y Te quiero, entre otras. Aunque, por encima de sus felices recreaciones de María de la O, ¡Ay, Maricruz! y Tatuaje, éxitos incontestables de Estrellita Castro, Imperio Argentina y Conchita Piquer, su gran canción sería, definitivamente, La bien pagá, zambra de Perelló y Mostazo. Nadie igualó su recreación. Su repertorio, no obstante, era reducido. Al punto que su discografía, harto reeditada, no alcanza los cuarenta títulos. Otra cuestión es su leyenda.

Apenas siete meses antes del comienzo de la Guerra Civil, coincidió con García Lorca en Barcelona, en el estreno de Doña Rosita la soltera. Asistió a una tertulia con Rafael de León y algún otro poeta. Allí se gestó el nacimiento de una copla gloriosa, tal vez la mejor de todas: Ojos verdes. Miguel de Molina ya no volvió a ver más a Lorca. Pero cantó aquella copla muchas veces, desde luego después de que la estrenaran, entre otras, Estrellita Castro y Conchita Piquer. Pasó gran parte de la contienda en Valencia, actuando ante las tropas republicanas. Cuando terminó la guerra, algunos exaltados quisieron expulsarlo de España, acusándole de republicano y homosexual. Tres personas acudieron al teatro en que actuaba en Madrid, el Pavón, una noche de noviembre de 1939, lo condujeron a los Altos del Hipódromo, en el paseo de la Castellana, le cortaron el pelo al cero y le obligaron a tomar una dosis de aceite de ricino, amén de propinarle una paliza, rompiéndole varios dientes. El 23 de octubre de 1942 se fue en tren hasta Lisboa y allí embarcó hasta Buenos Aires, donde pasaría prácticamente el resto de su vida, con un intervalo corto en México. Sólo volvió a España en 1957, cuando murió su madre. Hizo algunas actuaciones, pero ya estaba muy olvidado.

En Argentina encontró gran ayuda por parte de Eva Duarte de Perón. Hizo giras por países limítrofes. Fue una figura de la canción andaluza. Se retiró en 1960.

Falleció de un ataque cardíaco. Añoraba España pero no se atrevió a volver. En 1998 apareció su libro de memorias.

 

Obras de ~: Discografía: Así canta Miguel de Molina, Barcelona, Emi-Odeón, 1982; Antología de la canción española (vol. 4), Barcelona, Emi-Odeón, 1986; Las grabaciones de 1934 a 1950, Madrid, El Delirio, 2000; Coplas de Oro (vol. 1), Madrid, Ventura Music, 2001.

Escritos: con S. Valverde, Memorias, “Botín de guerra”, Barcelona, Planeta, 1998.

 

Bibl.: M. Román, Memoria de la copla, Madrid, Alianza Editorial, 1993, págs. 143-152; M.ª de los Ángeles Pidal Fernández, “Molina, Miguel de (Miguel Frías de Molina)”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. 7, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, págs. 645-646.

 

Manuel Román Fernández