Allende y García-Báxter, Tomás. Guadalajara, 4.II.1920 – Madrid, 10.II.1987. Ministro de Agricultura, abogado.
Cursó la carrera de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, manifestando, ya desde los años de estudiante, un temprano interés por las cuestiones relativas al Derecho agrario. Como propietario de una gran finca se dedicó, personalmente, a su organización y gestión, logrando que se la calificase como empresa ejemplar. Inició su actividad política en la organización sindical, bajo los auspicios del ministro José Solís, que le encomendó la puesta en marcha y desarrollo de la Hermandad Sindical Nacional de Labradores y Ganaderos.
Pasó después, y ya en relación con Laureano López Rodó, a la Administración del Estado. En 1965 fue nombrado subsecretario del Plan de Desarrollo Económico y Social, cargo que desempeñó hasta 1969. Durante esos años fue también presidente del Consejo Nacional del Frío y, en consecuencia, máximo responsable del denominado Plan Frigorífico Nacional. Fue nombrado ministro de Agricultura, sustituyendo en el cargo a Adolfo Díaz-Ambrona, el 29 de octubre de 1969.
Allende se encontró con una agricultura que estaba sufriendo un acelerado proceso de transformación.
A finales de la década de los años sesenta habían abandonado el sector millones de campesinos y la mecanización de las labores se había generalizado, al igual que el empleo de una amplia gama de productos fertilizantes y fitosanitarios. La política agraria llevada a cabo durante el mandato del ministro Allende y García-Báxter se caracterizó por el continuismo.
Aunque se emprendieron algunas reformas, tanto en la política de producciones como en la de estructuras agrarias, faltó energía para impulsar los cambios que exigía la economía española. El mantenimiento de una excesiva protección a los productos tradicionales, señaladamente al trigo, dificultó el progreso de los sectores productores de alimentos que, como la carne, los lácteos, los huevos o los productos hortofrutícolas, estaban siendo más demandados al compás del crecimiento de la renta registrado en esos años. Esta falta de agilidad en la respuesta se tradujo en un grave desequilibrio de la balanza comercial agraria. Desde la perspectiva de las reformas estructurales debe destacarse la creación, en 1971, del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), que refundió en un solo organismo al Instituto Nacional de Colonización y al Servicio Nacional de Concentración Parcelaria y Ordenación Rural. Allende y García-Báxter fue procurador en Cortes por Guadalajara desde la quinta legislatura.
Cesó en el cargo de ministro el 11 de diciembre de 1975, siendo sustituido por Virgilio Oñate Gil.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Presidencia del Gobierno, Expediente personal de D. Tomás Allende y García Báxter.
Equipo Mundo, Los 90 ministros de Franco, Barcelona, Dopesa, 1970, págs. 306-307; C. Barciela, “La modernización de la agricultura y la política agraria”, en Papeles de Economía Española, 73 (1997), págs. 112-133; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Editorial Actas, 1998, pág. 322.
Carlos Barciela López
