Fal Conde, Manuel José. Higuera de la Sierra (Huelva), 10.VIII.1894 – Sevilla, 20.V.1975. Político y abogado.
Cursó sus primeros estudios como interno en el colegio de los jesuitas en Villafranca de los Barros (Badajoz).
En 1912 comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla y tuvo como maestro al ilustre pensador carlista Manuel Sánchez de Castro. Acabó su licenciatura en 1916, y luego se trasladó a Madrid en cuya Universidad obtuvo el doctorado.
En 1930 el Carlismo —dividido entre integristas y jaimistas— llegó a un acuerdo de unidad en la reunión que mantuvieron el delegado de don Jaime, el marqués de Villores y el jefe del partido integrista, Juan de Olozábal. Manuel Fal Conde fue nombrado entonces jefe regional para Andalucía Occidental y desde 1931 comenzó a dirigir y publicar el semanario tradicionalista de Sevilla El Observador. Colaboró igualmente en el diario conservador La Unión.
Tras el fracaso del intento de sublevación que protagonizó en Sevilla el general Sanjurjo, Fal Conde fue encarcelado el 18 de agosto de 1932, pese a que la Comunión Tradicionalista no había prestado su apoyo a la sublevación. Desde la cárcel colaboró en el reaparecido Siglo Futuro. En 1933, junto a Enrique Barrán, comenzó a organizar El Requeté Andaluz que fue presentado por el conde de la Cortina —general carlista— el 15 de abril de 1934 en la finca El Quintillo, propiedad del ganadero Anastasio Martín.
El 3 de mayo de 1934 fue nombrado secretario general de la Comunión Tradicionalista por don Alfonso Carlos. El 3 de noviembre de 1935 —en un acto que reunió a numerosos tradicionalistas y en el que participaron además de Fal Conde, Zamanillo y Larramendi, entre otros—, dijo: “Si la revolución quiere llevarnos a la guerra, habrá guerra”. El consejo de la Comunión estaba integrado por entonces por Manuel Senonte, Lamamie de Clairac, Hernando de Larramanedi, Esteban Bilbao y Lorenzo María Aler.
El 3 de febrero de 1936, Fal, convencido de que todo desembocaría en la lucha armada, envió a Italia a varios oficiales del requeté para comprar municiones y armamento.
Ese mismo año de 1936, en Lisboa, entró en contacto con Sanjurjo y en San Juan de Luz con el general Muslera y el teniente coronel Rada. Se estableció entonces una junta presidida por Javier de Borbón y Parma. El general Sanjurjo fue nombrado jefe militar del requeté; como enlaces fueron nombrados sucesivamente el también coronel Esteban Infantes y Varela.
El 1 de mayo del 36, en Estoril, Fal participó en una reunión mantenida entre el príncipe Javier de Borbón y Sanjurjo. Por esta época comenzó también Fal sus contactos con Mola y el 11 de junio, Fal envió a este general una nota con las condiciones bajo las cuales concurría la "Comunión al alzamiento". Llevada por el jefe del requeté —Zamanillo— aquélla planteaba entre otros puntos que la bandera que presidiría el movimiento sería la bicolor y que se establecería un directorio hasta que se reestructurase el país y se convocasen unas Cortes verdaderamente representativas.
El 16 de junio en Irache (Estella) se entrevistaron Mola y Fal sin llegar a un acuerdo. Sanjurjo finalmente decidió la cuestión y Mola accedió a la cuestión de la bandera, no sin resistencia. Finalmente, el 14 de julio Javier de Borbón y Parma y Fal Conde firmaron la orden por la que el requeté se sumaría al levantamiento militar.
Tras la muerte de don Alfonso Carlos, el 1 de octubre de 1936, y de ser nombrado Javier de Borbón Parma príncipe regente, Manuel Fal fue confirmado como jefe delegado de la Comunión Tradicionalista, cargo que desempeñó hasta 1955.
El 20 de diciembre de 1936 el general Dávila comunicaba a Fal la orden de destierro a causa, técnicamente, de la creación de la Academia Militar Carlista de San Javier.
Los días 15 y 25 de febrero de 1937 se celebraron en Portugal sendas reuniones que trataron de la unificación.
Fal no aceptó las condiciones y tuvo frente a su postura al conde de Rodezno. El 6 de abril Manuel Hedilla —por la Falange— y Aranz de Robles y Lamamie de Clairac —delegados de Fal—, acordaron no aceptar la unificación si ésta se pactaba a espaldas de sus organizaciones. Poco después, Hedilla fue detenido en Salamanca y la Falange y la Comunión fueron disueltas creándose el nuevo partido único. Más de cincuenta periódicos de la Comunión fueron incautados.
A finales de 1937 Fal regresó a España, a Palencia, donde siguió dirigiendo la Comunión, aunque tenía prohibido acercarse a los frentes. El 7 de noviembre —y tras presidir el entierro del general Sanjurjo que tuvo lugar en Pamplona—, fue confinado en Sevilla, donde murió el 20 de mayo de 1975.
Siempre enfrentado al régimen de Franco no militó en otra organización que no fuera el carlismo. Entre sus escritos destacan por su relevancia la carta que envió a Franco el 28 de agosto de 1937 negándose a aceptar el cargo de consejero nacional y la que envió, en nombre de la Comunión Tradicionalista, negándose a aceptar el partido único, que fue entregada al teniente general Juan Vigón.
Obras de ~: Biblioteca de El Tradicionalista de Valencia. Conferencia pronunciada por el Excmo. Sr. D. Manuel Fal Conde [...] en el teatro de la Casa de Obreros, de Valencia, el día 2 de Junio de 1935, Valencia, La Gutenberg, 1935.
Bibl.: Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista, Puesta la fe en Dios y mirando a la patria, Sevilla, Editorial Católica de España, 1978; Manuel J. Fal Conde, Sevilla, Editorial Católica Española, 1978 (ed. de A. Martín Fidalgo y M. Martín Burgueño, con el tít. In memoriam Manuel J. Fal Conde, Sevilla, Editorial Católica Española, 1980); Devocionario y ordenanza del Requeté: Comunión Tradicionalista Carlista, Sevilla, 1979.
Francisco Asín Remírez de Esparza