Menéndez Tolosa, Camilo. Santa Cruz de Tenerife, 8.II.1899 – Madrid, 19.VI.1971. Militar, ministro del Ejército.
Hijo del general de brigada Luciano Menéndez García San Miguel y de Concepción Tolosa Pierrat, ingresó en la Academia de Infantería en agosto de 1914 y salió en junio de 1917 con el empleo de segundo teniente. Fue destinado al regimiento Gerona n.º 22, en Zaragoza, en el que permaneció hasta julio de 1918, pasando al de Saboya n.º 6, en Madrid, y en octubre de 1919 al batallón de Cazadores de Figueras n.º 6. Cesó en septiembre de 1920 y se le envió a la 8.ª compañía de la 3.ª bandera de la Legión, entrando en combate el 4 de abril de 1921 en el zoco de Arbaa.
A partir de ese momento no cesó de batallar, siendo citado como distinguido en varias ocasiones y pasando a la 4.ª bandera, con la que el 28 de octubre participó en el combate de monte Magan. Allí resultó herido gravemente, por lo que se le otorgó la Medalla de Sufrimientos por la Patria. Se le dio de alta en septiembre de 1922 y fue destinado al regimiento América n.º 14, en Pamplona, pasando en diciembre nuevamente al de Saboya n.º 6 y en junio de 1923 a la Escuela Central de Tiro. Permaneció en ella hasta marzo de 1924, en que fue nombrado profesor de la Academia de Sargentos. Fue ascendido a capitán en agosto, y en noviembre destinado al regimiento Constitución n.º 29, en Pamplona.
En mayo de 1925 se le concedió la Cruz de 1.ª Clase del Mérito Militar, y se le destinó de nuevo al Tercio en agosto, encargado del mando de la 1.ª compañía de la Bandera de Depósitos. Pasó en febrero de 1926 a mandar la 29 compañía de la 8.ª bandera, demostrando su buena preparación en los incesantes combates en los que participó. Tomó en marzo el mando de la 27 compañía de la 7.ª bandera y en una de las muchas operaciones en que participó, el 10 de mayo fue de nuevo herido de gravedad al atacar a la bayoneta unas casas fortificadas, recibiendo otra nueva Medalla de Sufrimientos por la Patria.
Aún convaleciente, en agosto de 1927 ascendió a comandante por méritos de guerra. Restablecido, en abril de 1928 pasó destinado al Batallón de Montaña Lanzarote n.º 9, de guarnición en Alcalá de Henares, y en este puesto se casó con María Raquel Ramoguino y de la Rocha. La única novedad digna de mención en los siguientes años fue la participación de su unidad en diciembre de 1930 para imponer el orden alterado por la huelga general declarada en Zaragoza, por lo que mereció la felicitación del rey Alfonso XIII.
Proclamada la República, solicitó y obtuvo la baja en el servicio, pasando a convertirse en retirado extraordinario.
En esa situación le sorprendió el levantamiento del 18 de julio de 1936. Buscó refugio en la embajada de Noruega hasta que pudo pasar a Francia, y desde allí incorporarse al ejército sublevado, el 29 de marzo de 1938. Fue destinado al regimiento Milán n.º 32, en Oviedo, dedicándose a la persecución de miles de fugitivos por los montes asturianos que, o bien no habían podido huir, o bien habían preferido continuar con la resistencia. En noviembre fue destinado al batallón de Montaña n.º 3, 3.º de Flandes, de la 4.ª división de Navarra, pasando de inmediato a la segunda jefatura de la 1.ª Agrupación de dicha división.
Participó con esta ocasión en las operaciones del Bajo Segre, siendo de destacar la toma del pueblo de Tous.
Apenas comenzado el año de 1939 tomó parte en las operaciones llevadas a cabo para la conquista de Cataluña, que fueron una incesante toma de pueblos.
Halló poca resistencia en la mayoría de ellos, dada la descomposición en que ya se encontraba el Ejército popular, y tras la caída de Cataluña su unidad marchó al frente toledano, donde, tras la sofocación de los últimos focos rebeldes, terminó la guerra.
Ascendido a teniente coronel, en junio pasó al Consejo de Guerra Permanente en Madrid y en octubre al mando del batallón Las Palmas n.º 31. Permaneció en él poco tiempo, ya que en diciembre fue nombrado jefe de la 1.ª sección de las Academias y Colegios de Huérfanos. Habiendo sido ascendido a coronel, en octubre de 1940 pasó a mandar el regimiento n.º 1, en Madrid, sin mayor novedad que las concesiones de las cruces de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco, la de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en 1943, y la Placa de esta misma Orden, en 1945, año en que también se le concedió la Encomienda con Placa de la Orden de Cisneros.
Retomó el ejercicio militar en 1946, cuando, terminada la Segunda Guerra Mundial, los republicanos amenazaron la seguridad del régimen, invadiendo los Pirineos. Allí fue enviado el regimiento en mayo para proteger el sector de Lérida, hasta que en mayo de 1948 fue nombrado director general de Previsión y ascendido a general de brigada en septiembre, desempeñando el puesto de director general de Prisiones.
Se hizo cargo de la Infantería de la 61 división y de la Comandancia Militar de Santander en enero de 1950, y en noviembre de 1952 le fue concedida la Gran Cruz de la Real y militar Orden de San Hermenegildo.
Se le ascendió en abril de 1954 al empleo de general de división, pasando a desempeñar el mando de la división de Montaña n.º 62 y ejerciendo como gobernador militar de Navarra al mes siguiente, cargo en el que permaneció hasta noviembre. Cesó en él al ser nombrado director general de Servicios del Ministerio del Ejército.
Tras haber simultaneado el cargo anterior con los de vicepresidente del Consejo directivo del Patronato militar del Seguro de Enfermedad, y el de vocal del Consejo de Gobierno de la Asociación Mutua-Benéfica del Ejército de Tierra, en febrero de 1957 fue nombrado gobernador militar del Campo de Gibraltar y jefe de la 22 división, haciéndose cargo accidentalmente del mando del II Cuerpo de Ejército en 1958.
Como reconocimiento a su trayectoria, en enero de 1959 se le concedió la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco, y fue promovido a teniente general en diciembre. Recibió el cargo de capitán general de la 8.ª Región Militar y el de jefe del Cuerpo de Ejército de Galicia en febrero de 1960, donde permaneció hasta enero de 1962. En esta fecha pasó a la Capitanía general de la 6.ª Región militar, cesando en diciembre al ser nombrado jefe de la Casa Militar del jefe del Estado y generalísimo de los Ejércitos.
Desempeñó este puesto hasta febrero de 1964, en que fue nombrado ministro del Ejército. Con respecto a su nombramiento, y ya que había otros generales con mayor antigüedad para el mismo, fue Franco el que opinó que era él el adecuado, ya que “[...] las plantilla de jefes y oficiales, a consecuencia de nuestra guerra, son enormes y hay que reducirlas en un cincuenta por ciento aproximadamente”. Este nombramiento no dejó de causar extrañeza en todos los tenientes generales, que esperaban que se nombrase a Rafael García Valiño. En febrero de 1965 pasó al grupo de Destino de Arma o Cuerpo, por haber cumplido la edad reglamentaria, y a la situación de reserva en febrero de 1969, pero continuó como ministro hasta octubre de este año. Retirado de la vida pública, falleció en su domicilio de Madrid el 19 de junio de 1971.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Hoja de Servicios.
D. Berenguer, Campañas en el Rif y Yebala (1921-1922), Madrid, Arés, 1923; F. Franco Salgado-Araujo, Mis conversaciones privadas con Franco, Barcelona, Planeta, 1976, págs. 413 y 416; J. M. Martínez Bande, La campaña de Cataluña, Madrid, San Martín, 1979, págs. 86 y ss.; El final de la guerra, Madrid, San Martín, 1985, págs. 326-327; J. A. Sacaluga, Resistencia socialista en Asturias (1937-1962), Madrid, Pablo Iglesias, 1986; N. Rozada, Relatos de una lucha: la guerrilla y la represión en Asturias, Oviedo, N. Rozada, 1993; J. M. Cuenca Toribio y S. Gallego Miranda, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Actas, 1998; F. Sánchez Agusti, Maquis y Pirineos: la gran invasión (1944-1945), Lérida, Milenio, 2002; F. Martínez de Baños Carrillo, Maquis y guerrilleros: del Pirineo al Maestrazgo, Cuarte de Huerta (Zaragoza), Delsan Libros, 2003; J. Díaz Fernández, Crónicas de la guerra de Marruecos (1921-1922), Gijón, Ateneo Obrero, 2004.
Juan Blázquez Miguel