Ayuda

Pedro (III) de Queralt

Biografía

Queralt, Pedro (III) de. Señor de Queralt. ?, p. m. s. xiii – ?, c. 1285. Noble, consejero real, almirante general del rey Pedro III el Grande de Aragón.

Era hijo y sucesor de Pedro (II) de Queralt. Tomó parte en la campaña de conquista de Murcia capitaneada por Jaime I el Conquistador en 1265 y aparece en la crónica como uno de los consejeros más cercanos al Monarca; según la misma crónica, acompañaba al Rey en la Cruzada a Tierra Santa organizada en 1269 pero, como el mismo Monarca, tuvo que retroceder, después de haber zarpado, a causa de un gran temporal y ya no continuó el viaje, como tampoco lo hizo el Rey. Fue almirante general en la expedición de 1277 contra la revuelta de los moros valencianos; en realidad ostentaba la lugartenencia del Rey sobre la flota, mientras que la dirección técnica recaía en Guillem de Marsella. Durante la revuelta, en 1278, de una parte de la alta nobleza catalana, el conde de Foix, los Cardona, Anglesola etc. se puso al lado del Rey, le sirvió militarmente y le representó en las negociaciones para la capitulación de Ponts.

En 1282 acompañó al Rey en la expedición a Alcoll (Túnez), en la que capitaneó, junto con Rois Ximenis de Luna, uno de los seis cuerpos en que se dividió el Ejército, cada uno al mando de dos nobles. Antes del inicio de la campaña de Sicilia, llevó a cabo dos misiones diplomáticas: en 1282, junto con Guillem de Castellnou, formó parte de la embajada enviada a Roma, al papa Martín IV, con el objeto de pedirle un subsidio para continuar la lucha en el norte de África, donde Pedro el Grande había desembarcado ya y había obtenido algunas victorias. La respuesta del Papa fue una dura negativa, como ya esperaba el Rey, puesto que favorecía sus planes. En su paso por Sicilia, ambos embajadores habían de impulsar a los sicilianos a llamar al rey Pedro. Pedro (III) de Queralt llevó a cabo también esa misión en Palermo, con un discurso a los palermitanos, reunidos en una iglesia, en los que les prometió llevar a su señor, que era el Rey que más les convenía para defenderles y gobernarles.

Después de la revuelta de las Vísperas, los sicilianos necesitaban efectivamente una ayuda exterior para enfrentarse al Ejército de Carlos de Anjou, que ya asediaba Messina. La invitación de los sicilianos a Pedro el Grande para que aceptara la Corona se hizo efectiva poco después y, apenas desembarcado el Rey en Trápani y después en Palermo, envió de nuevo a Pere de Queralt y a Rois Ximénez de Luna en embajada a Carlos I de Anjou para conminarle a salir de Sicilia; mientras tanto el Rey con su Ejército por tierra y la flota por mar se dirigían hacia Messina. Según el cronista Muntaner, fue Pere de Queralt, junto con el vicealmirante, quien dirigió la flota catalana que, saliendo de Messina, persiguió a una parte de la flota angevina a la que derrotó ante Nicotera, y no el almirante, el hijo natural del rey Pedro, Jaime Pérez.

En 1283, Pere de Queralt fue uno de los seis caballeros que, con otros seis designados por Carlos de Anjou, establecieron las condiciones de la batalla en el desafío que había de enfrentar a ambos reyes. Se casó, antes de 1261, con Margelina de Anglesola y fue padre de Guillem, que le sucedió, de Pedro (IV), de Constança y de Geraldona. Su hijo Guillem, que se había casado con Marquesa de Saportella, murió en 1307 y dejó heredero a su nieto, hijo de su única hija, pero su testamento, redactado en 1282 antes de embarcar, fue impugnado por su hermano Pedro, que consiguió la herencia.

Su patrimonio estaba formado por localidades y castillos situados en las comarcas de la Conca de Barberà y Segarra: Queralt, Santa Coloma, Rocafort, Timor, Aguiló y Montargull, localidad que había comprado a los templarios. Tuvo que empeñar Queralt para pagar una deuda a Berenguera de Bellvís (1265) y donó el castillo de Figuerola al Monasterio de Santes Creus, para salvación de su alma, aunque retuvo el usufructo mientras vivió.

Fue uno de los consejeros más destacados tanto de Jaime I como de su sucesor Pedro el Grande, y se distinguió tanto en la guerra como en las negociaciones diplomáticas.

 

Bibl.: I. Carini, Documenti per servire alla storia di Sicilia, Palermo, 1882, docs. II-IV; F. Soldevila, Jaume I. Pere el Gran, Barcelona, Teide, 1955, págs. 110-111; F. Soldevila, Vida de Pere el Gran i d’Alfons el Liberal, Barcelona, Aedos, 1963, págs. 161, 167, 172, 184 y 196; M. M. Costa i Paretas, La família de Queralt i Santes Creus, en I Col·loqui d'Història del monaquisme català, I, Santes Creus, 1967, págs. 93-109; F. Soldevila, Vida de Jaume I el Conqueridor, Barcelona, Aedos, 1968, págs. 161, 167, 172, 174, 184, 196 y 201; Jaume I, Llibre dels feits, B. Desclot, Crònica, y R. Muntaner, Crònica, en Jaume I, B. Desclot, R. Muntaner, Pere III, Les quatre grans cròniques, ed. de F. Soldevila, Barcelona, Ed. Selecta, 1971, págs. 155, 159, 169, 185, 471, 473, 479-481, 486-487 y 718; J. Segura i Valls, Historia de Santa Coloma de Queralt, ampliada por J. Segura Lamich, Santa Coloma de Queralt, 1971, págs. 112-123; F. Soldevila, Pere el Gran, t. II, ed. de M. T. Ferrer, Barcelona, Institut d’Estudis Catalans, 1995, págs. 46-47, 163-164, 172, 179, 184 y 210-211.

 

María Teresa Ferrer Mallol

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía