Otero Logares, Demetrio Jorge. Carlos Estrada. Buenos Aires (Argentina), 22.X.1927 – 16.XI.2001. Actor.
Descendiente de españoles, fue actor infantil en una compañía de aficionados. Abandonó sus estudios de Odontología para ingresar en la Escuela Superior de Enseñanza Artística de Buenos Aires.
Trabajó en emisoras de radio e hizo sus primeros papelitos en el cine, de “extra” o figurante, en: Fragata Sarmiento y La casa del recuerdo. A partir de 1955 fue galán en Alejandra, Oro bajo, Todo el año es Navidad y Una americana en Buenos Aires. Del encasillamiento en que se encontraba con sus papeles de galán logró salir a partir de 1959, cuando rodó Angustias de un secreto, de Enrique Carreras, y luego El rufián, por cuya interpretación le dieron el premio “al mejor actor de Argentina”.
En el teatro había desarrollado por entonces una encomiable trayectoria, al encabezar los repartos de Divinas palabras y Dulce pájaro de juventud. La luna es azul la estrenó junto a la popular actriz argentina Mirtha Legrand. Tras rodar La cumparsita, de Enrique Carreras, junto a Marujita Díaz, el año 1961, se estableció en España, donde desarrolló una destacada filmografía con jóvenes directores de entonces, como Julio Diamante, José Luis Borau y Basilio Martín Patino. Entre aquellas películas de sus primeros años en España, resaltan: Siempre es domingo, de Fernando Palacios; Accidente 703, de José María Forqué; Ensayo general para la muerte, de Julio Coll; Plaza de Oriente, de Mateo Cano; Pacto de silencio, de Antonio Román... Y en 1964, La tía Tula, dirigida por Miguel Picazo, cuyo argumento estaba basado en la novela de Miguel de Unamuno, y está considerada una de las mejores películas del cine español. Con ella se consagró Carlos Estrada como excelente y eficaz actor.
Hasta 1976 vivió permanentemente en Madrid, aunque periódicamente viajaba a Argentina, reclamado para trabajar en cine, en televisión o en teatro. También trabajó en Italia, Francia, Puerto Rico y México. Su filmografía registra más de sesenta películas.
Entre ellas: Lola, espejo oscuro, de Fernando Merino (1965); Humo de marihuana, de Lucas Demare, y Los muchachos de antes no usaban gomina, de Enrique Carreras (1968); Del amor y otras soledades, de Patino y Las gatas tienen frío, de Carlos Serrano (1969).
Dejó Madrid y desde 1976 hasta 1984 permaneció en la capital argentina, donde rodó media docena de filmes. A su vuelta a España trabajó en el teatro. De sus últimas apariciones escénicas destaca su interpretación en Viento de Europa, de Francisco Ors. El cine lo acaparó en sus últimos años, ya viviendo definitivamente en Buenos Aires. Sus últimas películas, fueron: El cóndor de oro (1994) y Comisario Ferro (1998).
Carlos Estrada falleció de una afección cerebro-vascular. Sus restos fueron inhumados en el cementerio bonaerense de La Chacarita. Estaba casado con la actriz Erika Wallner, con quien intervino en varias películas y tenían un hijo, Carlos Gastón, residente en España.
Bibl.: C. Aguilar y J. Genover, Las estrellas de nuestro cine, Madrid, Alianza Editorial, 1996, págs. 205-206; M. Gómez García, Diccionario de teatro, Ediciones Akal, 1997, pág. 295.
Manuel Román Fernández
